Lindo encuentro fue. Como ocurre al menos una vez al año, un grupo de difusores se reunió para celebrar su pasión por las manifestaciones folclóricas y por la radio.

Se dio la vigésimo novena edición de la Maratón Folclórica Radial Nacional e Internacional; esta vez fue en la bella ciudad cordobesa Santa Rosa de Calamuchita. El grupo de santiagueños que participa desde el año 2013, una vez invitado, preparó lo suyo para ir allá.

Ha sido una experiencia emocionante el volver a Santa Rosa de Calamuchita después de once años. Fue en Santa Rosa de Calamuchita, donde el grupo integrado por Guillermo Orellana, Walter Blasco y Cristian Ramón Verduc fue llevando sus inquietudes santiagueñas con el programa de radio Canto y Tradición, que conducía Guillermo Orellana, y también llevaron el canto quichua y castellano de nuestra provincia.

Al igual que este año, con una diferencia de un par de cuadras, el lugar de transmisión estuvo junto a la calle Libertad, que ahora tiene un importante tramo céntrico semi peatonal. En esa ocasión, tuvimos la oportunidad de conocer a personas luchadoras por la difusión del folclore por radio. Por ejemplo, hemos conocido al profesor Luis Ángel Pinto, creador y director de este gran encuentro. Otro nuevo amigo fue el escritor y difusor Juan Carlos Fiorillo, salteño radicado en Buenos Aires, que en esa ocasión nos invitó a incluir al Alero Quichua Santiagueño en un concurso muy interesante. Aunque íbamos representando a otro programa de radio, a los tres santiagueños nos precedía nuestra pertenencia al Alero Quichua.

A instancias de Juan Carlos Fiorillo, días después de esa Maratón, el Alero fue inscripto para los Premios ANCROF, acontecimiento organizado por la Asociación Nacional de Cronistas de Folclore. Cuando se hizo el encuentro en Buenos Aires para definir los premios, allá fueron: Chini Palavecino, Ana María Campos y Manuela Jiménez; Casilda Chazarreta ya estaba en Buenos Aires. Nuestro Alero ganó el premio nacional a la autenticidad nativista. Al año siguiente, en el mismo encuentro, el Alero Quichua Santiagueño ganó el premio nacional por antigüedad en el aire.

El grupo de santiagueños siguió participando en la Maratón, con algunos cambios de integrantes y, a partir de 2016, con el programa Quichuamanta – Desde el quichua.

En cuanto a Juan Carlos Fiorillo, cada emisión de su programa, era prácticamente una clase sobre folclore, acompañada por música de distintos lugares del país, especialmente de la provincia de Salta. Mientras tanto, Juan Carlos escribía libros sobre folclore, por ejemplo: “Bares y bolicheríos. Tradiciones Salteñas”. También su valiosísima obra en tres tomos de “Efemérides folclóricas”, de gran utilidad especialmente para quienes hacen programas de radio en cualquier parte de nuestro país. Otro libro suyo muy valioso es “Las Grandes Letras del Folclore”, en el que relata la génesis y el sentido de la letra de clásicos del folclore argentino. Además, Fiorillo disertaba sobre estos temas, asesoraba a distintas instituciones, fundó bibliotecas y fue asesor de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores.

Juan Carlos Fiorillo fue uno de los difusores que participó en la edición de la Maratón realizada en Santiago del Estero en 2017. Lamentablemente, este hombre sabio, “el prócer” Juan Carlos Fiorillo, falleció tempranamente, el 14 de Enero de 2021.

El encuentro radial del fin de semana que fue desde el Viernes 13 hasta el Domingo 15 de Diciembre, nos hizo evocar a la gente que ya no participa, ya sea por fallecimiento como el caso de Juan Carlos Fiorillo, o por dificultades para viajar u otros motivos. Hubo nuevas incorporaciones, como suele ocurrir; algunos programas llegan para quedarse y otros tienen una participación efímera.

La experiencia de la Maratón Folclórica Radial es muy valiosa. Comienza con los preparativos, con la tarea de organizar el contenido que se expondrá en las dos horas que se asigna a cada programa, luego viene el viaje, que nos hace volver a ver paisajes santiagueños y de otras provincias. Después, el reencuentro con gente conocida y el encuentro con gente que hasta el momento era desconocida. El comienzo y desarrollo de la Maratón nos permite escuchar y presenciar lo que hacen otros difusores, de los cuales siempre se aprende. Las dos horas de programa propio, la oportunidad de compartir el canto de la propia provincia, luego el final, cuando se cumplen cuarenta y ocho horas ininterrumpidas de folclore por radio. La despedida es otro momento muy emotivo.

En el viaje de regreso, uno disfruta nuevamente de los paisajes, mientras sueña con ser nuevamente anfitrión de toda esa gente particularmente valiosa para la cultura nacional.  

17 de Diciembre de 2024.