Septiembre suele ser considerado el mes más feliz del año. En él están contenidos el Día del Maestro y el Día del Estudiante. Comenzamos el mes en Santiago del Estero con hilachas de Invierno colgando de algunas ramas secas de árboles que por otra parte ya están mostrando sus hojas de un color verde límpido. Las abejas, que estuvieron afanosamente visitando las flores de lapacho y entrando en toda casa en que hubiese algo dulce, ahora prefieren las flores del chañar, con su atractivo color amarillo que presagia abundante polen y néctar. 

Algunos pájaros, como la charrasquita, comenzaron a mediados de Agosto a construir sus pequeños nidos y advertir que ellos están ahí dispuestos a la defensa. Esas advertencias son hermosos cantares que llenan los cada vez más tempranos amaneceres, las mañanas y gran parte de la tarde. 

El monte comienza a cambiar de color, pues está llegando el Ckómer Pacha (Tiempo Verde), mientras poco a poco se retira el Chiri Pacha (Tiempo Frío). En cuanto a temperatura, estos cambios se parecen al oleaje en la orilla del Mishqui Mayu cuando está creciendo: El agua llega como una pequeña ola que avanza unos centímetros en la arena o en la tierra, para retirarse enseguida hasta donde  estaba antes el nivel de agua o con ligero avance. En las playas de arena que están cerca del Puente Carretero, vemos que en la época de creciente el agua va y viene, pero poco a poco viene avanzando costa adentro. 

Cuando baja el nivel de agua en el río, las pequeñas olas hacen que el agua avance y retroceda en la playa, pero va a retroceder cada vez un poco más que lo avanzado. Dicen que el movimiento del mar es así también con los cambios de marea. No baja en forma lineal y tampoco sube directamente. Siempre hay un movimiento de ir y venir. Los cambios de temperatura en cada final del Invierno se dan en forma de oleadas, en las que tenemos días cálidos seguidos por días fríos, para luego volver los días ligeramente más cálidos que los anteriores a la ola de frío; así, poco a poco, la temperatura va aumentando con sus vaivenes. 

La que sí avanza en forma lineal es la duración del día. No lo percibimos de un día para otro, pero el Sol aparece en el Este cada vez más temprano y se hunde en el horizonte del Oeste un poquito más tarde cada día. También los rayos de Sol que entran por las ventanas y puertas abiertas van cambiando de posición de un día para otro, de un modo poco perceptible. Es un tiempo en que las sombras se acortan. 

Las variaciones de la longitud de las sombras y la duración de los días son poco perceptibles en Santiago del Estero, unos quinientos kilómetros al Sur del Trópico de Capricornio, línea imaginaria sobre la cual los rayos del Inti caerán verticales en algún momento el 21 de Diciembre. Ahora el Sol “viene” desde el Hemisferio Norte para estar sobre el Ecuador el Martes 22, después del Día del Estudiante. 

Más al Sur de nuestra provincia, los cambios en cuanto a la duración del día y de la noche son más notables, especialmente en el extremo Sur del continente, en Tierra del Fuego y más aún en la Antártida. 

También está comenzando el Sisa Pacha (Tiempo de las flores). Falta poco para el día en que los maestros de escuela primaria recibirán saludos y atenciones varias por parte de colegas, amigos y parientes, e incluso algunos alumnos tendrán algún gesto amable hacia quienes procuran prepararlos para el futuro. Algunos recordaremos que hace décadas, cada 11 de Septiembre nuestras madres nos daban un ramo de flores cortadas del jardín de la casa para llevar de regalo a la Maestra; otros alumnos llevaban regalos comprados para “la señorita” (así, con la palabra completa). 

El 17 de Septiembre viene la evocación de José Manuel Estrada, el docente de enseñanza media que hizo una gran obra educativa y falleció el 17 de Septiembre de 1894. Poco a poco, el Día del Profesor va tomando trascendencia, al no haber orden de odiar a Estrada; tampoco hubo ni hay orden de ensalzarlo. En quichua, tanto el docente de enseñanza primaria, como el de secundaria, terciaria o universitaria, viene a ser Yacháchej, al igual que cualquier persona que enseña algo, pues yacháchej es el participio activo de “hacer saber”; por lo tanto, se puede llamar Yacháchej a la persona que enseña. Se podría traducir como “enseñante”. 

El 21 de Septiembre decimos que es Día de la Primavera y Día del Estudiante. Aparentemente ha sido para simplificar las cosas que ha quedado establecido el 21 de Septiembre como el comienzo de la Primavera, aunque el Equinoccio se da después. Ya no recordamos que los restos del gran educador argentino Domingo Faustino Sarmiento llegaron a Buenos Aires desde Asunción del Paraguay diez días después de su muerte, que el Día del Estudiante comenzó a celebrarse a nivel universitario como un homenaje a Sarmiento y que luego fue adoptado por las escuelas secundarias de todo el país. Con el tiempo, el Día del Estudiante quedó relacionado con el Día de la Primavera, pese a que los buenos estudiantes saben que la Primavera comienza en otro momento y que si son estudiantes curiosos consiguen averiguar el origen de sus festejos. 

Sea como sea, Septiembre es un mes simpático y alegre, sobre todo si nosotros los seres humanos dotamos al mes de alegría y esperanza en los días venideros, días que forjaremos con dedicación y honestidad. En esta época del año, madruguemos o no madruguemos, cada día amanecerá más temprano. Es tiempo de aprovechar el tiempo. Cada día hay flores que se abren y pájaros que cantan. Entramos en el mes de la Primavera. Pasó Agosto, augusto mes que injustamente ha sido relacionado con las muertes.  

Septiembre es un mes de cambios positivos; entonces, cambiemos nosotros mismos en forma positiva, evitando el robo, la mentira y la pereza. ¡Ama súa, ama llulla, ama ckella!         

01 de Septiembre de 2.020.