Dijo irónicamente nuestro amigo cantor. El año dos mil veintitrés comenzó hace menos de tres semanas y ya han ocurrido varias cosas. Parece que fue ayer que hemos arrancado de la pared el viejo almanaque, el del vapuleado año dos mil veintidós. Uno de los maltratos que recibió el año pasado, fue el de ser llamado “veinte veintidós” por una recua de obedientes que parecen estar mirando al Norte, a la espera de directivas que les indican cómo vestir, cómo obrar, cómo hablar.
 
Ya han comenzado los festivales, muchos de ellos llamados folclóricos, tradicionales, algunos llamados sacheros o cosa parecida, con carteleras que, en la mayoría de los casos, nos hacen pensar que el nombre particular de cada festival se debe a que cada uno de ellos, algún nombre tiene que tener. En realidad, nos queda la sensación de que, artistas más, artistas menos… son muy parecidos entre sí, sobre todo por la poca coincidencia entre el nombre y lo que presentan, salvo la Fiesta Nacional del Chamamé en Corrientes, justo es reconocerlo. 

Ya pasaron los estruendos de la pirotecnia que mucha gente utiliza en las fiestas de fin de año. Los ruidosos “cohetes” y bombas pronto volverán a atronar en fiestas patronales, final de partidos de fútbol, inauguraciones, campañas por votos, etc. Si uno dispone de un aparato para medir los decibeles de las explosiones, podrá notar que esa pirotecnia tiene el mismo efecto sonoro que la de fin de Diciembre, pero quienes la usan no son criticados como a fin de año.  
“Huata mósoj” (Año nuevo) decían nuestros mayores en cada comienzo de Enero. Según las tareas de cada uno, no todos hacen grandes celebraciones el 24 y 31 de Diciembre. Hay mucha gente de debe trabajar al día siguiente y hay quienes están trabajando mientras otra gente festeja; es el personal de servicio de fiestas, el de seguridad, los bomberos, las guardias de establecimientos médicos, estaciones de servicio para automotores, gomeros y algunos más. 

Ya todo eso ha pasado por esta vez; estamos adentrándonos en el año dos mil veintitrés, muchos de nosotros planificando lo que haremos a partir de Febrero, a partir de Marzo u otro momento, siguiendo nuestro calendario anual particular. 

Muchos nos ilusionamos y rogamos para que este año sea mejor que el anterior, y ello es factible, pues está en nosotros la posibilidad de esmerarnos más que el año pasado, lo que nos daría grandes posibilidades de obtener mejores resultados. 

Falta un mes y medio para la fecha en que cada año debería empezar el ciclo anual del programa radial Alero Quichua Santiagueño. Es tiempo de ir pensando en actividades que harán del nuevo ciclo algo mejor que el anterior; habrá que analizar si estamos bien con el tiempo a cubrir cada semana y plantearnos qué se debe repetir, qué se debe mejorar, qué debemos evitar, etc. Pero para ello, hace falta que nuestro Alero vuelva al estado deliberativo que supo tener en el siglo pasado, con los objetivos del programa como guía, más el buen criterio y el diálogo como motores. 

Ponemos al Alero Quichua como ejemplo, pues representa una serie de actividades que conocemos desde hace décadas, pero el objetivo de obrar cada año mejor para que sea mejor el año, es aplicable prácticamente a todo lo que uno desee hacer en la vida. 

“Los años pasan y pesan, y pasan sin que uno advierta, que el paso de ellos más pesa por la experiencia que dejan” dice la chacarera Canto a mis años viejos, letra de Cacho Lobo y música de Elpidio Herrera. Esta estrofa con el juego de palabras es una colaboración de Elpidio a Cacho, quien primero se había resistido a trocar una estrofa suya por ésta, pero terminó aceptando como hombre muy inteligente que era. 

Los años pasan y pesan en esta vida tan cortita que tenemos asignada los seres humanos. Es una vida breve pero hermosa, que puede ser tan valiosa como la dedicación que pongamos para aprender, disfrutar de ella y compartir el aprendizaje y la felicidad. 

Don Sixto Palavecino solía decir en cada Diciembre: “No pidamos que el año sea mejor. Pidamos que nosotros seamos mejores”. 

Ya es 17 de Enero. El año va a estar perdido si no tratamos de mejorarlo mejorando nosotros. 

17 de Enero de 2023.