“No me hago al lao de la huella, aunque vengan degollando…” Martín Fierro expresa en sus primeras estrofas la firme decisión de no ceder en su intención de cantar y contar verdades. Don Sixto Palavecino traduce al quichua esta afirmación como: “Atincu huanchis amuyta, ñanmanta maa lau ‘ruacuni” (Pueden venir matando, del camino no me hago al lado). 

José Hernández transmitió, por boca de su gaucho cantor, la intención de seguir firme en la huella a toda costa. ¿Cuál es esa huella? La de luchar por el gaucho, del criollo habitante de los campos argentinos, que tenía sus derechos pisoteados por el abuso de poder 

La lucha de Hernández no quedó solamente en los escritos de sus artículos periodísticos, también fue más allá de su participación en combates a brazo armado en las luchas entre unitarios y federales. Su lucha estuvo incluso más allá de sus forzados viajes hacia Uruguay o Brasil. La lucha de José Hernández fue más allá de sus encendidos discursos en la Legislatura, cuando era Diputado o Senador por la Provincia de Buenos Aires. Su mejor arma en la lucha para exponer los abusos e injusticias contra el criollo argentino, es Martín Fierro. En 1.872 publicó El Gaucho Martín Fierro, anunciando en su primera estrofa: “Aquí me pongo a cantar/ al compás de la vigüela,/ que el hombre que lo desvela/ una pena estrordinaria,/ como la ave solitaria/ con el cantar se consuela.” 

De este modo, Hernández estaba anunciando que su gaucho se desahogaría cantando, abrumado por los pesares causados por una sociedad cambiante, la que transformaría el campo y sus habitantes para bien del concepto de progreso sustentado por el gobierno centralista. 

Dicen que los libros no se completan, sino que en algún momento se interrumpen y publican. Por lo que parece, es lo que ocurrió con El Gaucho Martín Fierro; Hernández aún tenía mucho para decir cuando publicó su conocida obra. Para ello, hizo que Fierro, acompañado por el Sargento Cruz, abandonase la injusta sociedad a la que ya no soportaban y fuese a probar suerte entre los indios pampas. Por las dudas, dejó al final la posibilidad de una nueva publicación al decir: “… pero espero que algún día, sabré de ellos algo cierto.” 

Siete años después apareció La Vuelta de Martín Fierro, donde Hernández anuncia que va a contar lo que faltaba a su relato, que según Fierro era lo mejor. Esa segunda parte es particularmente valiosa, con relatos cantados que nos llevan nuevamente a comparar lo allí entonces enunciado con lo aquí y ahora vivido. 

Los consejos del Viejo Vizcacha, personaje de mucho peso en La Vuelta de Martín Fierro, aún son repetidos como refranes y en muchos casos adjudicados a Martín Fierro, cuyos consejos sobre el final del libro son prácticamente opuestos a los del Viejo Vizcacha. Los consejos de Fierro a sus hijos manifiestan la intención del envejecido gaucho de que el criollo viva en paz, sin caer en excesos por causa de sus impulsos. También hace hincapié en el vicio de la bebida, al decir: “Aquel que ofiende embriagado, merece doble castigo.” 

La lucha de José Hernández contra los abusos de poder se contrapone con el consejo del Viejo Vizcacha que dice: “Hacete amigo del Juez/ no le des de qué quejarse/ y cuando quiera enojarse/ vos te debes encojer…”. También cuando el Viejo Vizcacha afirma que la mujer tiene el corazón “como barriga de sapo” está mostrando su resentimiento, opuesto al amor de Fierro cuando dice en la primera parte: “¡Tal vez no te vuelva a ver/ prenda de mi corazón!/ Dios te de Su protección…” 

Si hoy mismo buscamos a Martín Fierro, podremos encontrarlo en muchos de nuestros paisanos actuales, luchadores que buscan el bien de todos a pesar de parecer ofensivos en algunas ocasiones. El criollo que brega convencido de que está procurando el bien común, puede apasionarse tanto que su vehemencia no es totalmente comprendida. 

En nuestra ciudad de Santiago del Estero tenemos un criollo de la Pampa Húmeda que cada semana nos enseña algo nuevo sobre la vida del gaucho, especialmente de Martín Fierro. Don Antonio Garzón nació en la provincia de Buenos Aires, se crió en el campo y, hace unas décadas, se vino a vivir en Santiago del Estero. 

Decidido a divulgar sus conocimientos de la vida rural y de los próceres argentinos, desde hace cinco lustros comparte todos los Sábados sus Estampas Sureñas desde Radio Nacional Santiago del Estero, desde las seis hasta las siete de la tarde. Don Antonio comienza su audición con una estrofa de Martín Fierro, luego hace la presentación del programa y continúa compartiendo conocimientos camperos sobre el mate, el caballo, los campos, la montura, las campañas militares y los arduos trabajos civiles que tuvieron (y tienen) como protagonista al gaucho en la Historia Argentina. 

Don Antonio es guitarrero, cantor, recitador, jinete y sobre todo, muy buena gente, tal como uno espera de un gaucho argentino. 

En este 10 de Noviembre, cuando se recuerda el 180 Aniversario del nacimiento de José Hernández, veremos de celebrar el Día de la Tradición con toda justicia, evocando y practicando los valores hernandianos expuestos en su Martín Fierro. Este año, no solo escucharemos y cantaremos música criolla tradicional, sino que veremos de acercarnos al gaucho para compartir su lucha por la justicia, para dejar de entrar en los entreveros pero no en las listas de pago. 

Estampas Sureñas es uno de los programas radiales amigos del Alero Quichua Santiagueño. Sus 25 años de salida al aire es motivo para unirnos en la alegría por el camino recorrido, a veces por verdes praderas y en ocasiones en medio de duras espinas, pero manteniendo el rumbo y de cabeza erguida con todo derecho.
Llega el Día de la Tradición. Desde nuestro Alero Quichua invitamos a ser un poco más afectos a los valores tradicionales y luchar diariamente por nuestra Patria desde el lugar de cada uno, para bien de todos. 

04 de Noviembre de 2.014.