Así decía un vecino de Puerto Madryn, ciudad construida a orillas del Golfo Nuevo, en la provincia del Chubut. La cercanía de un gran establecimiento metalúrgico hizo que Puerto Madryn se poblara con llamcajcuna (gente de trabajo) de todo el país. Como es de suponer, entre tantos nuevos pobladores no podían faltar los santiagueños, que llegaron aviados con ganas de trabajar, chacareras y ropa de abrigo.
En los barrios de Puerto Madryn, los días Domingo suelen ser de reuniones familiares y de guitarreadas entre amigos. La chacarera se hace escuchar en voces de distintas provincias en las abrigadas salas o debajo de los abundantes parrales, según la temperatura del día. Cada vez que se puede, hay alguna peña folclórica en la que cada grupo provinciano hace escuchar la música de su propio pago y algunas chacareras santiagueñas.
Las avenidas costeras y el muelle nos permiten un acercamiento al mar y sus encantos. En esta época, cada año es posible ver de cerca a la mansa ballena franca austral, la que comienza a mostrarse en el Golfo Nuevo en cada comienzo de Otoño y va aumentando en número cada día. Han llegado desde el Sur para reproducirse en las tranquilas aguas del golfo y criar a sus cachorros hasta el logro de un tamaño y fortaleza que permita a los pequeños salir a mar abierto. Cuando avanza la Primavera, las ballenas comienzan a salir del golfo para iniciar su viaje hacia aguas antárticas.
Saliendo de la ciudad hacia el Norte, a los pocos kilómetros llegamos a la playa El Doradillo, que tiene suelo arenoso y una fuerte pendiente. Cuando la marea está alta y el viento es suave, las ballenas se acercan a la costa hasta pocos metros de los grupos de gente que van hasta El Doradillo para disfrutar del espectáculo.
Otra opción de avistaje cercano es la excursión en lancha desde Puerto Pirámides, en la cercana Península Valdés.
De viaje hacia Puerto Pirámides, uno puede visitar el Centro de interpretación, donde aprenderá más sobre las ballenas y la fauna de la península. En Puerto Pirámides encontrará un pequeño pueblo dedicado al turismo, con su puerto para embarcaciones chicas. Ya en las aguas del Golfo Nuevo, el timonel guiará la embarcación hacia alguna ballena, o tal vez alguna ballena vendrá hacia la embarcación; entonces, los paseantes podrán ver al gran cetáceo pasar a pocos metros de profundidad por debajo de la lancha, emerger mostrando su gran cabeza, o sumergir casi todo su cuerpo, dejando a la vista únicamente su aleta caudal, como una imagen simbólica de Puerto Madryn.
El espectáculo natural y gratuito que brindan las ballenas y demás fauna del Golfo Nuevo y de la Península Valdés, es muy apreciado por los habitantes de la ciudad y los visitantes que llegan de todo el mundo. La fauna local, especialmente la ballena, es un rasgo de identidad para Puerto Madryn y es también una fuente de ingresos por la actividad turística. Felizmente, la población lo entiende así, por eso hay una buena mentalidad conservacionista que permite mirar con esperanza el futuro de esos animales sorprendentes.
Cada provincia tiene en sí un rasgo característico que le da personalidad y la hace atractiva. En Santiago del Estero tenemos, entre otras características, la chacarera que se toca y canta “a lo santiagueño”. En otras provincias argentinas y en Bolivia hay quienes crean y quienes interpretan chacareras, pero en esos mismos lugares se valoran especialmente las chacareras creadas por santiagueños, tocadas y cantadas por santiagueños. Para gente de otros pagos, es una experiencia muy valiosa el venir a Santiago del Estero para encontrar lugares y situaciones que mencionan las chacareras.
Hay quienes llegan con el objetivo de tomarse fotos en el Puente Carretero, hay visitantes que desean conocer las salinas de Santiago, también los que sueñan con participar en una Marcha de los bombos o pasar una tarde en El Patio del Indio Froilán, o comprar algo en el Mercado Armonía, pasear por el Parque Aguirre, avistar los ochogos en el Río Dulce, caminar por un sendero en alguno de los montes que aún existen en nuestra provincia, algunos de ellos a pocos kilómetros de La Banda o de Santiago.
En todo esto, el visitante valora más que nada el trato con gente santiagueña que habla como gente santiagueña y que obra con la amabilidad que se dice tenemos los santiagueños. Si en medio de las andanzas por Santiago encuentra alguien que hable quichua o que cante en quichua, el visitante sentirá que ha tocado el corazón de la provincia.
Felizmente, a pesar de los avances en contrario, se puede encontrar negocios que tienen nombre quichua o bilingüe, se puede encontrar santiagueños que utilizan regionalismos y expresiones locales en el habla cotidiana, conscientes de que ser uno mismo no es factor de atraso y de que la imitación de extranjerismos no es un boleto de ida hacia “primeros mundos”.
Si la gente de Chubut decidiese poblar el Golfo Nuevo con algún aparato que suplantase a las ballenas, obligándolas a buscar otras aguas, es seguro que ese error dejaría a Puerto Madryn y a la provincia sin los importantes ingresos por turismo, además de quitar alegría a las aguas que acarician sus costas.
Si Santiago del Estero decidiera sustituir su chacarera, su habla y su modo de ser, para ir hacia modos de ser ajenos por una supuesta modernización, sería un desastre en muchos aspectos. Los santiagueños debemos ser y parecer santiagueños, pues así estaremos en posición de crecer en la autenticidad.
Las figuras que lograron un progreso notable para el país y para el mundo, surgieron de comunidades que tenían sus rasgos particulares; nuestra provincia es uno de esos lugares generadores de personalidades señeras para nuestro país. Las personas notables causaron cambios en la vida de sus respectivos países y del mundo, sin alterar por ello el modo de ser de su lugar de origen. Por otra parte, la modernidad no tiene por qué quitarnos nuestra identidad.
Ama súa, no nos quitemos ni permitamos que nos quiten nuestro modo de ser. Ama llulla, no caigamos en el engaño de que pareciendo otros mejoraremos nosotros. Ama ckella, sin menoscabar lo ajeno y tomando de ello lo que no dañe a los nuestros, dediquémonos a sostener la identidad santiagueña.
07 de Julio de 2.020.