Dice así el bonaerense Víctor Abel Giménez en La Histórica, con música de Cuti Carabajal. Esa chacarera, creada entre dos folcloristas de actividades diferentes y de distintas provincias, sintetiza un momento fundamental para el arte popular argentino.
Don Andrés Chazarreta es quien llevó el arte nativo del Norte Argentino a la ciudad de Buenos Aires, que es la que en definitiva “manda” en nuestro país. Ese histórico acontecimiento ocurrió en Marzo de 1921, en el teatro Politeama, con una serie de impactantes actuaciones de Don Andrés Chazarreta y su conjunto de arte nativo. En esas presentaciones, el público de Buenos Aires pudo ver gente común de Santiago del Estero, no artistas profesionales, tocando, cantando y bailando tal como se hacía en los patios de zonas rurales y de las afueras de nuestra ciudad.
Las reacciones iniciales fueron diversas: Hubo quienes vieron al arte nativo argentino como una barbaridad, como una marcha atrás en el camino hacia la música considerada culta; también hubo quienes se maravillaron al presenciar a sus compatriotas hasta ese momento desconocidos en cuanto a su modo de ser y su cultura artística; también hubo quienes, en dudas, esperaron las reacciones de quienes sabían más sobre arte. La opinión favorable del prestigioso poeta Ricardo Rojas, publicada en un diario muy importante, hizo decidir a quienes no sabían cómo reaccionar y a quienes aún no habían visto el espectáculo criollo. Las actuaciones de Andrés Chazarreta y su gente fueron muchas y exitosas.
Andrés Avelino Chazarreta había nacido en la ciudad de Santiago del Estero el 29 de Mayo de 1876. De niño aprendió a tocar instrumentos musicales y, a los 15 años de edad, ya tocaba guitarra, violín, mandolín, bandurria y piano. Se dedicó a recopilar la música paisana, también sus danzas; además, creó una buena cantidd de obras de raíz folclórica.
Llegó a registrar casi 400 obras, entre creaciones y recopilaciones.
Por propio esfuerzo, formó e hizo actuar a su conjunto de arte nativo, con el que tuvo brillantes presentaciones y también sufrió el rechazo de los encargados de teatros en Santiago y Tucumán. Siguió persistiendo en su intención de hacer apreciar el arte nativo santiagueño y de otras provincias del Norte Argentino. Una vez “conquistado” Buenos Aires, sus presentaciones se expandieron por el país. Creó el Instituto de Folclore “Andrés A. Chazarreta” en Buenos Aires; el instituto tuvo filiales en varias provincias.
Don Andrés Chazarreta, Patriarca del Folclore Argentino, falleció en Abril de 1960, dejando para la cultura argentina una gran cantidad de grabaciones, partituras con música y algunas de ellas también con descripción de la forma de bailar cada tema musical.
A 148 años de su nacimiento, la obra de Don Andrés Chazarreta sigue siendo difundida por músicos, cantores, bailarines, locutores, periodistas y docentes. Hay una gran cantidad de autores e intérpretes que, a sabiendas o no, sigue la huella marcada por el Patriarca Santiagueño.
La Sociedad de Folcloristas Santiagueños, impulsó que el día 29 de Mayo, por el natalicio de Don Andrés Chazarreta, fuese Día del Folclorista Santiagueño. Más adelante, en 2011, la senadora santiagueña Ana Corradi logró que el Congreso de la Nación dispusiera por Ley que el 29 de Mayo sea el Día del Folclorista Argentino.
Felizmente, hay una gran cantidad de artistas que difunden el folclore argentino a nivel nacional. En el Día del folclorista, aniversario de Don Andrés Chazarreta, recordamos especialmente que él fue el primero.
28 de Mayo de 2024.