Exclamaron muchos santiagueños, en el amanecer del Domingo 11. La televisión y las radios mantenían al tanto a todo nuestro país de lo que ocurría en la Ciudad del Vaticano, con un horario adelantado en cuatro horas respecto a nuestro país.

Desde el año pasado había gran expectativa por la canonización de Mama Antula; incluso hubo versiones locales de que podría venir el Papa para el acto. Las noticias se manejan de manera distinta en cada lugar, dependiendo del grado de interés que haya por el acontecimiento que fuere.

La televisión de Buenos Aires, informadora y formadora de opinión para todo el país, siguiendo la línea de información que sigue desde hace un par de años, se encontró con que en el itinerario a seguir estaba la canonización de la que pasaría a ser la primera santa argentina. Urgente, sus periodistas averiguaron el nombre de la futura santa, “corrigieron” una palabra y, faltando pocas horas para el acto de canonización, comenzaron a ocuparse de “Mamá Antula”.

Demasiado se ha dicho respecto al lugar y año de nacimiento de María Antonia de Paz y Figueroa, hija de un funcionario de la colonia española, la que al crecer, decidió unirse a la causa de los jesuitas. Una vez ordenada la salida de la Compañía de Jesús de América, María Antonia siguió misionando. Nuestra gente paisana decidió llamarla “madre Antonia”, pero a la manera quichuista, por eso quedó recordada como La Mama Antula. Mama, acentuando la pronunciación en la primera a, ya que es una palabra grave. En una de esas, a esos cristianos habrá que explicarles que suena igual que “mamma” en italiano.

Aquella joven santiagueña, hija de una familia con muy buen poder adquisitivo, cuando decidió dedicarse a una vida de predicación, caridad y pobreza, adoptó el nombre María Antonia de San José. Al ser laica no consagrada, en esa época era llamada “beata”, al igual que otras mujeres en la misma condición, detalle que después fue corregido en el ámbito religioso.

Fanny Elizabeth Ledesma, de una familia tradicional de Villa Silípica, fue maestra de grado, hizo carrera en la docencia y llegó a ser supervisora. Fanny también fue locutora en LV11 Radio del Norte. Con Haydée y Olga, sus hermanas, formó Las Hermanas Ledesma, primer conjunto de voces femeninas del folclore argentino. El bandoneonista Rubén Ledesma solía acompañar a sus hermanas, y también lo hizo en el disco que grabaron.

Rubén Ledesma fue integrante de nuestro Alero Quichua. Habitualmente venía, tocaba el bandoneón, relataba asuntos importantes y eran infaltables sus comentarios jocosos, como cuando decía que venía en avión desde Villa Silípica, donde estaba la casona familiar, aunque él vivía en el barrio Belgrano de la ciudad capital de la provincia.

Fanny Ledesma también fue parte del Alero Quichua, habitualmente traía noticias de Silípica, del Festival del Mistol, del cual fue impulsora y en el que fueron premiados con el Mistol de Oro, entre otros, el Alero Quichua Santiagueño y Don Sixto Palavecino. Ayudaba en otras gestiones a nuestra institución. También nos contaba de su campaña por el reconocimiento a la obra de la beata Antula, a la que Fanny mencionaba como La Mama Antula.

Fanny había comenzado en 1973 su tarea de hacer conocer la obra de Mama Antula, a la vez que decía y escribía que aquella dama religiosa santiagueña debía ser reconocida como santa.

En 1973 había soñado a la beata Antula y se había sentido convocada para trabajar por su causa. Fanny se dedicó a reunir información, darle forma y presentarla donde fuese necesario para que algún día llegase el justo reconocimiento para la piadosa y emprendedora María Antonia, que había fallecido el 7 de Marzo de 1799, a los 69 años de edad.
Fanny Ledesma participaba en el programa de radio del Alero Quichua con comentarios siempre muy interesantes, a veces dejando entrever su chispa humorística, como rasgo de familia. En las reuniones posteriores al programa de radio, solía bromear especialmente con Ernesto Suárez, pues Don Shaticu solía darle pie para alguna ocurrencia.

El 25 de Mayo de 1992, inauguró el templete que hizo construir con la colaboración de los vecinos de Villa Silípica. Con autorización de la iglesia, el templete pasó a ser lugar de oración. Además, Fanny organizó una chocolateada infantil para cada 25 de Mayo, costumbre que siguió su familia hasta la actualidad.

María Antonia fue declarada beata el 27 de Agosto de 2016, en una gran ceremonia celebrada en la ciudad de Santiago del Estero, presidida por el cardenal enviado por el Papa. Fanny no estaba bien de salud, pero pudo presenciar este gran acontecimiento.

Fanny Elizabeth Ledesma, una gran emprendedora de nuestra tierra, falleció el 20 de Diciembre de 2018.
El Viernes de la semana pasada, el cineasta Jorge Juan, amigo del Alero Quichua Santiagueño, exhibió dos documentales filmados en 1996: Uno de ellos, La Mama Antula, basado en la obra musical de Víctor Manuel Paz, con guión de su esposa, Doña Ilda Juárez de Paz, ambos gente del Alero Quichua. El otro documental es Mama Antula, Templo y Simiente de Servicio, con guién de Fanny Ledesma.   

En la mañana del Domingo 11, la Mama Antula fue canonizada, declarada santa, en una ceremonia presidida por el Papa Francisco, en la ciudad del Vaticano. La gente “de antes” del Alero Quichua y de Santiago del Estero todo, hemos recordado a nuestra querida amiga Fanny Ledesma, y la hemos felicitado en silencio por este logro.       

13 de Febrero de 2024.