las expresiones alegres y entusiastas, calificando a la audición final del ciclo 2016 del Alero Quichua Santiagueño no se hicieron esperar apenas terminado el programa radial del Domingo 18 de Diciembre. Habíamos tenido un lindo encuentro en Radio Nacional en el que hubo cantores y músicos “como para hacer dulce”(así decimos en Santiago respecto a lo que hay en abundancia). No ha faltado el diálogo en quichua ni los cantares también en la lengua de nuestros mayores.
Ese caluroso Domingo culminaba un ciclo anual muy particular. Habíamos comenzado “tarde”, recién en el mes de Junio, por problemas que la nueva administración del organismo nacional debía solucionar. Las autoridades debían resolver esos asuntos antes de autorizar el comienzo de las audiciones que son conducidas por personas que no tienen un vínculo laboral con Radio Nacional. Por si fuera poco, no se podía transmitir desde el salón auditorio, pues el mismo necesita reformas en cuanto a la seguridad de quienes estén dentro del mismo, así que hacíamos la audición desde la sala de locutores. Además, de 12 a 12,30 h no salimos por radio, sino únicamente por la página de Internet.
Ningún inconveniente es tal si de difundir el quichua se trata. Cada Domingo de este ciclo hubo gente dispuesta a compartir el habla y el canto de la tierra en que hemos nacido. El ciclo radial de este año tuvo un nombre significativo: Belindo Farías. Don Belindo Ignacio Farías nació en Barrancas, departamento Salavina. Allí se crió en una familia quichuista, con vecinos quichuistas. Al castellano lo aprendió en la escuela primaria. Su infancia se desarrolló entre la casa familiar, el campo y el monte, donde todo tiene sonido quichua, desde el huayra (viento) acariciando las ramas, hasta los coyuyos cantando en cada Verano. Primero la escuela y después el servicio militar obligatorio, fueron los factores que ampliaron su horizonte, presentándole nuevos desafíos, a los que el joven Belindo enfrentó con decisión.
Afincado en la ciudad, su espíritu solidario lo hizo alistarse en las filas del Cuerpo de Bomberos de la Policía de la Provincia, donde sirvió en forma abnegada y con eficiencia reconocida, lo que le valió hacer carrera como Suboficial, llegando a una jerarquía alta. Una vez retirado del servicio activo, dirigió técnicamente a distintos cuerpos de Bomberos Voluntarios de nuestra provincia en su etapa de formación. También fue directivo en el Centro de Retirados y Pensionados de la Policía de la Provincia.
Su casa en Santiago del Estero está ubicada a dos cuadras de la casa de Don Sixto Palavecino, también procedente de Barrancas. Don Belindo visitaba frecuentemente a Don Sixto, a quien llamaba “Tío” como expresión afectuosa. Sabedor de la existencia del Alero Quichua Santiagueño, cada vez que el servicio se lo permitía visitaba la radio, para presenciar los vivaces diálogos y participar ocasionalmente. Una vez retirado del servicio y con más tiempo disponible, Don Belindo participó con más frecuencia en las reuniones del Alero Quichua en la peluquería de Don Sixto, en la Avenida Belgrano.
A comienzos de los años ’80, una Asamblea Anual de socios eligió a Don Belindo Farías como Presidente de la Comisión Directiva. En esa época queríamos tener una sede social, pues Don Sixto había cerrado su peluquería y nos reuníamos en domicilios particulares, con las consecuentes incomodidades que se generan, especialmente a la hora de discutir algún tema muy importante.
Durante su paso por la Comisión Directiva, Don Belindo Farías demostró una gran capacidad ejecutiva. En un tiempo razonable, conseguimos terminar la construcción de una modesta sede social en el barrio Sarmiento. En ese lugar ocurrieron hechos trascendentes, como la nominación de la ex Calle 8 con el nombre de Don Vicente Salto, poeta y cantor quichuista para entonces fallecido, que fuera el primer Presidente de la Comisión del Alero Quichua.
A Don Belindo lo sucedió Don Carlos Maldonado, quien también encabezó gestiones muy importantes y también proporcionó grandes logros culturales para nuestro Alero Quichua. Cuando fue dejada de lado la actividad institucional en nuestra agrupación nativista, Don Belindo Farías se alejó por un tiempo, en gran parte desencantado por el gran retroceso.
Sus inquietudes solidarias lo llevaron a promover acciones varias, para favorecer a poblaciones de pocos recursos en el Sur de la provincia, lo que a la larga le valió diversos reconocimientos, incluso en forma de chacarera creada por el cantor Alberto Leguizamón, y el libro Don Señor, del escritor César Cisneros de la Hoz.
Retornado al Alero Quichua Santiagueño desde hace unos años, Don Belindo participa cada vez que puede en los diálogos quichuas. Su salud, fragilizada por la edad y los años de grandes esfuerzos, a veces le impide concurrir a la radio y otros acontecimientos donde es invitado. Este año, como un reconocimiento a su condición de quichuista inclaudicable y luchador incansable, el ciclo anual del programa de radio llevó su nombre.
En la audición final del ciclo Belindo Farías, él debía estar en la radio, pero el día anterior tuvo que viajar a otro lugar de la provincia, por el fallecimiento de un familiar de su esposa.
Durante la emisión del festivo último programa de este ciclo, el Profesor Dante Chazarreta leyó un acróstico que escribiera en reconocimiento a Don Belindo. Dice así: Buen yanasu santiagueño, bien nacido y por los soles curtido./ En tu mente está la nostalgia de tiempos idos./ Luchador incansable por servir a tus hermanos./ Infinita gratitud expresamos quienes te conocemos./ No debemos olvidar todo lo que nos enseñas./ Dios bendiga tu persona y perdone tus pecados./ Fiel a tus raíces, a tu lengua, a tu cultura./ Aquí estamos tus huauckes y panas para darte una mano./ Reímos, cantamos, bailamos; así nos alegramos./ Inmenso soncko pleno de valores humanos./ Amas tu tierra como un árbol bien crecido./ Sigue repartiendo lo que has vivido. (Yanasu = Amigo. Huaucke = Hermano del varón. Pana = Hermana del varón. Soncko = Corazón).
Y así, entre reconocimientos, homenajes, nostalgias, alegrías y esperanzas, hemos llegado al final del ciclo anual del programa de radio. Sentimos gratitud por haber podido realizarlo y compromiso por tratar de hacer que el próximo año sea mejor.
Chaina cachun (Así sea).
20 de Diciembre de 2016.