Dicen cuando alguien cuestiona alguna expresión artística que parece ajena a lo que uno espera. Una de las definiciones de la palabra folclore es que se trata de las creencias, prácticas y costumbres que son tradicionales de un pueblo o cultura. Se conoce como folclore, además, a la disciplina que estudia estas materias. 

De ser así, sería una redundancia decir “Folclore tradicional” para aclarar que es un modo de interpretar la música y el canto folclórico con instrumentos criollos y de un modo que tiene un arraigo de por lo menos varias décadas. 

También dicen quienes han estudiado al folclore como ciencia que, para ser folclórica, cualquiera de las expresiones debe ser anónima, así que estaríamos equivocados al llamar folclórico a un encuentro en el que se interpretan música, danza o canto de autores conocidos. 

También aclaran que el folclore no se organiza como un espectáculo, sino que se cumple naturalmente como algo propio de cada comunidad, fiel al estilo y a las formas transmitidas desde tiempo inmemorial. Entonces, habría posibilidades de encontrar la música y la danza folclóricas en una reunión familiar, mientras que los llamados festivales folclóricos, las peñas folclóricas, los programas folclóricos por radio, televisión y otros medios, no serían folclóricos. 

Don Andrés Chazarreta recreaba un patio festivo con música, canto y danza, pero a su grupo artístico lo llamó Compañía de arte Nativo. Según cuentan quienes lo han conocido, Felipe Corpos utilizaba también la expresión “arte nativo” en lugar de la fácil y discutible “folclore”.  

Las manifestaciones musicales que son presentadas como “folclore tradicional” son las que reflejan el arte nativo de esta tierra. Cuantas menos intenciones comerciales tengan quienes interpretan el arte nativo, más posibilidades habrá de no estar mintiendo al presentarlo con ese nombre. Cuando uno decide practicar el arte nativo, no debería estar haciendo cálculos económicos ni de cantidad de oyentes. Eso sí, sería válido procurar dar la mayor difusión posible al arte nativo, para así asegurar la supervivencia y crecimiento del mismo y ¿por qué no? hacerse conocer como alguien que sostiene el arte de nuestra tierra.  

El arte nativo se dedica a exaltar los valores tradicionales en cuanto a conducta, amor por la tierra de uno, buenas relaciones entre la gente, costumbres, hechos memorables, descripción de paisajes, plantas, animales y todo lo que hace al lugar donde vivimos o hemos vivido. Es necesario que haya coherencia en el canto nativo; no sería acertado mostrarse como alguien de Santiago del Estero cantando loas a costumbres y lugares ajenos, salvo que uno haya conocido esos lugares.  

Uno puede cantar y bailar las danzas de otros pagos, dado que somos personas libres. Lo que estamos procurando es determinar cuándo uno es coherente y veraz entre lo que dice y lo que hace. Tantas veces decimos “Ama llulla” (No a la mentira), que sería bueno que haya coincidencia entre lo que decimos y lo que hacemos. 

El dinero es un bien necesario para la vida moderna tal como la conocemos, pero deberíamos darle siempre el lugar que le corresponde: Es un elemento de trueque con el que adquirimos bienes y servicios, a cambio de bienes y servicios que brindamos. Si evitamos darle al dinero o, en todo caso, al materialismo, un lugar preponderante en nuestra vida, seguramente tendremos una existencia casi libre de sobresaltos y gozaremos de la libertad de poder hacer lo que queremos. 

La práctica del arte nativo sin fines comerciales, nos dará una gran libertad de acción y podremos hacer como decía un gran autor y cantor: “Vamos adonde nos llamen; si nos pagan, mejor”. 

Si evitamos caer en tentaciones, podremos mantener el rumbo como difusores del arte nativo, del quichua y de la cultura del pago en general. Si podemos mantener una conducta firme, no andaremos por detrás de las tendencias dirigidas con fines comerciales. 

Si nos decimos tradicionalistas, difusores del quichua y de la obra de nuestros mayores, debemos seguir la huella marcada por nuestros antecesores, no como una repetición permanente de lo que ya existe, sino también agregando creaciones nuevas, pero manteniendo el rumbo. 

06 de Diciembre de 2022.