La zamba de Rodolfo “Polo” Giménez va mostrándose poco a poco, a medida que el peregrino va acercándose al Valle de Catamarca. El promesante santiagueño ha salido desde sus amplias llanuras para cruzar el Río del Valle y cumplir con una deuda de gratitud.
Si la salida es desde la ciudad de Santiago del Estero, habrá que pasar por la amplia rotonda del Oeste de la ciudad, la que luce una hermosa gran bandera flameando en un mástil fuerte y alto. De esa rotonda parten cuatro grandes caminos bien pavimentados: La avenida Libertad, que es por donde hemos llegado, la Ruta 9 hacia el Norte para ir a Las Termas de Río Hondo, Tucumán, Salta, Jujuy, Bolivia, la Circunvalación hacia el Sur para acceder a una amplia zona de la ciudad y tomar la Ruta 9 hacia Loreto, Córdoba, La Pampa, la Patagonia, Buenos Aires. Como si fuese la continuación de “la Libertad” hacia el Oeste, sigue la Ruta 64, por la que llegaremos a Pampa Múyoj, San Lorenzo, Cerrillos; en Santa Catalina encontraremos una rotonda que también sale hacia tres rutas bien pavimentadas: Hacia el Norte a Las Termas de Río Hondo, hacia el Sur a Villa La Punta, Choya, Frías; hacia el Oeste tenemos la subida hacia los cerros de Guasayán.
Sigue el paisaje de quebrachos, algarrobos y otras especies autóctonas, pero en el cerro la vegetación es más abundante y con mayor variedad. Cuando comenzamos a bajar descubrimos un paisaje enorme, en el que llama la atención la recta de la ruta que nos llevará hacia Lavalle, una de las ciudades que están en el límite con Catamarca. Cruzamos la ruta que va por un lado hacia Frías y por el otro lado hacia San Pedro de Guasayán y entramos en Lavalle. Aún dentro de la ciudad, cruzamos unas vías de ferrocarril y ya entramos en la provincia de Catamarca. Una parte de Lavalle es santiagueña y forma parte del departamento Guasayán; otra parte es catamarqueña; pertenece al departamento Santa Rosa.
Seguimos por la Ruta 64 hasta llegar a Las Cañas. Ahí la ruta gira unos noventa grados a la derecha. Aquí tenemos que tomar una decisión: Si seguimos derecho vamos por la Ruta Provincial 42 hacia El Alto, luego la hermosa Guayamba y seguimos hacia la parte alta del cordón serrano llamado Ancasti, del cual descenderemos hacia la capital provincial por la bella y famosa Cuesta del Portezuelo. Debemos pensar bien antes de decidir y debemos decidir antes de iniciar el viaje, pues por El Alto y El Portezuelo, el viaje será más breve pero con riesgos que no los tenemos por la Ruta 64. Si vamos por El Alto, al llegar a la cima y si no hay nubes, veremos el Valle de Catamarca como si estuviésemos en un avión o helicóptero. En todo el trayecto vemos otros peregrinos, así que no precisamos consultar los carteles indicadores, muchas veces ausentes en las encrucijadas, para no errar el camino hacia San Fernando del Valle de Catamarca.
Hemos optado por seguir la Ruta 64 y llegamos a Bañado de Ovanta, otro lindo pueblo catamarqueño en el que se perciben las diferencias y similitudes con las provincias vecinas, pues el Noroeste Argentino es un grupo estrechamente hermanado, aunque manteniendo cada una de las provincias su identidad. Pasamos Bañado de Ovanta y nos dirigimos a Los Altos, nombre que podría confundir a los viajeros que vienen por primera vez. Los Altos está en la Ruta 64, por donde vamos hacia la capital catamarqueña por la Cuesta del Totoral, mientras que si vamos hacia El Alto, vamos a la capital por la Cuesta del Portezuelo. En esta parte de la provincia, al igual que en el Sur de Tucumán, cada tanto podemos encontrar una plantación de tabaco con sus secaderos, que parecen grandes casas sin paredes y llenas de un cuadriculado de largos troncos de poco espesor, donde cuelgan las hojas de tabaco.
