Son algunas de los muchas publicaciones jocosas que se ven por estos días en algunas redes sociales de Internet.
Esas publicaciones son graciosas, porque muestran al cantante español Julio Iglesias preparándose para viajar, en pleno viaje o en distintas acciones relacionadas con el breve texto. En ocasiones la cabeza del cantante ha sido “trasplantada” al cuerpo de otra persona o él de cuerpo entero a una escena de viaje.
Entre un círculo proporcionalmente chico pero numéricamente grande, circulan bromas parecidas, también referidas a la proximidad del mes de Julio, con el receso escolar y las fiestas de Santiago del Estero, pero en estas publicaciones, de un grupo con mayoría de santiagueños, Julio Rodríguez Ledesma es quien aparece personificando al mes.
La primera infancia de Julio Rodríguez Ledesma ha transcurrido en Guanaco Sombriana, departamento Atamisqui. Después ha vivido en la ciudad de Santiago del Estero y cursó la primaria en la escuela Benjamín Zorrilla, en avenida Moreno y Sarmiento. Años después, ya por propia cuenta, se mudó al barrio Tala Pozo, después llamado Almirante Brown.
Julio estuvo en los primeros tiempos del Alero Quichua Santiagueño. Era amigo de la gente del grupo y del folclore en general, pero reconocía en Felipe Corpos a un líder natural, al igual que lo han dicho otras personas de esa época de nacimiento y crecimiento del Alero. Respecto a Felipe Corpos, Julio se mostró repetidamente agradecido en lo personal, por su incentivo para que se cultivase con la lectura de libros que Corpos le facilitaba, entre otras acciones que favorecían al entonces joven guitarrero y cantor.
Llegó el momento en que Julio Rodríguez Ledesma se apartó del Alero Quichua y acompaño a María Concepción Da Penna en el emprendimiento Mósoj Cánchaj (Nuevo amanecer), que tenía su programa bilingüe en Radio Nacional Santiago del Estero los días Sábado por la mañana. Cuenta Julio que entonces, Corpos le reclamaba amigablemente su salida del Alero Quichua. Había pasado de decirle: “Julio Rodríguez, que sabe lo que persigue”, a decirle en broma: “Que no sabe lo que persigue”.
Cuenta Julio que se había incorporado a un movimiento cultural llamado La Urpila, con sede en pleno centro de la ciudad de Santiago. La Urpila fue sospechada de actividades subversivas y fue desmantelada por el gobierno de entonces. Julio tuvo que ir a vivir en Buenos Aires, donde se integró a la comunidad santiagueña residente allá y a la comunidad tanguera, como amante del lunfardo porteño. En una importante radio de la Capital Federal, tuvo su programa de trasnoche El Alma de Buenos Aires, por el cual ganó un premio Gardel de Oro.
En Buenos Aires, Julio puso nuevamente en vuelo parte de la obra de La Urpila, dedicándose al canto, la guitarra, a compartir los conocimientos de criollo santiagueño y a crear nuevos temas folclóricos. Es autor de varios temas musicales en letra y música, otros con Leo Dan, como Cantorcito atamishqueño, Chacarera para un sentir, Cuando me acuerdo del pago, De la telera, Eres la niña bonita, y varios otros temas que aún no han sido difundidos. Creó la primera biblioteca folclórica itinerante, la cual sigue en marcha, pero sin los constantes viajes de antes; cada año hace presencia en la ciudad de Cosquín, en tiempo del Festival Nacional de Folclore. Escribió una serie de libros en los que relata sus vivencias, comenzando por su vida en Santiago del Estero. Después publicó otros libros.
Julio sigue con su actividad cultural durante todo el año, haciendo radio, dando disertaciones y talleres, liderando un grupo de cultores del quichua y las tradiciones santiagueñas. Ese grupo ha sido bautizado por Julio, con el nombre Purinquiando, igual que el nombre de uno de sus libros. En reconocimiento a toda esa actividad a lo largo de sus más de ochenta años de edad, Julio Rodríguez Ledesma fue homenajeado por Marcelo Salvatierra con un gato al que llamó Filósofo Criollo, poniendo en singular el nombre de un libro de Julio.
El Viernes 21 de este mes, en la escuela 804 “Fermín Sabalza”, que está a la vera del camino en Barrancas, departamento Salavina, se hará el Décimo Tercer Encuentro con el Arte y la Cultura Ancestral. Hacia allí queremos ir en esta ocasión también, por la mañana para quedar todo el día porque este año, podría ser que en ese encuentro quichuista llegue Julio, en pleno mes de Junio.
04 de Junio de 2024.