Por una parte, estamos contentos pues por fin llega el mes que esperábamos; pero no salimos de la sorpresa que nos causa el estar por transitar el tercer mes del año, por que “parece que era ayer” cuando estábamos en las fiestas de fin de año.
El tiempo pasa inexorable y no hay forma de evitarlo. Lo que sí podemos evitar es que el tiempo “se nos vaya de las manos”: Basta con tomar conciencia de que al tiempo no podemos amoldarlo a nuestras apetencias y sí podemos adaptarnos al tiempo. Adaptarnos al transcurrir del tiempo y a las diversas circunstancias que enfrentaremos en la vida, es una obligación para quienes queremos vivir racionalmente.
Los tiempos de la Tierra y sus movimientos naturales nos han traído el Verano, con sus calores y lluvias fuertes. Estaría de más mencionar que, si ha goteado el techo de la casa u ocurrido un mal mayor durante las tormentas veraniegas, no ha sido por culpa del clima, sino por falta de previsión, pues sabemos que en la época estival hace calor, ese calor provoca inestabilidad en la atmósfera y eso es motivo de tormentas con viento, rayos, lluvia y granizo.
Estamos en Marzo, aún en el cálido Verano y marchando hacia el Otoño. Poco a poco, los calores se van a atenuar y las lluvias serán menos frecuentes y con menos truenos. En los montes, está pasando el Póckoy Pacha (tiempo de las frutas maduras) y el Verano anuncia su partida. Han pasado o están terminando, varios acontecimientos anuales, entre ellos los festivales, muchos de ellos con nombres folclóricos.
Podemos ver que los numerosos festivales artísticos tienen nombres llamativos; algunos tienen el nombre del gentilicio de su lugar (como si diríamos Festival de los Santiagueños, por ejemplo); otros tienen un nombre relacionado con algo que haría pensar en tradiciones criollas nativistas; así es como tenemos festivales cuyos nombres se apoyan en la leyenda de la salamanca, en el canto sachero, en la chacarera, en la vidala, en las peñas... incluso en el quichua.
La realidad nos muestra que cada año los festivales se parecen cada vez más entre sí, al punto de que un canal de televisión de Buenos Aires intentó pasar un resumen descriptivo de los distintos festivales nacionales y parecía que repetía constantemente el mismo, con las mismas figuras, cambiando solamente el nombre del festival. En los festivales “chicos” se pudo ver también que, lejos de mostrar en el escenario los talentosos que corresponden al nombre del festival, optan por copiar de otros o mostrar a su población las figuras que le fueran impuestas desde Buenos Aires.
En general, el público es muy receptivo y acepta de buen grado los dictados de la televisión porteña y sus repetidoras locales. Entonces, si la televisión dice que hay que ir a ver a determinado artista, hay que exigir que actúe ese artista, sin importar que hay quienes suenan mejor, o calzan mejor en las características anunciadas para el festival, o que con lo que pagan a la gran figura podrían hacer actuar a muchos otros artistas también excelentes.
Está pasando el Verano y con él han pasado sus festivales dejando enseñanzas: Unos aprenderán que hay que ver bien qué anuncian para saber si se trata de algo coherente; otros aprenderán que están en la senda correcta, pues lo importante es la recaudación. En general, vemos que los festivales no responden cabalmente a lo que su nombre anuncia. Debemos reconocer que los festivales de música extranjera sí son rigurosos y auténticos: No admiten la participación de quienes no cultivan el género musical anunciado.
Está llegando Marzo y con él una serie de nuevos acontecimientos cíclicos. Es tiempo en que deben comenzar las clases en las distintas casas de estudios, por lo tanto, si ocurre como es habitual en las últimas décadas, el ciclo lectivo comenzará con paros ordenados por gremios de docentes. Después, de un modo u otro, las clases comenzarán y los docentes deberán recuperar el tiempo siendo generosos en las calificaciones, incluso para los estudiantes que parecen estar de paro.
Los nostálgicos recordaremos tiempos pasados, cuando la conducta, la puntualidad, el aseo, la atención en clase y el estudio en casa eran factores fundamentales para conseguir las calificaciones. Mientras hacemos comentarios nostálgicos, nos alegramos por las notas altas que detentan nuestros hijos o nietos, relativizando su falta de vocabulario escrito u oral, su falta de conocimientos generales y sus desplantes ante los adultos. Todo eso no nos interesa, pues reconocemos que nosotros no obteníamos notas tan altas y no sabíamos jugar con un teléfono celular o computadora como lo hacen ellos.
Cuando queremos hacer un trámite o una simple compra, en ocasiones somos atendidos por gente que no sabe atender a la gente, expertos en computadoras que no pueden resolver lo nuestro por que “no hay sistema”, cajeros que recurren a la calculadora para saber el resultado de diez más diez. Renegamos por todo eso, pero no lo relacionamos con el rendimiento escolar, como si creyésemos que los actuales niños van a ser siempre niños y que los jóvenes funcionarios no han sido estudiantes hace menos de una década.
Llega Marzo y con él vuelven los ciclos anuales de programas radiales que nos interesan especialmente. Al finalizar el ciclo 2016 del Alero Quichua Santiagueño hemos prometido que el primer Domingo de Marzo volveríamos a los micrófonos de Radio Nacional; los programas amigos del Alero también han prometido volver a comienzos de Marzo.
El Viernes 24 de Febrero, el Taller Continuo de Quichua, que funciona en la Biblioteca Pedro Firmo Únzaga de nuestra ciudad, ha vuelto a su actividad con una gran concurrencia de gente interesada en el quichua de Santiago del Estero.
En Radio Nacional Santiago del Estero está anunciado que el ciclo anual del programa Quichuamanta comienza el Sábado 4 de Marzo de 12 a 13 h; el comienzo del ciclo del programa Sapiyman está anunciado para el Domingo 5 de Marzo, de 10 a 11 h, en su horario habitual: Inmediatamente antes del Alero Quichua Santiagueño.
A partir de ahora y hasta fin de año, tendremos cada uno cuarenta oportunidades para ocuparnos de sostener y tratar de hacer crecer el quichua, como rasgo de identidad santiagueña, argentina y de América del Sur.
Marzo está llegando, las condiciones para hacer algo por el quichua están dadas, el resto está en nosotros. Vamos a lograr los nobles objetivos si obramos con honestidad, con veracidad y sin pereza. Ama súa, ama llulla, ama ckella.
28 de Febrero de 2017.