Siguiendo por la misma ruta, cruzaremos el Río Huacra, que marca el límite de Catamarca con Tucumán. Estamos en el Sur de la Provincia de Tucumán. Pocos kilómetros mas adelante encontramos una rotonda que nos permitirá ir hacia la ciudad de San Miguel de Tucumán si tomamos hacia el Norte por la Ruta 38. El primer pueblo que encontraríamos en ese caso se llama Rumi Punco, deformación del quichua ‘Rumi Puncu (Puerta de Piedra). Según estudiosos, el nombre del río Huacra sería una deturpación de Huajra (cuerno).
Seguimos girando en la rotonda y tomamos hacia el Sur, cruzamos nuevamente el Río Huacra y volvemos a entrar en Catamarca, para subir la cuesta de La Viña, la que pasando cerca del poblado del mismo nombre, nos permite tomar la Cuesta del Totoral hacia La Merced, hermoso poblado del departamento Paclín. Podemos entrar hacia La Merced para comprar algo de la gran variedad de artículos regionales, o podemos tomar el camino de Los Túneles, para conocer los túneles ferroviarios que habrían unido Catamarca con Tucumán hace mucho, de no haberse truncado el proyecto. Optamos por seguir, pues ya estamos dejando la cuesta con su ascenso suave, de curvas amplias, y ya avizoramos una recta que nos hará descender al valle.
Ahora marchamos por llanura, con el Ancasti a nuestra izquierda y elevaciones menores a nuestra derecha. Se pueden apreciar los distintos tonos de verde mencionados en la zamba Paisaje de Catamarca. Cada tanto vemos en “las casas” o en la banquina de la ruta, alguna majadita de blancas ovejas o un hato de cabras pastando tranquilamente. Hay paz en el aire.
Después de pasar por Monte Potrero y Palo Labrado, llegamos a la Villa del Portezuelo, donde la Ruta 38 recibe a la ruta que baja desde la cuesta. Si no hay nubes, La Cuesta del Portezuelo se puede ver como un zigzag que va hasta la cumbre de la Sierra de Ancasti. Desde el valle, “el Ancasti” nos muestra su cara como una pared inclinada, que apenas permitió la construcción de la zigzagueante ruta. Del otro lado, la pendiente es suave hacia Guayamba, Las Cañas y Lavalle.
Seguimos por la ruta 64 y comenzamos un suave descenso, pasamos por la salida hacia Huaycama y ya se nota que estamos próximos al conglomerado urbano de San Fernando de Catamarca. Pasamos un puesto de la Policía Caminera, luego una rotonda que nos dará la opción de ir hacia Córdoba o seguir por la Avenida Coronel Felipe Varela, prócer federalista nacido en Huaycama. Hacia la mano izquierda veremos la antena de LRA 27 Radio Nacional Catamarca. Al llegar al Monumento al Aborigen, la avenida pasará a llamarse Presidente Castillo y a poca distancia un puente nos hará pasar por sobre el Río del Valle. Hemos dejado el departamento Valle Viejo y estamos en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca.
Cuando la avenida cambia su nombre para Esquiú, faltan pocas cuadras para que por la calle Rivadavia lleguemos a la Plaza 25 de Mayo. Del otro lado, sobre la calle Sarmiento, está la Catedral, donde se pide gracia a la Virgen del Valle en cualquier época del año, y su fiesta central es cada 8 de Diciembre.
Después iremos a La Gruta, lugar de la aparición de la Virgen en el Siglo XVII, al pie de la Sierra de Ambato, a pocos kilómetros de distancia. Cumplida la promesa de llegar para agradecer, podemos regresar en paz.
05 de Diciembre de 2.017.