Esa pregunta se repetía en estas últimas semanas, desde que comenzó a hablarse del cumpleaños número cien del inolvidable folclorista santiagueño.
Si buscábamos antecedentes, aparecían relatos biográficos diciendo que nació el 31 de Marzo de 1.915. Esos relatos toman como referencia indubitable la documentación oficial. Por otra parte, basados en recuerdos de Don Sixto, sabemos que en realidad nació el 28 de ese mismo mes y año, sólo que fue anotado como nacido el 31 por algún error de la persona responsable de tal registro.
No es el único caso de nacimiento anotado con fecha distinta a la verdadera. Algunos encargados de los registros anotaban al nuevo habitante de la Patria como recién nacido, sin tener en cuenta que había pasado un tiempo desde el nacimiento real. Puede haber ocurrido por mala interpretación de las normas o por poca claridad en el registro, hecho a mano y con una letra cursiva muy personal.
El hecho es que Don Sixto Palavecino nació en Barrancas, departamento Salavina en la provincia de Santiago del Estero, el 28 de Marzo de 1.915 y fue anotado días después como si hubiese nacido el 31 de ese mes. El nacimiento verdadero ha sido el día 28.
Era huahua utula (niño pequeño) cuando comenzó con la tarea del pastoreo de ganado menor, cuidando las cabras y ovejas de la familia mientras los animalitos buscaban alimento en los montes cercanos a la casa. En esas horas de caminar en calma, acompañando a los rumiantes, el pequeño dialogaba con la Naturaleza circundante. Pájaros, plantas, nubes, viento, Sol… todo tenía algo que decirle. El terruño, con sus seres vivos y los que parecen estáticos, le hablaba en el idioma de su familia: En quichua.
Mientras andaba por esos campos y montes, también soñaba con la música que muy atento había escuchado de su abuelo, de sus hermanos y de los músicos de la zona. Tarareaba, cantaba, imitaba los instrumentos que tanto observaba y deseaba tocar. Cuenta Don Sixto que como un juego, se hizo un violincito, el que pasó a ser su primer instrumento musical.
Tras el fallecimiento de un hermano, de su madre y de su abuelo, quedó solo con su otro hermano y tiempo después decidieron vender todo e ir a vivir en Villa Salavina. El joven Sixto se casó, formó una familia e instaló un almacén.
Tanto de la vida de Don Sixto en Barrancas como en Villa Salavina hay mucho para contar. Por ahora compartimos que, cuando Rubén primero y Aidée después, debieron instalarse en la ciudad de Santiago del Estero para poder cursar la escuela secundaria, Don Sixto vendió su almacén y se trasladó a la ciudad Capital con Doña Argelia y Carmencita, para acompañar la formación de sus hijos viviendo todos juntos.
De la trayectoria de Don Sixto, primero con sus hijos y después con diversos compañeros del arte criollo, tenemos abundante información y comentarios. Su afán constante en el arte fue la difusión de la lengua quichua y la música tradicional. Él era criollo y quichuista; promovía su identidad y la de su gente en donde estuviese. Así fue haciendo reconocer el quichua entre la gente de diversos lugares de nuestro país. Como expresa en su chacarera Quichuizar al Mundo, considera que al quichua debemos respetarlo igual que a nuestra Bandera.
Rosario, en la provincia de Santa Fe, es una de las mayores ciudades de nuestro país. En ella hay una gran cantidad de santiagueños y paisanos de otras provincias que llegaron para trabajar, para estudiar o para acompañar a sus seres queridos. Un entusiasta grupo de admiradores de la música de nuestro pago, cultivó una sólida amistad con Don Sixto y su familia. En ese grupo también son muy bien recibidos, casi como parte de la familia, otros folcloristas santiagueños como son Elpidio Herrera, Coco Banegas, Churito Cisneros, Los Coyuyos Atamishqueños, Carlos Roldán…
Ese mismo grupo, en el año 2.008 impulsó el otorgamiento del Doctorado Honoris Causa a Don Sixto Palavecino. Al recibir tan importante reconocimiento de manos del Rector de la Universidad Nacional de Rosario el 30 de Noviembre de ese año, Don Sixto recordó que iba desde Barrancas, Salavina, para recibir tal galardón junto a las barrancas del Río Paraná.
Durante el año pasado, la gente de Rosario fue dando forma a otro proyecto pensando en Don Sixto, para brindarle un homenaje al cumplirse los cien años de su nacimiento y lo concretaron hace pocos días. El Sábado 28 de Marzo, desde la tarde se reunieron folcloristas de todo el país en el predio que fuera de la Sociedad Rural en el Parque Independencia de la ciudad de Rosario. Allí, en las amplias instalaciones cubiertas, hicieron una vigilia cancionera que se prolongó por toda la noche con música, canto, danza, conferencias, proyección de películas y, sobre todo, un ambiente festivo de camaradería por el cumpleaños.
El día Domingo, después del almuerzo, todos marcharon por las calles de Rosario al son de violines, bandoneones, guitarras, bombos y diversos instrumentos más, hasta llegar al Espacio Cultural La Pérgola, donde se impuso oficialmente el nombre al Paseo Cultural Don Sixto Palavecino, ubicado en Presidente Roca y costa del Río Paraná. Se cantó el Himno Nacional en quichua y en castellano, acompañado por instrumentos criollos; después, la música, el canto y la danza continuaron mostrando la alegría por los cien años de Don Sixto.
Por otra parte, los concurrentes habituales a las audiciones del Alero Quichua Santiagueño, comenzaron los festejos por el centenario de nuestro Patriarca del Canto Quichua el día Viernes 27, para continuar el Sábado y Domingo. Estos festejos se realizaron concurriendo a radios de nuestra ciudad, de La Banda y de Forres, llevando el canto quichua en vivo y los relatos respecto a la vida de Don Sixto y lo que estaba ocurriendo en Rosario. La participación más extensa y con la participación más numerosa en cuanto a músicos, cantores y público, se dio en el auditorio Sixto Palavecino de Radio Nacional Santiago del Estero, durante la cuarta emisión del año del ciclo Zona Musical, el Viernes 27 de nueve de la noche hasta casi la medianoche.
En todos los casos, tanto en nuestra provincia como en Rosario, se ha celebrado el cumpleaños de Don Sixto como si no hubiese fallecido. Se habla en presente, por que su mensaje y sus consejos están plenamente vigentes.
“Mis hermanos argentinos, el quichua es pura verdad. Igual que a nuestra Bandera lo debemos respetar”, dice Don Sixto en la chacarera Quichuizar al Mundo. A su comentario respecto a su Barrancas natal y las barrancas del Río Paraná, cabe agregar que, como abanderado del canto quichua y de los valores criollos, no es casual que reciba los principales homenajes en Rosario, cuna de la Bandera Argentina.
Han pasado cien años desde el nacimiento de Don Sixto Palavecino. Su figura y su mensaje siguen vigentes en gente de todo nuestro país. Su lucha por concientizar al mundo respecto a nuestro quichua sigue en marcha y dando buenos resultados.
31 de Marzo de 2.015.