Canturreaba y tarareaba la Chacarera del Cachimayo, mientras iba con el Cachi Mayu (Río Salado) a su derecha, marchando por “un llañu caminitu” (Un caminito delgado, angosto), en sentido contrario a la corriente del agua, que en esta época es leve, de poca velocidad.
“Esta chacarera arisca ha nacido en el Salado”, dice el comienzo de esta chacarera que ya tiene más de ochenta años de existencia. Los autores son Adolfo Ábalos y Napoleón Benjamín Ábalos (Machingo), que la han registrado con la opción de decir “Hermanos Ábalos” al referirse a los creadores del tema en letra y música.
Saliendo de La Banda por la ruta provincial número 5, hemos andado casi 80 kilómetros de buena ruta, salvo un tramo de baches desde una zona salitrosa hasta llegar en Caspi Corral, una linda población que se estira a los dos lados de la ruta. En “Caspi” hay de todo: Escuela, posta sanitaria, comercios, y hasta hay un avión cerca del destacamento policial. Es un avión de poco porte que dicen fue secuestrado por causa de un aterrizaje ilegal con fines ilícitos.
Junto al avión hay un camino que nos lleva al Noreste, para enseguida seguir hacia el Norte bordeando el río, que aquí tiene el aspecto de un canal. Después de andar unos seis kilómetros entre vinales, vemos un sistema de compuertas que deriva agua hacia el canal que veníamos viendo y hacia otro que sale hacia el Sudeste.
El ver las compuertas es seña de que falta poco. Comenzamos a ver casas a la izquierda, un poco distanciadas entre ellas, casi todas con su puente colgante de alambre grueso que sostiene unas tablas separadas para caminar sobre ellas, y sus alambres laterales que sirven de pasamanos y dan la posibilidad de sujetarse en caso de resbalón o rotura de tabla.
No deja de llamar la atención la gran cantidad de plantas de palán palán o palanchu que hay entre el camino y el río. Pronto, el camino se abre; ya no hay vinal con sus largas espinas; la vegetación va cambiando, porque el algarrobo crece en un suelo mejor que el del vinal.
Llegamos en un lugar en el que hay muchos vehículos rodeando un predio con un par de edificaciones, un escenario y carpas grandes para dar a los muchos concurrentes, la sombra que no pueda proporcionar la arboleda circundante. Estamos en El Pirucho. Aquí se hace cada primer Domingo de Octubre la fiesta del Tanicu.
Estamos en el departamento Figueroa, y aquí también celebran la tradición del Tanicu, que parecía ser únicamente del departamento Salavina. Hay coincidencias con una celebración de la región guaranítica. El parecido entre ambas celebraciones es el aspecto del personaje central, que es Tanicu en nuestros pagos y Caraí Octubre en una parte del Paraguay, provincia de Formosa, parte del Chaco, Corrientes y Misiones. Caraí Octubre (Señor Octubre) y Tanicu tienen prácticamente el mismo aspecto. Don Sixto Palavecino, en su chacarera Una Tradición, dice: “Tanicu petisu cascka, llatan, sajra y chaquisapa. Tullu porque es un ususcka, sombrerudo y umasapa”. (Es un petiso el Tanicu, desnudo, feo y patón. Flaco porque es carecido, sombrerudo y cabezón).
Tanto Tanicu como Caraí Octubre andan mal vestidos, andrajosos, casi desnudos. Representan a la pobreza, a la carestía, y sus andanzas ocurren una vez al año, según la tradición. El día de Caraí Octubre es cada primer día de Octubre (1 de Octubre), mientras que el día del Tanicu es el primer Domingo de Octubre. En ambos casos, se dice que ese duende amo de la carestía, sale a recorrer las casas para ver si a esta altura del año las reservas han sido bien administradas y si hay abundancia de alimentos; es condición necesaria que esa abundancia sea compartida en forma comunitaria. Donde no es así, la pobreza que carga este ser imaginario, queda arraigada en la casa hasta la próxima visita del feo sombrerudo.
Un grupo de gente del Alero Quichua Santiagueño, este primer Domingo de Octubre ha compartido la prodigalidad de los Productores Campesinos de Figueroa y nos hemos encontrado con gente de distintos lugares de la provincia, especialmente de este departamento de habla quichua. Ha sido una jornada súmaj, hermosa. Para regresar, hemos vuelto por el camino ancho, el que temíamos no encontrar de ida, y por eso habíamos ido por “el del avión”.
Al subir al escenario para la presentación del Alero, en el piso de tierra hemos visto los agujeritos (utcketus) indicadores de que hay ckoyuyus que han cumplido los años que les ha tocado vivir bajo tierra, así que las ninfas ya han salido a buscar un árbol al cual treparse para hacer su última muda de “ropa” y convertirse en coyuyos adultos, cuyos machos van a cantar para reclamar una compañera de procreación.
Ha llovido hace poco, los algarrobos están bien verdes y pronto tendrán vainas. El canto de los coyuyos, según nos dicen nuestros mayores, va a ayudar en la maduración de la algarroba.
Está pasando el tiempo de árboles secos y carestía. Tanicu se ha retirado hasta el próximo año.
04 de Octubre de 2022.