En Brasil, durante el mes de Junio se realizan las Fiestas Juninas, tradición portuguesa que ha llegado con los colonizadores. Originariamente eran fiestas religiosas, festejando a San Antonio el 13 de Junio, San Juan el día 24 y San Pedro el día 29, y aún hoy son organizadas por iglesias católicas y comunidades eclesiales. Con el tiempo se han tornado tradicionales y folclóricas. Se han difundido por las escuelas, clubes de fútbol y otros establecimientos. También hay familias y grupos de vecinos que cierran la calle y hacen el festejo de modo particular. Estas fiestas, también llamadas fiestas caipiras, son realizadas en cada fin de semana de Junio y consiste en kermesses con juegos para niños y adultos, venta de comidas y dulces típicos. El momento culminante de la fiesta es el casamiento caipira seguido de la danza llamada quadrilha. Caipira significa campesino, en el sentido de persona sin los modales de la gente de ciudad, similar a la palabra “campi” que utilizábamos en Santiago. El casamiento es una representación con toques humorísticos improvisados por los protagonistas, que están vestidos con los trajes propios de un casamiento, aunque con detalles que sugieren la simplicididad de los novios, parientes e invitados, todos campesinos. La cuadrilla es una danza de pareja en forma de ronda alternada con dos filas enfrentadas. Cuanto más parejas participan, más lindo es el espectáculo. Al sonido de la música típica, hay una voz de mando que orienta a los bailarines para la secuencia de los pasos de baile. La quadrilha es una danza muy divertida, tanto para los participantes como para el público. Los bailarines se visten con ropas típicas. El atuendo de las mujeres se parece al de las paisanas santiagueñas, aunque con colores muy vivos. Hombres y mujeres usan sombrero de paja. El hombre viste una camisa a cuadros, con saco o no, pañuelo al cuello y un pantalón muy simple. Toda su ropa está adornada con remiendos coloridos; calza unas botas cortas, que son las usadas para el trabajo campesino. Las comidas típicas de las Fiestas Juninas son: batata asada o hervida, pinhão (fruto de la araucaria), choclo hervido, pochoclo; cuzcuz (un tipo de polenta dura preparada con sardina o pollo, arvejas, choclo, huevos duros y condimentos). Los dulces son: paçoca (pazoca) preparada con pasta de maní, pé de moleque (un preparado con granos de maní entero), arroz con leche; canjica (un tipo de mazamorra). La bebida típica es fortísima: un preparado hirviente de aguardiente de caña, agua, canela, clavo de olor, azúcar y jenjibre. Esta bebida se llama quentão, que significa “muy caliente”. Son tantos los establecimientos escolares, clubes y agrupaciones que hacen Fiestas Juninas que, para evitar superposiciones en el mismo barrio, los festejos se extienden hasta fin de Julio.
En distintas ciudades brasileñas, la celebración de Corpus Christi tiene desde hace años aspectos estéticos sorprendentes. Varios días antes, las comunidades se organizan, preparan el material necesario, consistente en viruta de madera teñida en distintos colores, pétalos, cáscaras trituradas de huevos, cáscara de café u hojas de bananero trituradas, arena, cal, borra de café, y otros elementos. También arman los esquemas de los adornos a realizar por cada grupo de feligreses. La noche del Miércoles 6, las calles por donde al día siguiente pasará la procesión son cerradas al tránsito. La gente limpia el pavimento y arma figuras decorativas, de inspiración religiosa, en el centro de la calle. Luego de horas de trabajo, varias cuadras de la calle quedan adornadas. Durante la mañana estas obras de arte están expuestas para la admiración y la fotografía de vecinos y visitantes. Cuando pasa la procesión por sobre los adornos, encabezada por el cura que porta el Ostensorio, estas obras artísticas son deshechas, quedando de ellas las fotos, los recuerdos y la satisfacción de los artistas anónimos. Estas alfombras efímeras alcanzan muchas cuadras de extensión.
En estos días, las comunidades afro religiosas también organizan celebraciones especiales dedicadas a San Antonio, muy concurridas por parejas sin distinción de raza. Estas celebraciones consisten en rezos cantados. En Brasil se festeja el Día de los Enamorados el 12 de Junio, previo al Día de San Antonio, el santo casamentero. Una de las tradiciones populares consiste en colocar dos agujas de coser en un recipiente el 12 de Junio a las 12 de la noche, acompañando un rezo a San Antonio y luego se agrega agua. Si las agujas se juntan o tocan a causa del movimiento del agua entrante, la pareja será estable. A este tipo de rito se conoce como “simpatía”. La unión de razas y culturas se muestra a diario en la gente de nuestro continente, siempre de corazón abierto a quienes van llegando con su bagaje de tradiciones y creencias.
12 de Junio de 2.007