Se viene Mayo con su Día del Trabajador y el aniversario de la Revolución de Mayo de 1.810. Al pronunciar Mayo con la y suave, igual que muchos hablantes del castellano en el mundo, quizá la mayoría, el nombre del quinto mes del año se parece mucho a la palabra mayu (también con y suave), la que en quichua significa río. Una vez más, comprobamos la importancia de la pronunciación.
Nos quedamos un poco aún en el mes de Abril, en el día 29, cuando se conmemoró el Día del Animal. La celebración en esa fecha se da en Argentina, pues a nivel internacional tal celebración ocurre en Octubre.
Nuestro país es el primero en el mundo en tener su Día del Animal. Hubo antecedentes en Estados Unidos con el Día de las Aves, e Inglaterra con el Domingo de los Animales, practicado por algunas congregaciones religiosas.
El artífice de esta celebración argentina es el Dr. Ignacio Lucas Albarracín, nacido en Córdoba y declarado sanjuanino. Era pariente cercano de Domingo Faustino Sarmiento, por Paula Albarracín de Sarmiento.
Ignacio Lucas Albarracín hizo la escuela primaria en San Juan y la secundaria en Córdoba, para seguir sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, donde se doctoró en Jurisprudencia. Si bien es cierto que durante unos años se dedicó a la defensa de los derechos de los ciudadanos que se lo requiriesen, su intención estaba dirigida a los más indefensos. El Dr. Albarracín amaba la Naturaleza y profesaba un culto civilizado por la vida.
Se unió a Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre, Carlos Guido y Spano, Vicente Fidel López y otras personalidades, para seguir la idea del pastor Juan Francisco Thomson y crear en 1.879, la Sociedad Argentina Protectora de Animales. La Sociedad logró que se sancionara en 1.881, la primera Ley de Protección de los Animales. Esta Ley ha sido la primera en su tipo en América del Sur; prohibía las riñas de gallos y de perros y las corrridas de toros, que aún se hacían, a pesar de que habían sido prohibidas en 1813.
En nuestro país ya existía una Sociedad Protectora de Animales, fundada en Rosario en 1871, la que nació con la intención de prohibir los castigos a los animales y su uso para el trabajo aún estando flacos y enfermos. Casi ciento cincuenta años después, aún se debe combatir los abusos contra los seres más indefensos.
Considerando que sin la bondad, la civilización era solamente una palabra, el Dr. Albarración propuso la realización de una fiesta por el Día del Animal en Buenos Aires. Finalmente logró la concreción de una fiesta con la participación de miles de alumnos y padres. El día fijado para la fiesta fue el 29 de Abril de 1.908. Fue el día establecido para hablar especialmente del buen trato hacia los animales, para acostumbrarse a ser considerado con los más indefensos.
En un pasado remoto, el ser humano debió cuidarse mucho de los animales, pues por naturaleza el hombre es muy limitado físicamente si se lo compara con animales, los que están especializados para correr o saltar, o volar o nadar y con armas naturales para combatir por su vida. La gran diferencia que hizo al humano imponerse sobre los otros seres, ha sido el desarrollo de su inteligencia para poder correr, saltar, nadar e incluso volar, además de inventarse herramientas y armas. Es interesante observar a un humano de cualquier edad dominando a un caballo, a un toro, a un puma y, en definitiva, a todo animal que habita la Tierra. En su expansión por el planeta y explotación de los recursos, el Ser Humano ha conseguido controlar cualquier avance animal, causando incluso el retroceso poblacional y extinción de especies enteras.
El avance del humano contra los recursos naturales del planeta que habitamos ha causado la desaparición de muchas especies animales y vegetales, comenzando ya a poner en riesgo su propia supervivencia. Es necesario ser racional y bondadoso en el trato hacia los animales, tal como lo planteaba el Dr. Albarracín, quien propiciaba la educación humanitaria en las escuelas primarias, para sembrar conciencia del trato amable y bondadoso para con los animales, afirmando que el hábito de la bondad, al igual que la crueldad, se arraiga en el individuo y hace que sea también cruel o bondadoso con los humanos, según haya sido su formación.
Suele ocurrir que algunos seres humanos son desconsiderados e incluso crueles contra quienes consideran indefensos, ya sean éstos humanos o animales, pero se doblegan de miedo ante un ser que los supera en ferocidad. Quien es piadoso con los débiles, es muy posible que sea firme ante los fuertes.
El Dr. Albarracín y las sociedades protectoras de animales, han luchado contra el trato innecesariamente rudo hacia los animales, lo que se puede observar en las riñas de gallos, las corridas de toros, los espectáculos de jineteada llamados doma, y en ciertas situaciones de abuso en el trabajo con animales.
Por una de esas coincidencias que se dan en la vida, el Dr. Ignacio Lucas Albarracín falleció un día 29 de Abril: El 29 de Abril de 1926. Podría haberse dedicado a la actividad política, o podría haber hecho una buena carrera como abogado. En ambos casos, el Dr. Albarracín podría haber contado con la ventaja de su parentesco con un Presidente de la Nación, pero prefirió ir gastando una pequeña herencia mientras cumplía su misión humanitaria en la vida. Decía una nieta de este notable argentino: “En esa época, en que era tremenda la trata de blancas, se oponía a eso, defendía a los indios y su amor y lucha eran los animales. Esos eran sus ideales y por ellos era muy austero.”
Desde 1908, en nuestro país se celebra el Día del Animal el 29 de Abril, en conmemoración de la fiesta promovida por el Dr. Ignacio Albarracín.
En nuestro cancionero criollo se menciona con bastante frecuencia a los animales. En quichua, al perro lo llamamos ashcko, el gato es mishi, la gallina es atashpa, el sapo es ampatu. La tortuga es llamada hualu y ocasionalmente, 'rumi ampatu (sapo de piedra). El pájaro es llamado pishcko, pillco, pilco. El chingolo es llamado icacu o icanchu; dice el Profesor Domingo Bravo que la raíz ica se refiere a una cosa delgada, menuda, ínfima. Quishquitero sería “espinero”, o más aún: “Espinitero”, pues el pajarito hace nido con ramas espinosas. Se llama túaj a una ave sudamericana conocida como chajá. El pala pala es el buitre al que llamamos cuervo. Chuspi es la mosca. Machájhuay es la víbora. El zorro es llamado átoj. Al cerdo se le llama cuchi.
Se agrega el prefijo sacha para significar que un animal es sachero (del monte) cuando existe otro del mismo nombre en estado doméstico. Por ejemplo: Sacha cuchi (pecarí, chancho del monte), sachamishi (gato del monte), sachacabra (cabra del monte, corzuela, guasuncha, guasuncho).
Cuando un animal ataca, lo hace para defenderse o por necesidad. Sería terrible que los animales nos atacasen por diversión o para descargar frustraciones. Es mejor no dar el mal ejemplo, y tratar de aprender a no atacar sin necesidad.
30 de Abril de 2.019.