pregunta Julio Argentino Jerez en la Apología de la Chacarera. Uno puede estar en la mejor de las fiestas, con la música que sea considerada la mejor de ese momento, pero si alguien se larga cantando una chacarera, todos van a prestarle atención y, si suena una chacarera instrumental, por lo menos una pareja va a mostrar su alegría bailando. Algo hay con la chacarera.
Música de los chacareros, de la gente que cultiva la tierra, no se tiene certeza de su fecha ni lugar de nacimiento, pero indudablemente es en Santiago del Estero donde se arraigó y tomó una fuerte personalidad. La chacarera ha venido cambiando a lo largo del tiempo. Si uno compara las primeras grabaciones de Don Andrés Chazarreta con las interpretaciones actuales de diversos músicos y cantores, puede comprobrar la serie de cambios que sufrió esta música criolla, pero en todos los casos basta con escuchar un poco para saber que es chacarera y no otra cosa.
Parece ser que las primeras chacareras eran instrumentales, tocadas primero en solos de guitarra y luego con otros instrumentos, como el violín o el arpa. En los bailes de hace un siglo o más, cuando los músicos tocaban una chacarera, comenzaban con la introducción seguida de una estrofa, para ir repitiendo el esquema varias veces. Las parejas se incorporaban a la danza y al rato salían de la pista mientras los músicos seguían tocando la aparentemente interminable pieza musical, hasta que uno de los músicos exclamaba “¡Ahura!” para avisar que ahora venía la última estrofa. Puede haber sido así, pues en uno de los primeros discos simples de Don Andrés Chazarreta hay dos chacareras de cuatro estrofas y estribillo; dicen los que saben que esas chacareras, las que para nuestro entender tendrían una estrofa de más, serían lo máximo de duración que podía caber en un disco de aquellos años, por eso la habían acortado, en vez de tocar durante un rato como era habitual. No pasó mucho tiempo hasta que esta danza quedó como la conocemos: Con introducción, tres estrofas con dos interludios repartidos entre ellas, y estribillo, lo que enseguida se repite como segunda parte.
En cuanto al modo de bailar la chacarera, parece ser que mientras hubiese vueltas de la pareja, zapateo del hombre y zarandeo de la mujer, cada pareja bailaba según como le salía del alma. Poco a poco, se ha ido formando una coreografía de aplicación general.
También se dice, respecto al canto, que ha sido incorporado a la chacarera cuando la misma ya era conocida como música instrumental bailable, y que las primeras letras eran coplas sueltas e inconexas entre sí, como si fuese que el cantor solamente estaba supliendo a un instrumento, sin mayores pretensiones en cuanto a la letra cantada. Después han aparecido chacareras que relataban hechos, generalmente graciosos. Poco a poco, las letras de chacareras han ido ampliando su temática y han surgido las que describían el monte, la vida campesina, el río, el salitral, las fiestas populares, los sentimientos del autor y sus opiniones sobre hechos concretos, etc.
Por ser chacarera, cercana al monte, en muchos casos, sus letras hablan de rancho, bosque, árboles, monte, animales silvestres y todo lo que conoce el hombre de campo. Al afianzarse en las ciudades, la chacarera comenzó a referirse también a otros temas, entre ellos la nostalgia del santiagueño que emigró hacia otros pagos.
Hay gente que sin haber escuchado suficientes chacareras, repite una afirmación prejuiciosa que dice que la chacarera habla solamente del monte y, que por lo tanto, ahora no hay motivos para crear chacareras ni para que las nuevas generaciones puedan entenderla, pues el avance de la fronterar agrícola ha hecho desaparecer el monte de muchas zonas.
La deforestación, ese mal que tanto criticamos mientras disfrutamos de los beneficios materiales efímeros que la misma nos proporciona, no sólo afecta a la calidad del aire que envuelve a la Tierra, sino que también estaría dejando sin fuentes de inspiración a quienes quieren escribir poesía referida a los bosques y sus habitantes.
Es verdad que en los lugares donde no se ve el bosque, quien le cante o le escriba lo hará basado en el recuerdo de lo que viera antes o en relatos de terceros. Por otra parte, con bosque o sin bosque, el poeta y el cantor han de tener vivencias que compartir con sus semejantes, en forma de letras con música. Los letristas han creado chacareras para otros asuntos, no solamente el monte, el rancho y la vida rural en general. Hace muchas décadas que ha sido creada una chacarera para el Puente Negro, otra para una madre huelguista, otra para el almamula que supuestamente aparecía en un tradicional barrio de Santiago, otra para un amor que era buscado, otra para la ronquera, etc.
El poeta o letrista folclórico puede crear para distintos temas, sin necesidad de sentirse atado al monte y al rancho. Se puede escribir chacareras referidas a los campos sembrados, a los callejones de la zona rural, a los sentimientos del actual hombre de campo, a las fiestas patronales (ya hay creaciones al respecto), a la filosofía de vida de la gente sachera y de la gente “pueblera”, etc. Asuntos para abordar hay suficientes; es necesario que no decaiga el talento y el buen gusto, ambos dirigidos a enaltecer la chacarera. Por más que alguien diga lo contrario, hoy mismo hay quienes escriben chacareras con excelentes letras y músicas, refiriéndose a temas reales y actuales.
La chacarera puede ser creada en castellano, en quichua, en nuestro lenguaje bilingüe que mezcla quichua y “castilla”, puede usarse un vocabulario campechano, sencillo, con arcaísmos que usa nuestra gente del campo y de la ciudad, la chacarera puede tener descripciones de paisajes rurales, montaraces o urbanos... la chacarera puede tener lo que uno quiera proporcionarle.
La chacarera hace alegrar, hace zapatear y tararear a quien fuere. ¿Por qué será que ocurre esto? ¿Qué tiene la chacarera? Lo que tiene la chacarera es el espíritu criollo del santiagueño y, por extensión, de mucha gente de nuestro país.
10 de Enero de 2017.