Este fin de semana, falleció Juan Domingo Mena, hombre que fue cantor, guitarrista, bombisto, bailarín, actor y, sobre todo, un buen amigo de la gente del Alero Quichua Santiagueño.
Juan Domingo era de familia cancionera. Tanto él como sus hermanos fueron cantores muy conocidos en La Banda y uno de ellos, Ángel, se dedicó a cantar en Buenos Aires y logró prestigio. Algunas veces, Ángel Mena cantó en el programa radial del Alero Quichua en ocasión de sus visitas a la familia.
Juan Domingo se ha incorporado poco a poco al grupo del Alero Quichua. Primero ha cantado solo algunas veces en la radio. Después ha integrado el dúo Los Antiguos con el también bandeño Walter Blasco, conocido como Chino Blasco. Ellos dos han pasado a ser parte de las delegaciones que iban llevando el canto tradicional santiagueño a otros lugares de nuestra provincia y de otras, especialmente la provincia de Córdoba.
Puede parecer extraño el decir que las delegaciones del Alero Quichua llevan el canto tradicional por la provincia de Santiago, pero es así. El Alero Quichua es uno de los principales difusores del muchas veces dejado de lado arte nativo tradicional, en quichua o castellano salpicado con quichua. Lo ideal sería que el mensaje del Alero estuviese inmerso en una gran corriente difusora de lo auténticamente nuestro, utilizando instrumentos musicales auténticamente pertenecientes al criollismo santiagueño.
En medio del torbellino de música tocada con estruendosos instrumentos importados y modos importados por notables artistas santiagueños, Los Antiguos fueron parte del movimiento casi silencioso que sigue cantando del modo que en Santiago tiene un arraigo de casi un siglo, con instrumentos criollos: La guitarra acriollada desde la época de la conquista española y fabricada en nuestro país poco después; el bombo, con ancestros africanos y arraigado en nuestras tierras hace un par de siglos, que se fabrica artesanalmente con elementos del monte y de los campos santiagueños, con la única excepción de unos pocos clavitos metálicos.
A los dos instrumentos básicos del folclore tradicional del Noroeste Argentino, fueron agregados el violín, introducido en esta región por San Francisco Solano a fines del siglo dieciséis; el bandoneón, importado desde Europa e incorporado a la música argentina a principios del Siglo XX y que también formó parte de los conjuntos nativos, incluso en el de Don Andrés Chazarreta. Esos conjuntos tenían también incorporada el arpa, introducida en nuestro continente por los misioneros jesuitas en el siglo XVI.
El dúo Los Antiguos prefirió acompañar su canto con una guitarra y bombo, confiando en la firmeza de sus voces y su repertorio con temas folclóricos arraigados ya en el sentimiento paisano, incluido el canto quichua. Su estilo fue ganando la aceptación de distintos públicos, especialmente en la provincia de Córdoba, y de un productor discográfico de la ciudad de Santiago del Estero, que les regaló la grabación de un disco, al que llamaron Gracias a Don Juan. Ese disco compacto salió al público en 2013. Juan Domingo con el bombo y el Chino con guitarra, también grabaron en el Volumen 7 del Alero Quichua Santiagueño, en 2009.
Pero Juan Domingo Mena no sólo cantaba tocando el bombo en el dúo, sino que ocasionalmente cantaba solo tocando la guitarra. En las fiestas se lucía bailando lo que fuere, no sólo la música del folclore santiagueño. Juan Domingo fue también un talentoso recitador y actor, que integró el elenco de la obra teatral Hacha y Quebracho. En distintos escenarios, incluso en el Festival Nacional de la Chacarera, Juan Domingo Mena recitó y cantó una vidala que fuera parte en la obra teatral de Raúl Dargoltz. Juan Domingo actuaba esa vidala.
Fue uno de los animadores de los viajes de nuestro Alero Quichua Santiagueño, no sólo en el escenario, sino desde el momento de esperar la partida, gracias a su buen humor y repertorio de anécdotas o cuentos varios.
Lamentablemente, hace unos pocos años, la salud de nuestro amingo comenzó a decaer y su última salida cancionera con el Alero Quichua fue a la fiesta del Tanicu en El Pirucho, departamento Figueroa, en Octubre de 2022. Durante el viaje de ida iba callado, decaído. Al llegar allá, en el ambiente festivo y musical, volvió a ser Juan Domingo, el bailarín y cantor risueño. Durante el regreso durmió tranquilo y contento.
Su salud siguió deteriorándose y dejó de salir, hasta que el pasado Sábado 11 de Mayo, mientras dormía la siesta, entró tranquilamente, en paz, hacia el sueño eterno. El yanasu Juan Domingo Mena queda para siempre en nuestra memoria y seguiremos escuchándolo cantar, gracias a Don Juan.
13 de Mayo de 2024.