Dijo uno de los premiados en el concurso nacional Alumnitos, un certamen literario que se realiza en todo el país. Este año fue su tercera edición. 

Participan equipos de alumnos con una edad entre once y dieciséis años, que están asistiendo regularmente a cualquier escuela de la República Argentina. Deben ser coordinados por personal docente y pueden agregar en el equipo a un abuelo o abuela.

El concurso Alumnitos ha sido declarado de interés por el Ministerio de Cultura de la Nación. Este año también acompaña a la organización, la Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la UNESCO. En febrero se puso a disposición del público, por televisión, la serie de capítulos combinados de dibujos animados y documental con actores y entrevistados. Esta serie se ha realizado a partir de los escritos ganadores de la primera edición del concurso. Ya llegará el momento de los nuestros. Para hacer la parte documental, los realizadores han visitado a los equipos ganadores, a fin de entrevistar al grupo y al personal docente. Además, muestran los lugares que están involucrados en cada relato.

Antes de cada edición del concurso, los organizadores envían una invitación a los establecimientos educativos de las distintas provincias, con un plazo para la inscripción, después hay un plazo para presentar un relato en el formato en que se indica, hay reuniones virtuales usando Internet y, en un plazo estipulado, se da a conocer quiénes son los ganadores.

El equipo ganador de este año ha sido el del Colegio Secundario Huaico Hondo, de la ciudad de Santiago del Estero. El grupo estuvo integrado por dos niñas y un niño, secundados por una docente y un abuelo. 

El escrito que presentaron se llama Estrella de la mañana; en él se refieren al mito de El Tanicu, al que definen como una deidad dispensadora de miseria o abundancia. El abuelo los había asesorado, ubicando a Salavina como el lugar donde se desarrolla la trama del relato. El fútbol también está incluido en la historia que cuentan, relacionado con el título mundial que ostenta el seleccionado mayor de Argentina, en ese deporte que se practica en todos los lugares de nuestro país.

Todo esto hemos visto brevemente los santiagueños en un reportaje por televisión, y ello nos ha llevado a buscar más información. Más allá del hecho de que adolescentes de nuestra provincia hayan ganado una competencia cultural, ha llamado la atención la facilidad de palabra y el buen uso del vocabulario por parte de las dos chicas y el muchachito, que han sabido explicar todo en forma sintética y sin apelar a muletillas ni usar palabras extrañas. Por sí fuera poco, el chango explica que le gusta la lectura y la escritura, lo cual se entiende a la luz de los resultados.

Es reconfortante ver y escuchar a integrantes de las nuevas generaciones, cuando se los ve emprendedores y bien educados. Ello es el fruto de un buen trabajo por parte de la familia y de la escuela. También influyen los diferentes actores culturales de la comunidad, la cual funciona como una gran feria en la que uno encuentra ofertas buenas y de las otras. Está en cada uno la decisión de tomar lo que construye o lo otro. Cada uno de nosotros es también responsable por aumentar la cantidad y calidad en cuanto a oferta de estímulos constructivos. No olvidemos que nadie ama lo que no conoce.

Conocemos que, opuestos a las virtudes constructivas, existen el robo, la mentira y la pereza; por eso, debemos tener presente las tres prohibiciones morales que nos inculcan nuestros mayores: Ama súa, ama llulla, ama ckella, para no dejarnos llevar por esas tres tentaciones en sus distintas variantes. Procuremos ser un buen ejemplo. 

17 de Octubre de 2023.