Dijo el cantor recordando a un valioso hombre de la cultura. Cuando alguien hace cosas buenas y valiosas, es grato recordarlo más allá del ciclo vital, que es demasiado breve.
Hace veintisiete años, se apagaba la vida de un gran santiagueño y gran patriota. El profesor Domingo Bravo era cristiano, así que pensaba en el bien del prójimo, más allá de cualquier creencia o procedencia. Sin embargo, cuando había que decidirse por un lugar al cual ensalzar, para él estaba en primer término la provincia de Santiago del Estero.
Nacido el 4 de Agosto de 1906 en Higuera Chacra, departamento Robles, tenía el anhelo de estudiar y llegar a ser maestro, título de gran honor en esa época. Esa actitud del pueblo hacia el docente, y la formación cultural de esa gente que enseñaba, eran metas a alcanzar por el niño de Higuera Chacra.
Para que su hijo pudiese estudiar, Clodomira Bravo se trasladó a la ciudad de La Banda. Domingo Antonio supo retribuir con resultados positivos a los esfuerzos de su madre, y se recibió de maestro siendo aún adolescente. Comenzó a trabajar como maestro rural, y entonces decidió dedicarse a estudiar el habla de los habitantes quichuistas, que en esa época eran muchísimos.
Con un cuaderno y un grabador, recorría las casas, entrevistando a los pobladores para grabarlos haciendo relatos quichuas, con su traducción al castellano; si la persona entrevistada sabía escribir, le pedía que además de grabar, escribiese lo que había dicho, que para ello escribiese como le salía. En su cuaderno anotaba la fecha, el lugar y los datos de la persona entrevistada.
Sin dejar de atender su labor docente, el maestro hizo ese trabajo de campo durante varios años. Además, estudiaba libros sobre el quichua, entre los que predominaban los peruanos. Llegó a la conclusión de que, salvo unos pocos sonidos, el quichua se podía escribir con los signos que conoce toda persona que fue alfabetizada en la escuela. Para los sonidos que no eran habituales en el castellano, hizo una simple combinación de signos.
Dieciocho años después de haber comenzado ese trabajo de investigación, escribió su primer libro: “El quichua santiagueño, reducto idiomático argentino”. Mientras seguía con la investigación, labor que siguió por el resto de su vida, Domingo Bravo escribió sobre el quichua, la docencia e hizo poesía. Surgieron así: El maestro de escuela primaria (1932), Cancionero quichua santiagueño (1955), Estado actual del quichua santiagueño (premiado en 1955), Etimología de la palabra Tucumán (Universidad Nacional de Santiago del Estero, 1983), Antitéticas (poemas), Diccionario quichua santiagueño – Castellano, El sustrato lingüístico de Santiago del Estero, Diccionario Castellano – Quichua Santiagueño, Cuadernos de impresiones, Episodios Provincianos, Visiones, y otras publicaciones.
El pequeño manual para aprendizaje: “¿Quiere usted aprender quichua?” es un sencillo método para la enseñanza del quichua, que además contiene algunos de los relatos de aquellos pobladores que el docente entrevistara en el campo, con fecha, lugar y persona que hizo el relato. Esos relatos quichuas, con su traducción, cumplen la función de las lecturas para aprendizaje que fueran utilizadas en la escuela primaria.
En 1959, creó el programa radial Áshpap 'rimaynin (El habla de la tierra) y en 1969 fue uno de los primeros integrantes del Alero Quichua Santiagueño, además de ser el encargado de dar el discurso de apertura para cada ciclo radial.
Toda la tarea para simplificar el aprendizaje del quichua para quienes no lo saben, motivó a la Universidad Nacional de Santiago para nombrar profesor Honoris Causa a don Domingo Antonio Bravo y, años después, Doctor Honoris Causa.
El profesor Domingo Bravo creó un curso de quichua que se dictaba en la Universidad Nacional de Santiago del Estero, desde el nacimiento de la casa de estudios, hasta poco después del fallecimiento de don Domingo.
El Dr. Domingo A. Bravo falleció el 27 de Agosto de 1997. En su homenaje y del profesor Ricardo Dino Taralli, fallecido exactamente dos años después, luego de enfermarse mientras se preparaba para ser orador en un homenaje a su amigo, el Concejo Deliberante de la ciudad donde ambos vivían, dictó la Ordenanza 326/04, por la que dispone que cada 27 de Agosto es Día de la Cultura de La Banda.
Una avenida del barrio Ejército Argentino, en la ciudad de Santiago del Estero, lleva el nombre del profesor Domingo Bravo, al igual que una escuela en Chauchillas, departamento Río Hondo.
Por Ley Provincial 6991, del año 2010, cada 27 de Agosto es Día de la Lengua Quichua, en homenaje al quichua mismo y al Doctor Domingo Antonio Bravo, en reconocimiento a su obra y trayectoria. El pueblo quichuista santiagueño mantiene viva su memoria, “para que no se lo trague el silencio”.
27 de Agosto de 2024.