dice Carlos Carabajal en la chacarera De Fiesta en Fiesta (música de Los Hermanos Ríos). Hace un par de semanas que hemos comenzado a ver chañares bellamente florecidos en los montes santiagueños. En las ciudades también podemos encontrar ocasionalmente algún chañar que sobrevivió a los afanes modernistas; esos chañares “puebleros” también han florecido cuando percibieron que los días eran más largos y el Sol volaba cada día más alto.
Estamos en la época del año en que tanto el tiempo de luz diurna como la noche son mas o menos de igual duración. Estamos en el momento del Equinoccio de Septiembre, pues los observatorios dicen que los rayos del Sol llegarán perpendiculares al Ecuador a las 11,21 h (Hora de Argentina) del Jueves 22 de Septiembre.
De un año para otro, varía el momento en que Inti está vertical sobre la línea imaginaria del Ecuador, pero en nuestro país ya tenemos establecido que el 21 de Septiembre es el día en que comienza la Primavera, aunque en realidad ello ocurra después, como este año. La diferencia de altura aparente del Sol respecto al lugar donde estamos, es poco menos que imperceptible de un día para otro.
Llamamos día al tiempo de tránsito cotidiano del Sol por el cielo en el lugar en que nos encontramos. Ese tiempo de luz diurna varía durante todo el año, teniendo como extremos a los días de Solsticio, los que se dan en Junio y Diciembre. Para el hemisferio en que vivimos, en Junio hemos vivido los días más breves y las noches más largas del año. En Diciembre tendremos las noches más cortas del año y los días más extensos. Estas variaciones son más notables cuanto más cerca de los polos uno se encuentra. Santiago del Estero está relativamente cerca de uno de los trópicos y bien lejos del Polo Sur.
Hoy estamos en el término medio en cuanto a la duración de la noche y del día, estamos llegando al momento del año en que la noche y el día tienen una duración de doce horas cada uno, en todo el mundo.
Las plantas y los pájaros han percibido estos cambios antes que los humanos, por eso la competencia por mostrar belleza y abundancia de flores ha comenzado hace unas semanas. En Santiago del Estero, las moras y otras plantas ya ofrecen frutos a las aves que quieran alimentarse de ellas. La abundancia de alimento impulsa a los animalitos a procrear, para asegurar la continuidad de la especie. Estos días de comienzo de Primavera son días de flores, algunos frutos, abejas afanosas por llevar néctar y polen a sus colmenas, y pájaros cantando con entusiasmo desde antes del amanecer. La vida urge, hay que despertarse apenas cancha cancha (cuando se vislumbra una claridad).
Mientras en los montes hay algarabía por el canto de los pájaros y explosión de colores por las floraciones, en las ciudades también se percibe la llegada de la Primavera, especialmente en parques, plazas y jardines. Se ha establecido que el 21 de Septiembre es el Día del Estudiante, por considerarse que en la adolescencia, en la época en que normalmente se está cursando la escuela secundaria y comenzando el nivel terciario, es cuando el ser humano florece y se prepara para dar frutos.
Uno ha nacido y ha pasado por algunas etapas de crecimiento; en la etapa estudiantil está floreciendo y pronto a trocar las promisorias flores por frutos nutritivos, cual generosas plantita del monte. Esos frutos pueden ser hijos, a los que habrá que educar convenientemente, para bien de toda la comunidad y del individuo mismo. Los frutos de la preparación del estudiante son, esencialmente, logros técnicos, científicos, educativos o de otra índole, que han de servir a la comunidad, a la familia y a la persona que generó esos frutos.
Así como la planta con sus flores embellece al bosque y con sus frutos alimenta a los habitantes sacheros, del mismo modo las acciones de una persona pueden dar belleza y alimentos al medio en que vive. La planta va a vivir en un lugar más bonito y activo gracias a las flores y frutas propias y de sus vecinos. También nosotros vamos a mejorar nuestra calidad de vida gracias a lo que hagamos y lo que hagan quienes viven en el mismo ámbito que nosotros.
Si nos sentamos o acostamos a esperar que otros produzcan beneficios, de los que podremos “chujchar” (mechonear) algo, estamos en una actitud pasiva que apunta hacia la chatura y desertificación de la vida. Si florecemos en beneficios para la comunidad, los demás integrantes de la misma van a ver que se puede y se van a sentir impulsados a la realización del bien común.
Las acciones por el bien común pueden ser de diversa índole: Construcción, mejoras en el aspecto de lo ya construido, limpieza de los lugares de uso común, servicios que brinden bienestar a la gente, etc. Una actividad que construye, mejora a la comunidad en muchos aspectos y otorga bienestar a todos, es la educación, sin ninguna duda. Un pueblo preparado para afrontar bien la vida es la base para que se pueda convivir rodeados de logros y escasos de conflictos.
En nuestro diario afán por el crecimiento de la cultura quichua, estamos en una actividad constante de siembra, cría y cosecha. No debe interrumpirse tal actividad, pues la estimulación del aprendizaje de un idioma o de cualquier otro saber, en toda persona sin limitaciones de edad, es una forma de ayudarnos mutuamente en cuanto al crecimiento y producción de frutos.
Estamos en Primavera, en pleno Sisa Pacha (Tiempo de la Flor); es una excelente época del año para reunirnos a conversar, a intercambiar conocimientos en cuanto al habla quichua, a los cantares, danzas tradicionales y otros aspectos culturales de nuestra comunidad. Es tiempo de averiguar qué necesita la ciudad, pueblo o paraje en que vivimos y ver cómo podemos ayudar para que se logre lo necesario. La temperatura y luminosidad de los días en esta época del año son un buen estímulo para trabajar por buenas causas, las que han de beneficiar a nosotros y a quienes vienen después en el tiempo.
Las Primaveras seguirán sucediéndose mientras el mundo sea mundo. En cada Sisa Pacha va a florecer el entusiasmo de todos para lograr un mundo mejor. Las flores nos miran y alientan para el trabajo. Los pájaros cantan felices al ver que los humanos queremos convivir bien. Veamos y escuchemos bien esos mensajes que nos envía la Vida, pidiéndonos que le demos una mano solidaria.
Estamos en el Sisa Pacha, preludio del Póckoy Pacha (Tiempo de la maduración). Es un excelente momento del año para hacer el bien. ¡‘Ruaychis! (¡Hagamos!)
20 de Septiembre de 2016.