El antiguo refrán nos insta a obrar con premura, a no dejar pasar el tiempo, pues el Tiempo es implacable y no nos espera. Mañana puede ser tarde.

Hay casos en que una fuerza mayor nos lleva a postergar lo que queríamos hacer hoy. Una fuerza mayor que sus propias fuerzas, obligó al escritor, poeta, abogado, historiador, pensador político y prócer de la cultura nacional Bernardo Canal Feijóo, a dejar para el día siguiente lo que estaba por hacer.

Cuenta el escritor José Andrés Rivas que, en la noche del 9 de Octubre de 1.982, Bernardo Canal Feijóo le había dicho a su hija Adriana que se le había ocurrido una nueva idea sobre el símbolo del árbol, pero que como estaba muy cansado y quería dormir, se lo diría en la mañana siguiente.

Bernardo Canal Feijóo nació el 27 de Julio de 1.897 en Santiago del Estero. Se crió en la gran casa familiar de la calle 9 de Julio. Aún era niño cuando fue llevado a Buenos Aires. Allí cursó la escuela secundaria en el histórico Colegio Nacional, donde se formaran grandes personajes de nuestra Historia. Estudió Derecho y regresó a Santiago como Abogado con poco más de veinte años de edad.

Era un joven dinámico que jugaba al fútbo, al tenis, que había tomado el curso de piloto de avión en el Aero Club San Fernando, de Buenos Aires. En Santiago llegó a ser campeón de tenis del Norte Argentino, Presidente del Club Atlético Santiago, dibujaba viñetas humorísticas en el diario El Liberal y se interesaba por la vida de sus comprovincianos.

Como Vocal del Consejo de Educación, pidió fondos para la erradicación de escuelas rancho. Ante la negativa de las autoridades, renunció a su cargo.

Era un apasionado por el fútbol, y su primer libro es el Penúltimo Poema del Fútbol (1.924). En el extenso poema relata los pormenores del entonces poco aceptado deporte, resaltando la palabra “patada”, lo que causó sorpresa y alguna molestia en los círculos intelectuales.

Al año siguiente, con la intención de hacer algo por nuestra provincia, promovió y fundó el movimiento cultural La Brasa. Los pensamientos que acuciaban a Canal Feijóo se pueden sintetizar en sus frases: “La tierra nos es honda. Nos es propia”, “Hay que pensar Santiago desde Santiago”…

La Brasa reunió a grandes figuras de la cultura santiagueña, como Orestes Di Lullo, Emilio y Duncan Wagner, Emilio Christensen y otras grandes personalidades.

Canal Feijóo propuso a sus pares de La Brasa hacer una revista , en la que cada uno de ellos escribiría un artículo para, entre todos, hacer las críticas y formular propuestas para solucionar lo que estaba mal o podía mejorarse. La idea no prosperó, al menos en cuanto a hacer el trabajo entre todos. Canal Feijóo acabó escribiendo todos los artículos de la revista que se llamó Ñan (Camino, en quichua). Para el segundo número de la revista, el grupo de La Brasa se comprometió nuevamente a participar, pero nuevamente fue escrita íntegramente por Bernardo Canal Feijóo.

Cuando La Brasa comenzó a querer apagarse, el escritor decidió pasar de los escritos a los hechos. Ideó y promovió la realización del Primer Congreso de Planificación Integral del Noroeste Argentino, que contó con la participación de destacados profesionales de las provincias involucradas. El Congreso sesionó en Santiago del Estero entre los días 2 y 7 de Septiembre de 1.946. Participaron gobiernos provinciales, universidades, bancos, organismos nacionales dedicados a la agricultura, a la administración del recurso hídrico, la industria, el comercio, las migraciones e incluso contó con la participación de una embajada extranjera.

La idea de fortalecer la región y descentralizar gradualmente el país para bien de todos, iba madurando y tomando forma. Al año siguiente, el Congreso de Planificación Integral del Noroeste Argentino se reunió en Salta, pero la desconfianza de los partidos políticos dominantes y los grandes problemas de índole electoralista que afectaban a la sociedad, causaron la disolución de tan valioso emprendimiento.

Canal Feijóo se fue a vivir en Buenos Aires y allí continuó con su lucha por un país mejor para todos nosotros. Ocupó cargos muy importantes en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de La Plata. Presidió la Academia Argentina de Letras. Ganó el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores.

Las publicaciones varias y los libros de Canal Feijóo son numerosos y todos de un gran valor.

Algunos de ellos son: Penúltimo poema del fútbol; La unidad de procedimietos judiciales en la República Argentina; La rueda de la siesta; Dibujos en el suelo; Sol alto; Ñan, Revista de Santiago; Nivel de Historia y otras proposiciones; Pasión y muerte de Silverio Leguizamón (Mito popular heroico); Ensayo sobre la expresión popular artística en Santiago del Estero; Mitos perdidos; Los casos de Juan, el ciclo popular de la picardía criolla; El Norte; La rama ciega; La expresión popular dramática; Proposiciones en torno a una cultura nacional argentina; De la estructura mediterránea argentina; Burla, credo, culpa en la creación anónima. Sociología, Etnología y psicología en el Folclore; Teoría de la ciudad argentina. Idealismo y realismo en el proceso constitucional; Tragedia y tragedia americana; Confines de Occidente. Notas para una sociología de la cultura americana; Constitución y revolución. Juan Bautista Alberdi; Una teoría teatral argentina; Integración constitucional argentina; El crimen de la otra banda; Alberdi y la proyección sistemática del espíritu de Mayo; Tungasuka. Tragedia americana en tres jornadas; La leyenda anónima argentina. Símbolo y rito en la narrativa popular; De las “aguas profundas” en el Martín Fierro; Lugones y el destino trágico. Erotismo, teosofismo, telurismo; Fundación y frustración en la historia argentina; El canto de la ciudad; En torno al problema de la cultura argentina.

Bernardo Canal Feijóo es un santiagueño destacado, que sintió y demostró en Buenos Aires y donde estuviese, el orgullo de ser provinciano. Amó a Santiago del Estero y demostró ese amor dedicándose a conocer la provincia, a detectar los problemas de la misma, proponer y promover soluciones, buscar el bien de la región y del país todo.

El poeta, escritor y patriota santiagueño iba a decir a su hija el 10 de Octubre de 1.982, en la ciudad de Buenos Aires, cuál era la idea que se le había ocurrido. No pudo ser por que ese día no se levantó de la cama. Había partido en un vuelo eterno, haciendo o mirando Dibujos en el suelo, en el querido suelo santiagueño, el suelo del Noroeste Argentino, en el suelo de nuestro país.

13 de Octubre de 2.015.