El dicho es aplicable a diversas situaciones, incluso a los días de lluvia. En tiempos de sequía deseamos que llueva para que se mejore todo el ambiente. Con la lluvia, las plantas brotan y rejuvenecen, los horneros y otros pájaros cantan con mayor alegría, deja de haber polvillo de tierra suelto por todas partes, etc.
En Santiago del Estero, cada tiempo de sequía es temporal, lo que significa que dura solamente un tiempo mas o menos breve. Esa sequía puede terminar en un fuerte temporal, como suele llamarse a las fuertes tormentas en la terminología marítima. También podría ocurrir, después de unos días calurosos, que un gran manto de nubes con lluvia nos cubra por varios días, como ocurrió durante las últimas dos semanas. A ese período de varios días en que fuertes chaparrones se alternan con lloviznas, luego una breve calma para volver las precipitaciones, también se lo llama temporal.
Suele llamarse temporal a distintos fenómenos climáticos, justamente por que no son permanentes, sino que tienen una permanencia temporal, de solamente una porción de tiempo, que puede ser de varios días o breves pero intensos. Es inimaginable el tiempo que no tiene comienzo y final; por lo tanto, hablar de “porción de tiempo” suena absurdo u obvio, por eso puede ser mejor decir “lapso breve” o una expresión parecida, con la que tendremos una idea respecto a cuán alejado de la eternidad está el tiempo al que nos referimos.
El lapso que para unos puede ser breve, para otros puede parecer extenso; para eso es que se ha convenido medir el tiempo en segundos, minutos, horas, días, etc. Para ser un poco más precisos, podemos decir que una lluvia o cualquier otro evento, o incluso algo que ha sido organizado previamente, tuvo una duración de tantos minutos, tantas horas o de tantos días, por ejemplo.
Hace dos semanas, en Santiago del Estero y en otros lugares de nuestro país, comenzó un temporal de lluvia, primero con tormentas fuertes seguidas de lloviznas y breves lapsos de cielo nublado sin precipitación. Después, al menos en nuestro pago, se alternaron las lloviznas de distinta intensidad con los períodos nublados. Ayer (Lunes 7) Inti (el Sol) “entró tímidamente y sin permiso” (diría un poeta español) por entre las nubes, provocando evaporaciones que causaron su nuevo ocultamiento, pero ya las nubes tienden a dar paso a los astros lejanos en nuestro cielo y se puede ver ckollurcuna (estrellas) que esperan cada noche la aparición de Quilla (la Luna). Aún aparecen algunas lluvias breves, pero la tendencia del tiempo es hacia los días de Sol.
Tata Yaya munaptencka (Si Tata Dios quiere), la fiesta del Señor de los Milagros de Mailín tendrá buen tiempo este año. Es posible que en los caminos de tierra, por donde deben llegar los peregrinos de otros parajes, estén con algo de barro y algunos charcos. Habrá que buscar caminos alternativos, salir con bastante anticipación para marchar hasta la Villa Mailín como cada año.
Para quienes viajan desde otras ciudades de nuestra provincia o de otros lugares de nuestro país, la llegada a la Villa Mailín es por la Ruta Nacional 34 y luego por el acceso hacia la Villa, totalmente pavimentados, al igual que las calles principales del poblado.
La fiesta de Mailín supo tener lluvias, temporales, heladas, días calurosos… en fin, todas las variantes posibles en cuanto al clima. Esta fiesta religiosa popular se da cada año mas o menos unos cuarenta días después de Semana Santa. Cada Pascua de Resurrección es celebrada el primer Domingo posterior al primer plenilunio que ocurra a partir del 21 de Marzo, por eso es que la Fiesta de Mailín se hace dentro del Otoño, época de cambios que marcan el paso desde el Verano hacia el Invierno.
La dos veces centenaria Villa Mailín, distante unos 130 km de la ciudad de Santiago del Estero, ubicada en el departamento Avellaneda, a la vera de la Ruta Provincial 159, congrega cada año a miles y miles de fieles de distinta procedencia. Una semana después de la llamada “Fiesta grande” hay otra fiesta religiosa para los vecinos, que estuvieron atendiendo a la gran cantidad de visitantes. En esta fiesta para los vecinos no están los puestos de entretenimientos, comidas y bebidas de la Fiesta grande, sino que es una celebración totalmente religiosa, con misa y procesión.
La Fiesta grande del Señor de los Milagros de Mailín es un gran acontecimiento religioso, cultural y turístico, por el cual confluyen a la Villa una gran cantidad de gente para cumplir promesas hechas al Señor Forastero, reencontrarse con familiares y amigos que viven en distintos lugares del país, divertirse juntos durante las horas de vigilia, compartiendo el canto, la música, la danza, juegos tradicionales y otros entretenimientos.
En el Domingo más cercano al 14 de Septiembre de cada año, se realiza la Fiesta chica, de gran convocatoria aunque mucho menos que la Fiesta mayor. Suele haber una gran peregrinación a pie desde la ciudad capital provincial, además de las individuales o familiares que se hacen desde otros lugares en cualquiera de las dos fiestas.
La tradición dice que el poblador de la zona llamado Juan Serrano, habría encontrado al pie de un algarrobo, una cruz de madera tallada, con una imagen de Nuestro Señor Jesucristo. De la afluencia de gente para adorar la imagen, surgió con el paso de los siglos la colosal fiesta convocante de fieles que viajan desde grandes distancias, incluso desde países vecinos.
El culto al Señor Forastero, luego Señor de los Milagros de Mailín, puede haber parecido en un comienzo que sería algo pasajero, temporalmente breve, con el paso del tiempo, desafiando temporales climáticos y de otras índoles, ha pasado a ser una fecha muy importante en varios aspectos de la vida santiagueña, tanto para quienes vivimos en la provincia como para quienes están fuera de ella.
Hay que programar bien la actividad laboral con suficiente anticipación para poder viajar a Mailín; quienes organizan los espectáculos de fútbol a nivel provincial, dejan libre el fin de semana de la fiesta; el Estado se ocupa de la seguridad en las rutas y en la Villa... En fin, Santiago del Estero se moviliza este fin de semana por el Señor de los Milagros de Mailín y su fiesta eminentemente criolla.
Que el Señor proteja a los peregrinos y a sus seres queridos.
08 de Mayo de 2.018.