Comenzó a cantar todo el país a mediados de la década de 1960. Pocos años antes, la canción Celia había popularizado a nivel nacional a Leo Dan y, después de una serie de éxitos con nombre de mujer o referidas al amor hacia una mujer, el popular cantante sorprendía con una canción que habla de las nostalgias de la gente de Santiago del Estero, menciona a la chacarera, usa la palabra pago para referirse a su lugar de origen. Santiago querido es una canción diferente a las de esa época, pues tiene letra folclórica y música propia de las canciones divertidas de entonces.
En poco tiempo, Santiago querido fue llegando a otros países, junto con la popularidad de su autor; llegó hasta América del Norte y a todo lugar del mundo donde hubiese gente romántica de habla castellana. Algunos admiradores de nuestro continente solían creer que Leo Dan era chileno, pues cantaba a Santiago. Al ser capital de país, Santiago de Chile es más conocida internacionalmente que la ciudad bautizada Santiago del Estero por un enviado del fundador de la capital chilena.
Leo Dan fue también protagonista de obras cinematográficas basadas en sus obras musicales; una de ellas se llama Santiago Querido y, al igual que las otras que tuvo a Leo Dan como protagonista, tuvo una gran aceptación por parte del público.
Sus canciones han recorrido el mundo y han sido traducidas a diferentes idiomas. Una de esas canciones es Santiago querido, y uno de esos idiomas es el quichua. En el Volumen 6 del Alero Quichua Santiagueño, la versión quichua está grabada por Las Hermanitas Herrera.
A partir de Leo Dan y especialmente por esta canción, se despertó entre nuestros compatriotas una mayor simpatía por Santiago del Estero y su gente. En todo el país surgió la costumbre de decir “Santiago Querido” por la sola mención de nuestra provincia, ya fuese como una reacción ante alguien santiagueño o ante la simple mención de nuestra provincia. El pensamiento y la palabra tienen una relación muy estrecha, y así es que alguien que ama a Santiago dice frecuentemente “Santiago querido” y, a su vez, quien dice “Santiago querido”, termina amando a Santiago aún antes de conocerlo.
Sólo por esta canción y la divulgación del nombre de nuestra provincia, Leo Dan merece nuestro reconocimiento, pero para admirar a Leo Dan hay mucho más que Santiago querido.
La gran cantidad de canciones románticas creadas e interpretadas por Leo, lo llevaron por el mundo. Pero también canta a su tierra, en temas como Corazón atamisqueño, chacarera creada con Carlos Carabajal, grabada por una gran cantidad de folcloristas. Otra chacarera suya muy cantada es Quiero nombrar a mi pago, con letra y música de Leo Dan. Chacarera para un sentir es también uno de los temas criollos santiagueños más cantados y grabados; esta chacarera y otras han sido creadas con otro atamishqueño: Julio Rodríguez Ledesma, de Guanaco Sombriana, hombre que supo participar en los primeros tiempos del Alero Quichua Santiagueño. También de ellos es la chacarera De la telera, homenaje a las teleras atamishqueñas; y hay mucho más, como Changuito lustrador, con Marcelo Ferreyra, la zamba Cortando adobes, con Pablo Raúl Trullenque...
Leo Dan ha grabado temas folclóricos santiagueños, propios y de otros autores, solo y con Los Manseros Santiagueños. A la sombra de mi mama, chacarera de Cristóforo Juárez y Carlos Carabajal, ha sido divulgada rápidamente por todo el país cantada por Leo Dan en forma de canción.
Su fama nacional e internacional se ha dado con las canciones románticas, pero ha puesto su capacidad creativa e interpretativa también para cantar al terruño del que salió a edad temprana, ya sabiendo tocar la guitarra y la armónica, además de ser cantor. De Estación Atamisqui vino a la ciudad de Santiago del Estero, donde conoció gente de la música. Leopoldo Dante Tévez participaba en guitareadas criollas y a la vez cantaba música de moda en un conjunto que actuaba en los bailes de la época.
Cuando tenía veinte años de edad, surgió la oportunidad de ir a cantar en Buenos Aires y así lo hizo. Pronto irrumpió en el gusto popular de toda Argentina con la canción Celia. Después siguieron los éxitos, participó en cuatro películas. Pasó a ser tapa de revista. Volvió triunfante a Santiago del Estero, que lo recibió en apoteosis.
Un gran impacto popular fue la noticia de su breve noviazgo y definitivo casamiento con Mariette, con quien fue después a vivir en España, donde su arte ya era famoso. Años después se trasladaron a Méjico, donde también ya era popular; cuando se iba, dedicó al país la canción Toquen Mariachis Canten, en la que pregunta: ¿Fronteras, porqué fronteras? En Perú también estuvo y le dedicó la canción Cuando me alejo de Lima. En fin… por donde va, Leo Dan deja recuerdos muy agradables y alegrías, satisfaciendo así una de las necesidades humanas.
Escribió el libro Un pequeño grito de fe, donde dice sus pensamientos sobre la vida. Hoy, Leo Dan y familia viven en Miami, Estados Unidos. Cada tanto viene a nuestro país y, según decía uno de sus hermanos, el querido Mamo Tévez: “Dante llega de visita en Estación Atamisqui más veces que lo sabido por la gente”.
Sigue creando música y actuando en Estados Unidos. Ha donado la casa familiar para que se haga un museo en Estación Atamishqui, el que formaría parte del corredor cultural con la cercana Villa Atamisqui, que ya tiene el Museo de la Sacha Guitarra.
En este día estamos celebrando el cumpleaños número ochenta de Leo Dan, quien hace muchos años contaba cantando: “Un día de Otoño, al mundo llegué, muy pronto el Invierno su frío me dio. El tibio Verano calentó mi nido y la Primavera adornó con flores nuestro humilde hogar”.
22 de Marzo de 2.022.