En la vida, todos los organismos necesitamos ser autónomos. Los seres humanos, aunque en relación permanente con el prójimo, debemos y necesitamos manejarnos con autonomía a la hora de tomar decisiones personales; nuestros progenitores nos preparan para ello. La autonomía es imprescindible para formar la personalidad.
Las comunidades, aunque dependientes política y administrativamente de entidades superiores, deben ser autónomas para la resolución de los problemas propios y la elaboración de proyectos específicos del lugar. Desde hace siglos, los reinos y luego los países se han organizado con divisiones internas a fin de lograr mayor agilidad en la atención de las particularidades de cada una de sus comunidades interiores.
En general, un país está dividido en provincias, estados o regiones, que son unidades autónomas dependientes de una administración central. A su vez, las provincias se dividen en departamentos o partidos, en los cuales hay municipios llamados ciudades o pueblos, que dependen de la administradión provincial pero son autónomos.
Toda esta organización es producto de una serie de acontecimientos históricos que comenzaron con la unión de grupos humanos, construyendo ciudades para llegar a formar naciones. En nuestro continente, al que oficialmente llamamos América, se dio varias veces ese proceso.
El Tahuantinsuyu, con sede en la ciudad de Cusco (Perú), estaba dividido en cuatro grandes regiones o suyus. Tenemos entendido que en el idioma incaico, tahua significa cuatro (en Santiago decimos taa); el sufijo ntin sugiere conjunción. Esa conjunción de cuatro regiones semi autónomas formaba un extenso imperio que posiblemente llegó hasta nuestra provincia.
Los españoles, después de apoderarse del corazón del Tahuantinsuyu, siguieron expandiendo su dominación. En 1.553 fundaron Santiago del Estero del Nuevo Maestrazgo, a orillas del Río Dulce. Desde esta ciudad partieron expediciones fundadoras hacia el Norte, hacia el Oeste y hacia el Sur. De esas expediciones surgieron las ciudades de San Miguel de Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y Córdoba, además de otras que no perduraron.
Pocos años después de la fundación, Santiago del Estero pasó a ser la capital de la provincia de Tucumán, Juríes y Diaguitas, creada para que hubiese la necesaria autonomía regional respecto a la Audiencia de Charcas, de la cual dependía. Después pasó a ser Gobernación del Tucumán. Dos ciudades hijas de Santiago del Estero: Córdoba y Salta, la sucedieron como capitales de la Gobernación.
En los primeros años posteriores al período colonial, el gobierno central creó la Gobernación Intendencia del Tucumán, con sede en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Las provincias de Catamarca y Santiago del Estero también formaban parte del nuevo territorio autónomo. Esta situación fue resistida por gran parte de los santiagueños, lo que resultó en dos revoluciones autonomistas lideradas por el Coronel Juan Francisco Borges.
El Coronel Borges es un héroe santiagueño, que arriesgó su vida y la perdió como consecuencia de la contienda en pos de la autonomía santiagueña. Derrotado por el entonces Coronel Gregorio Aráoz de Lamadrid en el combate de Pitambalá, luego fue capturado y fusilado el 01 de Enero de 1.817.
Don Juan Felipe Ibarra comandó militarmente otro alzamiento contra la República de Tucumán, el que dio como resultado que el 27 de Abril de 1.820, los representantes de todas las comunidades del territorio de Santiago del Estero declarasen la Autonomía Provincial mediante el Manifiesto Autonomista. En el Manifiesto, los representantes declaran que Santiago del Estero es uno de los Territorios Unidos de la Confederación del Río de la Plata, reconocen como única autoridad superior a la del Congreso que se reuniría por entonces para organizar la Federación y, entre otras declaraciones, ofrece amistad a los hermanos de Tucumán, dejando de lado todo resentimiento por lo pasado, en aras de la religión y de la Patria.
Se especula que los intereses que movilizaron la lucha autonomista eran del tipo económico, que afectaban a los comerciantes de la ciudad de Santiago. Mas bien creemos que la Madre de Ciudades no aceptaba ser tratada como unidad secundaria dentro de la provincia. Para simplificar, podríamos decir que Santiago del Estero quería ser una provincia hermana de Tucumán y no un municipio de la misma.
En estos días de fines de Abril, los santiagueños evocamos y rendimos homenaje al Coronel Juan Francisco Borges, al Brigadier General Don Juan Felipe Ibarra, primer Gobernador de nuestra provincia, y a todos los que lucharon en la desigual guerra interna contra las tropas centralistas. Los soldados luchan para alcanzar un objetivo, no para matar ni para morir. En este caso, una gran cantidad de santiagueños fue a la lucha en busca de la autonomía provincial y, después de varias derrotas sangrientas, consiguió el objetivo anhelado.
La autonomía provincial no debe ser solamente política y administrativa. A partir de esa nueva situación, nuestra gente criolla fue tallando la personalidad santiagueña. En el caso de la música, se destaca la figura de Don Andrés Chazarreta, creador, recopilador e intérprete de los sentimientos de los campesinos santiagueños. El 24 de Abril es un día especial, pues recordamos el fallecimiento del Patriarca del Folclore Argentino, Don Andrés Avelino Chazarreta, fallecido en esa fecha del año 1.960. Don Andrés Chazarreta contribuyó a afianzar no solo la personalidad criolla de Santiago del Estero sino también de todo el país.
Otro autonomista musical santiagueño fue Don Miguel Simón, al que evocaremos especialmente esta semana, recordando que el bandoneonista y compositor falleció el 24 de Abril de 1.992. Sus creaciones marcaron aún más la diferencia entre la música de las otras provincias del Noroeste Argentino y la nuestra.
Don Sixto Palavecino, figura mayor del Alero Quichua Santiagueño, luchó por la autonomía de la cultura quichua, la que estaba siendo atacada por el progreso impuesto desde lejos. El final de la vida luchadora de Don Sixto se produjo también en la semana en que nos preparamos para honrar a los héroes autonomistas. Falleció el 24 de Abril de 2009. En reconocimiento a sus afanes autonomistas culturales, el 24 de Abril es Día de la Cultura Quichua.
Todos y cada uno de los folcloristas y demás gente de la cultura de nuestra provincia, están aportando para que Santiago del Estero sea autónoma. No es fácil esta lucha, habida cuenta de los avances hegemónicos que llegan desde tierras lejanas, pasando por la ciudad de Buenos Aires.
Entramos en una semana especial, en la que rendiremos el justo homenaje a nuestros héroes y patriarcas. El homenaje debe ser permanente, traducido en acciones tendientes a sostener la personalidad y autonomía del terruño de uno.
22 de Abril de 2.014.