En el 38 Aniversario del Alero Quichua Santiagueño se lo veía feliz, aunque un poco nervioso y hasta tímido, algo poco común en él. Cuando el presentador anunció que se le hacía un reconocimiento por la participación constante en las audiciones de los días Domingo, José Sequeira arrancó cantando Chacarera del Sufrido, para luego agradecer en pocas palabras. Su experiencia de cantor le indicaba que debía ser breve al cantar y al hablar en un espectáculo con tiempo medido y muchos por actuar.
José había nacido en La Noria, donde comienza el camino desde la Ruta Nacional 9 hacia Atamishqui. Su madre, telera quichuista, educó a sus hijos en un hogar humilde, cancionero y bilingüe. Cuando fueron a vivir en la ciudad de Santiago, Luis, José y Julio ya cantaban juntos. Sin dejar cada uno su trabajo, alegraron ruedas cancioneras. Julio, al que llamaban Johnny, era la primera guitarra y tercera voz. Luis en primera voz y bombo, aunque toca muy bien la guitarra y el acordeón. José tocaba la guitarra y cantaba en segunda voz. Cuando Luis tuvo que complir con el servicio militar en la Armada Argentina por dos años, José integró el conjunto Las Voces de Atamishqui con Carlos Infante y Baltasar Basualdo. Era la década del ‘60; luego Infante y Basualdo formaron Los Sin Nombre, mientras que José se reunía con su hermano menor para fundar el Grupo Vocal Santiago. La formación inicial del Grupo era: José y Julio Sequeira, Luis Cáceres y Benjamín Bustos. Actuaron en peñas y festivales por todo Santiago y otras provincias. Con la salida de Bustos, entró Víctor Goñi, quien años después sería cantor habitual del Alero Quichua. Cuando en un concurso habían ganado el derecho a participar en el Festival de Peñas en Villa María (Córdoba), Cáceres y Goñi no podían viajar, así que los Sequeira se fusionaron momentáneamente al segundo clasificado, que era un trío liderado por “Alito” Toledo, actual integrante de Los Manseros Santiagueños.
Cantando con Víctor Goñi, Julio y José ganaron en un Festival de la Chacarera el derecho a participar en la grabación de un disco, como intérpretes del tema inédito Luna Santiagueña, zamba de Pedro Segundo Rojas Cuozzo. Es una bella creación musical interpretada con verdadero gusto musical por el trío, en el cual José llevaba la voz de canto, mientras que el Chango Goñi hacía la tercera voz alta y Julio la segunda voz. El Grupo Vocal Santiago siguió cantando durante unos años más, con algunos cambios. Pasaron también por el conjunto Eduardo Giovanonni, Tito Pérez y Walter Álvarez, este último también cantor habitual en los Domingos del Alero.
Con sus hermanos alejados de los micrófonos, José siguió cantando en la rueda dominguera del Alero Quichua, generalmente como solista, aunque eventualmente a dúo con Julio. En varias ocasiones, Rubén Palavecino dijo seriamente a ambos hermanos que debían dedicarse plenamente al canto criollo, especialmente bilingüe, para dar salida al talento evidente de Los Sequeira. Tantos años de chispeantes diálogos quichuas y canto, siempre por el gusto de participar del Alero, finalmente dieron un fruto que, aunque no buscado por él, dió la gran satisfacción en los que serían los últimos meses de vida de José, al ser reconocido públicamente por el Alero Quichua Santiagueño por su trayectoria en la rueda de los días Domingo. ¿Habrá sido por el calor excesivo de las últimas semanas? ¿Habrá sido por penas acumuladas? ¿Por qué se habrá detenido repentinamente el corazón de José Sequeira el pasado Miércoles 16 de Enero? Dicen que cuando muere un santiagueño nadie lo llora. Había sido verdad, pues hemos notado que con la muerte de José, no hemos llorado por él, sino por nosotros, que no lo escucharemos cantar, o “quichuar” alegremente con toda su simpatía y conocimientos, o soltar una carcajada feliz al escuchar el canto paisano. Hasta siempre, cantor amigo.
22 de Enero de 2.008.