Aún está luciendo un verde veraniego y los animalitos que habitan en los bosques siguen muy activos, pero las plantas y los animales detectan que los días están acortándose y las noches son cada vez más prolongadas.
Las diferencias de tiempo entre el día y la noche son más notables hacia el Sur de nuestro país. En la ciudad de Santiago del Estero estamos apenas unos 500 kilómetros al Sur del Trópico de Capricornio. En el Norte de Argentina, los cotidianos cambios de horario de salida y entrada de Inti (el Sol) se perciben mucho menos que en la Patagonia, pero las plantas y los animales sí los sienten.
La gente que vive en zona rural convive a diario con los campos y montes. Quienes viven en las ciudades, pueden percibir las mudanzas periódicas del clima, por la temperatura y por las condiciones del cielo. Los vientos se sienten de maneras distintas, según en qué lugares de la ciudad uno se encuentre: En barrios de casas bajas, uno puede enseguida determinar de qué punto cardinal viene y si es fuerte o suave. En donde hay edificios se complica, porque el viento se encajona y se acelera, al punto que una de las esquinas del centro de Santiago es llamada “la esquina del viento”.
El Servicio Meteorológico difunde la información de temperatura, sensación térmica, humedad relativa, dirección y velocidad del viento. Estos datos son tomados en el lugar donde está la estación meteorológica; para Santiago, La Banda y zonas vecinas, los datos son tomados en el aeropuerto, y sirven como indicativos para comparar con días anteriores.
El Servicio Meteorológico también brinda un pronóstico de probabilidades para las próximas horas. La información es difundida de un modo siempre igual, siguiendo normas elementales, como la de indicar la velocidad en kilómetros por hora para una mejor comprensión, y la temperatura en grados centígrados. Al pasar la información “de mano en mano” y en el afán por hacer popular el mensaje, la información meteorológica suele ser poco clara en algunos medios de difusión; posiblemente es por eso que mucha gente suele decir que quien sabe cómo va a estar el tiempo es la gente del campo.
En los días sin obligaciones laborales, es una sana costumbre la de salir de la ciudad para ver algunos sectores rurales de nuestra provincia. Puede ser buena idea la de juntar recursos entre un grupo de amistades o familia para movilizar un vehículo particular y pasar el día en el campo, cerca del monte o junto al río. Otra opción muy buena y accesible es la de visitar el Río Dulce, que pasa junto a la ciudad de Santiago del Estero y muy cerca de La Banda.
También la ciudad de Las Termas de Río Hondo es costera del Río Dulce, al igual que Los Telares, mientras que, a Loreto, Brea Pozo, Atamisqui u otras ciudades les queda un poco más lejos, pero los montes están muy cerca. Ojo de Agua, Sumampa, Villa Guasayán, San Pedro de Guasayán, Villa La Punta, tienen cerca cerros bien arbolados.
Villa Matoque, Santo Domingo, Bandera Bajada, Caspi Corral, La Invernada, Villa Figueroa, Villa Matará, Colonia Dora, Añatuya, Pinto, están cerca del Río Salado. San José del Boquerón, departamento Copo, y Suncho Corral, departamento Juan Felipe Ibarra, son costeras del Salado.
Hay montes, campos, ríos, arroyos, cerros y poblaciones para visitar en la extensa provincia de Santiago del Estero. Hay quienes hacen excursiones a lugares cercanos de su ciudad y encuentran “de todo”, como amigos bandeños que suelen ir al lago aledaño al dique Los Quiroga, a pocos kilómetros de La Banda y de la ciudad de Santiago. Ahí se encuentran con una gran variedad de fauna para observar y fotografiar. Ese grupo también suele ir a la laguna de Huyamampa, en el departamento Banda, unos kilómetros al Norte de La Aurora.
Santiago del Estero tiene mucho para mostrar a su propia gente y a los visitantes. Una experiencia interesante es visitar distintos lugares cada vez y repetir el circuito cada pocos meses, para apreciar las mudanzas por los cambios de estaciones. Los montes santiagueños aún están verdes por sus hojas y con sisa ckellus (flores amarillas) a sus pies; aún estamos a tiempo para ver paisajes veraniegos. ¡Acuychis, acuych, vamos!
02 de Mayo de 2023.