dice la Chacarera del Estudiante, de Pablo Araujo. Suele ocurrir que algunas familias de distintos lugares del territorio provincial manden a sus hijos, o por lo menos a uno de ellos, a estudiar en la capital u otra ciudad. En las últimas décadas, poco a poco se fueron abriendo escuelas secundarias e institutos de formación docente en varias ciudades de la provincia. 

Muchas familias sueñan con que sus hijos logren un título profesional universitario. En esos casos, esa gente joven tiene que ir a una ciudad en la que haya una universidad en la que esté incluida la carrera que es de su interés. En la ciudad de Santiago del Estero hay cada vez una mayor cantidad de carreras a seguir.  

Para las familias, el hacer estudiar a sus hijos tiene su cuota de sacrificio, incluso para quienes viven muy cerca del establecimiento. Los hijos estudiantes ponen su esfuerzo para aprender y lograr un buen desempeño en medio de sacrificios, que en muchos casos incluye algo de escasez alimentaria. 

En Santiago del Estero existe la Universidad Católica, institución, privada, desde 1960. En 1962 fue creado el Instituto Superior del Profesorado. La Universidad Nacional (UNSE) ha sido fundada en 1973. A medida que eran agregadas distintas carreras en estas instituciones, aumentaban las posibilidades para que estudiantes que habían terminado la escuela secundaria pudiesen seguir sus anhelos en nuestra provincia. Antes de ello, la única opción para procurar el título universitario o terciario estaba fuera de la provincia, con todas las complicaciones que ello significaba. 

Hubo (y hay) mucha gente de Santiago del Estero que debió ir a Buenos Aires, Rosario, Córdoba o Tucumán para estudiar una carrera, una vez terminado el ciclo secundario. Entre esa juventud hubo una gran diversidad de resultados. 

Hace pocos días, Héctor Rojas, conocido como El Tanque Rojas, al recibir un reconocimiento de la Sociedad de Folcloristas Santiagueños, contaba que, en su momento, había sido enviado por su familia para estudiar medicina en la ciudad de Córdoba. Contaba que en las reuniones que suelen armarse entre visitantes, poco a poco se había manifestado como humorista, faceta que hasta entonces no había percibido en sí mismo.  

Alentado por sus amigos, había hecho una actuación en la ciudad de Rosario, con tal éxito que habían surgido otras en otros lugares, iniciando así una carrera artística que lo llevó a visitar casi todos los pueblos y ciudades de la Argentina, cosechando una gran cantidad de amistades y culminando hasta hoy con el reconocimiento recibido en el Día de la Tradición.  

En cuanto a la medicina, contaba el humorista Tanque Rojas que, con viajes y actuaciones permanentes, su carrera universitaria había ido quedando de lado, pero consideraba que en cierto modo él había contribuido con la salud pública de la Patria, pues el humor sana, la risa ayuda a mitigar todo tipo de males. 

Hay un amigo médico, muy amante del arte nativo, que también fue enviado por sus padres a estudiar medicina en la Universidad de Córdoba. Allá estudiaba con todo empeño, pero no faltaban las guitarreadas entre estudiantes y amigos. Allí conoció a una estudiante de otra carrera con la que finalmente se casó antes de terminar él su carrera universitaria. Igual, este amigo guitarrista y cantor, pudo trabajar y estudiar, para volver a su casa con esposa y título universitario, para servir en instituciones públicas y atender su propio consultorio, en el que daba especial atención, generalmente gratuita, a la gente que venía de otros lugares de la provincia con pocos recursos. 

Contaban que Felipe Corpos había ido a Córdoba para estudiar Derecho. De allá volvió casado, relacionado con gente de la cultura nacional y portando una gran formación, la que se reflejó en sus obras poéticas y su capacidad de liderazgo. No era su destino el ser abogado, sino el de trascender en el mundo del arte nativo y en la difusión de la cultura provincial desde el Alero Quichua Santiagueño, al que condujo desde el primer programa hasta el aciago accidente que costó la vida del gran Felipe Corpos, recordado especialmente por sus creaciones y por los temas musicales compuestos en su homenaje. 

Hubo otro amigo que fue enviado, casi obligado, para estudiar una carrera universitaria en Córdoba. Allí, rodeado de nuevos conocidos, procedentes de distintas provincias, dio rienda suelta a su capacidad para el canto y el humor. Volvió de Córdoba sin el título, pletórico de amistades y afectos, los que lo acompañaron durante su vida de bohemio hasta su final, en una situación económica difícil, pero siempre con una sonrisa y la buena disposición para transmitir alegría, esa alegría tan necesaria para poder superar triunfos y fracasos. 

No siempre se triunfa en la vida gracias a un título universitario. La realización personal en la vida no siempre pasa por logros profesionales, haciendo la salvedad de que nuestra Patria necesita de todas las voluntades, y un espíritu patriótico al que se suma la formación profesional, es un soporte muy valioso para la gran comunidad que es el país. 

Es muy bueno hacer los esfuerzos necesarios para la formación profesional de nuestros hijos, dando siempre prioridad a la buena formación moral, teniendo siempre presentes tres preceptos humanos fundamentales: Ama súa, ama llulla, ama ckella (No al robo, no a la mentira, no a la pereza).  

15 de Noviembre de 2022.