Así comienza la chacarera Lamento del crespín, con letra de Felipe Corpos y música de Martín Bravo.
El crespín es un ave que habita bosques de América, desde el Sur de Méjico hasta Argentina. Hay en gran parte del mundo otras aves parecidas y el crespín tiene otros nombres en los distintos países americanos, todos relacionados con su canto más conocido, el que para nosotros suena: “Crespín… Crespín”. Al ser un cucúlido, de una familia de aves que parecen decir: “Cucú… cucú”, en algunos lugares tiene ese nombre o algo parecido, como en Méjico, donde el crespín es llamado Cuco rayado (a causa de su plumaje), o en Colombia, donde es llamado Cuco sin fin (por su canto persistente).
El crespín emite generalmente unos silbidos suaves y repetidos tres o cuatro veces; parece que lo hace en cualquier época del año, pero pasa desapercibido entre el cantar de los otros pájaros. En el Noroeste Argentino, el crespín hace oír su fuerte letanía de cucúlido, especialmente en esta época del año, entre Octubre y Noviembre. Dicen que el canto estridente del crespín es un llamado para conseguir pareja, y por eso se acerca cuando alguien lo imita.
Es una ave arisca, tímida, lo que hace bastante difícil su avistaje. Es posible verlo cuando se posa sobre una rama para emitir su llamado, que tiene una sonoridad particular, por la que si uno no alcanza a ver al ave cuando se yergue siguiendo la fuerza de su canto, no va a poder saber de dónde viene el sonido.
Este animalito tiene nombre humano y una leyenda que explica el origen de su canto en letanía. El nombre castellano Crespín viene de los hermanos Crispín y Crispiniano, mártires cristianos asesinados por persecusión religiosa en Soissons, territorio entonces romano, en la actual Francia. La muerte de Crispín y Crispiniano fue consecuencia de la persecución a los cristianos, ordenada por el emperador romano. Los hermanos habían huido de Italia, y en Francia trabajaban fabricando y arreglando zapatos. Fueron martirizados cruelmente, el 25 de Octubre del año 290.
Cada 25 de Octubre es Día de Crispín y Crispiniano, patronos de los zapateros. En castellano, el nombre Crispín fue cambiado a Crespín, posiblemente por la costumbre ibérica de cambiar la i por la e, lo cual vemos también en el quichua.
Hay en nuestro pago una leyenda, que dice que el hombre de una pareja se llamaba Crespín. Su esposa era buena, pero con gran debilidad por el baile: No podía sustraerse a la música, sentía la imperiosa necesidad de bailar. Cuando Crespín estaba enfermo, cada vez peor, ella fue a comprar remedios para él, pero en el camino encontró una fiesta y no pudo resistirse a la tentación del baile. Varias horas después, en plena alegría por la danza, un vecino vino a avisarle que Crespín estaba grave, que debía hacer algo para no tener que llorar después, a lo que la mujer respondió: “Hay tiempo para llorar, ahora es momento de bailar”.
Pasada la fiesta con su alegría musical, la mujer volvió presurosa a la casa, encontrando que Crespín había fallecido. Sintió entonces un gran arrepentimiento, una enorme aflicción y, enajenada, corrió hacia el monte, gritando en nombre de su difunto amado. Era tal la congoja que, por algo inexplicable, se transformó en un pajarito y voló de rama en rama, llamando aún a Crespín. Felipe Corpos dice: “Llamar y llamar su amor, destino de buscar sin fin…”
El crespín, animalito esquivo, se hace oír con más intensidad en esta época del año. Dicen que también anuncia el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos. Pasan fiestas y conmemoraciones. "Sólo un grito se desvela y anda, llamando: Crespín ".
22 de Octubre de 2024.