Es el título de una chacarera, con la que Marcelo Salvatierra, su autor, nos cuenta algo del comienzo y de la actualidad de esta querida agrupación nativista santiagueña. Nombra a “los cuatro horcones” iniciales: Felipe Corpos, Don Sixto Palavecino, Vicente Salto y el profesor Domingo Bravo, quienes fueron las figuras destacadas en aquel primer Domingo de Octubre de 1969, según nos contaba la gente “de antes”.

Cuando Don Sixto Palavecino vivía en Salavina, el profesor Domingo Bravo había inspirado en Don Sixto la chacarera doble Penckacus Cáusaj Carani (Avergonzado vivía), en cuyo primer estribillo dice: “Por fin este hombre ha salido nuestro idioma defendiendo, al quichua favoreciendo, que tan olvidado estaba. Ya nadie lo recordaba y lo vivían despreciando”.

Rubén Palavecino fue el primero en venir a vivir en la ciudad de Santiago, por su deseo de ser algún día ingeniero, para lo que vino a estudiar primero en la Escuela Industrial. Durante más de un año, finalizando la década de 1950, participó en el programa Ashpap ‘Rimaynin (El habla de la tierra), del profesor Domingo Bravo.

En los años 60, viviendo ya toda la familia en Santiago, Don Sixto conoció a Felipe Corpos, se hicieron amigos y le propuso la idea de hacer un programa de radio en quichua, a lo que adhirió Corpos con mucho entusiasmo y le propuso invitar a Don Vicente Salto, poeta con excelente vocabulario en quichua y castellano, además de cantor quichuista. Don Sixto sugirió invitar al profesor Bravo y juntos fueron a verlo. 

Don Sixto fue a pedir a su amigo y colega bandoneonista Don José Alberto Pérez, por entonces director artístico de LV11 Radio del Norte, la autorización para que la nueva audición tuviese un espacio en la que en esos años era la única emisora de radio en toda la provincia. Don Alberto Pérez accedió, con el lógico pedido de cuidado en el vocabulario de los participantes, y que todo lo dicho en quichua fuese traducido al castellano.

Aquel histórico primer Domingo de Octubre de 1969, después del anuncio del locutor, Felipe Corpos dio una dinámica apertura al nuevo programa de radio y dio paso al profesor Domingo Bravo, quien hizo la apertura oficial de ese primer ciclo radial, lo que se repetiría por varios años en cada comienzo de ciclo.

Después del profesor Bravo, Corpos dio paso a la música, al canto y a valiosos diálogos quichuas, donde sobresalían la formación cultural de Don Vicente Salto y la maestría de Don Sixto, la figura múltiple que hablaba en quichua y castellano, tocaba el bandoneón, el violín, la guitarra, el bombo, la caja vidalera, cantaba sus propios temas y algunos que había traído desde el fondo de los montes y los tiempos, además de ser la figura más persistente, junto a Felipe Corpos, en los meses y años siguientes. 

Esos cuatro horcones no estaban solos en la estructura inicial del emprendimiento quichuista. Contaba Don Sixto que se reunían en casa de Raúl Salvatierra, excelente bombisto, y que en su máquina de escribir se habían elaborado los libretos que por entonces exigía la emisora. También estaba el cantor y autor quichuista Don Julio Domingo Ayunta y todo un grupo de gente quichuista y no quichuista que adhirió a la novedad del quichua por radio.

Así pasaron los años y las décadas. Felipe Corpos falleció en Diciembre de 1974, dejando entre los logros del Alero Quichua Santiagueño, cinco discos de larga duración, grabados gracias a la gestión de Alfredo Ábalos, discos que fueron dirigidos y coordinados por este gran cantor y su querido amigo Felipe.

Don Vicente Salto falleció en 1978. Hubo un alejamiento del profesor Dr. Domingo Bravo a comienzos de los años ’90, así que el único de los cuatro horcones iniciales que siguió fue Don Sixto Palavecino, siempre con un grupo de gente capaz de mantener vivo el programa, al que el grupo de 1969 había bautizado Alero Quichua Santiagueño.

Después siguieron dos grabaciones más, también la recepción de premios y reconocimientos provinciales y nacionales para el Alero Quichua. 

Hace dos días, el Domingo 8 de Octubre, hemos celebrado los 54 años de Alero Quichua con un programa especial de casi tres horas de duración, con la participación de los de cada Domingo del año, más invitados y quienes vienen cada tanto. Una grata sorpresa de la jornada ha sido la llegada del violinista, autor y cantor Néstor Garnica. En el día de su cumpleaños, ha venido directamente de la ruta nacional 9 a la radio, sin haber llegado aún a la casa de su familia.

Néstor Garnica cantaba en Alero Quichua cuando era niño, acompañándose con guitarra. Después de aprender a tocar el violín y perfeccionarse con grandes maestros, ha decidido no apartarse del arte nativo santiagueño y así ha crecido en el ambiente artístico, hasta ser una gran figura nacional. Su presencia en el programa especial ha sido una gran alegría, compartida con la gran cantidad de gente que escuchaba por radio y podía ver gracias a la transmisión visual por Internet lograda por el técnico operador Ariel Calderón. 

Enumerar a los participantes sería ancha suni (muy largo). Sólo diremos que el Domingo fue una fiesta mayor que la de cada semana, y está disponible para escuchar por quien lo desee, en la página que la Fundación Tarpuy creó y sostiene para nuestro querido Alero, que a través de los años sigue sosteniendo al quichua por medio de sus cultores.

10 de Octubre de 2023.