Es una pregunta que hemos escuchado y respondido unas cuantas veces. Las personas que buscan el sentido utilitario para entender cada actividad nos ponían por ejemplo el inglés, que tiene salida laboral. Invariablemente les hemos respondido que cuando nos dedicamos al quichua no estamos pensando en dinero, sino que estamos sintiendo que nos adentramos en Santiago del Estero y que Santiago se introduce más en nuestro Ser. Aprender quichua es una actividad sin fines de lucro que nos da satisfacciones espirituales.
“¿Para qué sirve saber hablar en quichua?” preguntó el Maestro Mario Garnica y enseguida se respondió, para sí mismo y para la gran cantidad de personas que lo escuchaban con atención.
Esto ocurría el Sábado 11 de Junio en la Escuela 804 “Fermín Sabalza”, ubicada en Barrancas, departamento Salavina. Barrancas es un lugar señero para Santiago del Estero. Según cuenta Don Mario Garnica, el lugar se llamaba Chalugasta, una deformación de Challuagasta, en la que challua significa pez y gasta es una expresión equivalente a llajta, que significa terruño, pago, paraje; Challuagasta sería entonces un lugar donde hay peces, hay pesca. Dice Don Mario que el Río Dulce pasaba junto a la próspera Chalugasta, hasta que por algún motivo natural que han de saber seguramente los geólogos, el río se retiró hacia su actual cauce, varios kilómetros al Este, dejando solamente una barranca que dio nuevo nombre al lugar.
Por Barrancas pasaba el Camino Real, el que en la época colonial era el equivalente a las actuales rutas nacionales, así que Barrancas vio pasar tropas de carretas, arreos, tropas militares y héroes de la Independencia. En Barrancas nació y vivió sus primeros años Don Sixto Palavecino. También fue en Barrancas que “Cachilo” y “El Soco” Díaz compusieron la chacarera La Olvidada, a la que Atahualpa Yupanqui puso letra con algunas palabras en quichua. De Barrancas salió una gran cantidad de gente a conquistar las grandes ciudades para vivir mejor ellos mismos y ayudar materialmente a su familia que seguía viviendo en el pago añorado.
Don Fermín Sabalza fue Director de la escuela que hoy lleva su nombre, cuando la misma tenía un aspecto distinto al actual. Los Hermanos Díaz le dedicaron un gato al que llamaron Don Fermín; Oscar Valles puso la letra.
A fines de los años ’80, Don Sixto Palavecino grabó temas en quichua con un grupo de niños quichuistas. Entre ellos se encontraban Los Hermanitos Coronel, de Barrancas. Hoy, aquellos Hermanitos Coronel, ex alumnos de Don Mario Garnica, integran el conjunto musical y cancionero quichuista Sachanmanta. Bernardino “Ñaquito” Coronel es ahora Profesor y Director de la escuela donde otrora fue alumno.
Don Mario Garnica cuenta que fue parte del grupo iniciador de un Congreso de Quichua que se reunía anualmente en Villa Salavina, hasta que decidieron continuar en Barrancas como Encuentro con el Arte y la Cultura Ancestral. Este año se realizó la quinta edición de tal Encuentro y allí fue el Alero Quichua Santiagueño una vez más.
En la fría mañana de la planicie salavinera, la escuela desbordaba en calidez, con toda la comunidad educativa y la Cooperadora Escolar trabajando desde el día anterior (más bien desde los días anteriores) para que todo salga bien y los visitantes se sientan bien atendidos. El patio interno estaba cubierto; en el mismo, un escenario bien ornamentado, con palabras en quichua, alusivas al acontecimiento. Las aulas lucen todo el año cartelería bilingüe.
En ese ambiente comenzó el acto con la entrada de la Bandera Argentina y luego la Bandera de la Provincia, portada por delegaciones de distintas escuelas procedentes de los departamentos Atamishqui, San Martín y Salavina. Luego, el Himno Nacional en quichua, traducción de Don Sixto Palavecino, cantado por alumnos y docentes de la escuela anfitriona, seguido por las visitas, que habían recibido la letra impresa, ha sido uno de los momentos más emocionantes de la jornada. Hubo lágrimas en muchos ojos de distinta edad.
Luego, el Taller Continuo de Quichua que funciona en la Biblioteca Únzaga de la ciudad de Santiago del Estero, interpretó la Marcha de Las Malvinas, traducida al quichua por Elva Raquel Gómez, en homenaje al Día de la Reafirmación de los Derechos Argentinos sobre las islas, conmemorado el día anterior, pues el 10 de Junio de 1.829, Luis Vernet ha sido designado Gobernador de las Islas Malvinas, demás islas del Mar Argentino y Antártida.
Después del retiro de las Banderas, tomó la palabra en el escenario Don Mario Garnica. Luego, las actividades continuaron con disertaciones y actuaciones en el patio interno, talleres en las aulas y la llegada de más gente. Por la noche, el Encuentro culminó con una peña y baile para festejar el acontecimiento. En la peña, destacamos la participación del payador quichuista Lázaro Moreno, el que en muchos puntos coincidía con el discurso de Don Mario Garnica.
El ex Director de la escuela se había preguntado temprano nomás, al comienzo de este Quinto Encuentro, para qué sirve saber hablar en quichua. Él mismo se respondió: “Para saber hablar bien en castellano” e hizo una pausa. Después nos explicó que cuando una persona habla conscientemente dos idiomas, su mente trabaja mejor que la de una persona monolingüe. Nos decía que al poner cuidado en el habla quichua y al conocer la estructura de la oración, la gramática quichua y el modo correcto de expresarse, inmediatamente el hablante va a poner los mismos cuidados cuando hable en castellano. Agrega que si uno aprende más idiomas, mejor aún. Claro que desde su corazón y desde su saber, le da mayor importancia al quichua, pues el quichua es lo que nos diferencia a los santiagueños respecto a cualquier pueblo del mundo, otorgándonos una firme identidad como provincia.
Es muy valioso este razonamiento del hombre quichuista, formador de una gran cantidad de gente que se quedó en el pago y también de la que decidió salir a conquistar el mundo. Uno de sus ex alumnos, Omar Núñez, estuvo hace poco tiempo cantando en quichua y castellano en la ciudad más conocida de los Estados Unidos.
Es muy importante aprender a hablar en quichua y es muy importante hablar bien en castellano. Son dos pilares de nuestra identidad como pueblo criollo bilingüe. El castellano, el idioma oficial de nuestro país, está siendo atacado con intentos globalizadores en forma cotidiana desde lo que pretende erigirse en imperio mundial. El quichua, así como lo conocemos en Santiago del Estero, está siendo atacado también todos los días desde afuera y desde “adentro”. Desde afuera tratan de anularlo, desalentando a los hablantes, para que no les dejen herencia quichua a sus hijos. Desde el quichua mismo, hay fuertes movimientos globalizadores para que el quichua deje de ser tal y, dentro de un tiempo no muy lejano, sea aniquilado junto al quechua, al aimara, el guaraní, el mapudungun y el propio castellano.
El quichua sirve. Sirve para que nosotros, sigamos siendo nosotros mismos.
14 de Junio de 2.016.