Se aproxima el cierre del ciclo anual del Alero Quichua Santiagueño. En los últimos años se adoptó la costumbre de terminar la actividad radial a mediados de Diciembre.
La duración de los ciclos y de las audiciones pasaron por varias mudanzas en los 44 años de vida de este proyecto quichuista. En los primeros tiempos, en LV11 Radio del Norte, los precursores trataban de estirar la audición lo más que podían. No tenemos datos muy claros de esos tiempos, pero gente confiable (Don Sixto Palavecino, por ejemplo) nos comentaba que Don Julio Domingo Ayunta estuvo cantando en la audición radial cuando comenzó a sentirse mal y falleció por la noche. La fecha del fallecimiento del vidalero bilingüe es 02 de Enero de 1.972, según cuentan sus familiares. Es fácil deducir que, en los comienzos, nuestro Alero Quichua se emitía incluso en días de rigor estival.
A partir de algún momento en los años ’70, las emisiones se dividieron en ciclos bimestrales, con dos meses de actividad y dos de receso. Los meses en que se emitía la audición eran: Marzo – Abril, Julio – Agosto y Noviembre – Diciembre. Se aprovechaban todos los días Domingo de cada ciclo.
En los años ’80 o ’90 comenzó la modalidad de los ciclos anuales corridos, desde el primer Domingo de Marzo hasta el último Domingo de Diciembre. Es que el interés despertado en la audiencia por los contenidos tradicionalistas y quichuistas iba creciendo. Además, de una hora de duración se pasó a una hora y media. A fines de los años ’90 pasamos a las actuales dos horas de programa radial.
En los últimos años hemos comenzado a tener ciclos más breves, con la primera audición a mediados o fines de Marzo y alguna vez en Abril. Los finales de ciclo están dándose a mitad de Diciembre, aunque alguna vez hemos tenido que terminar a mediados de Noviembre.
Quien condujo los primeros cinco años de la audición radial era alguien que sentía la falta de Alero Quichua durante los recesos, al igual que los oyentes. Felipe Corpos fue el primer conductor del programa radial y, para no quedar inactivo en los meses de receso, creó la audición Domingos Santiagueños, la que además de la difusión del nativismo tenía por finalidad la preparación de nuevos conductores radiales para el movimiento tradicionalista. Pasaron por la conducción de Domingos Santiagueños: Felipe Benicio Corpos, Juan Carlos Almada, Eduardo Manzur y Marta Romero.
Felipe Benicio Corpos ha sido un incansable luchador en pos del nativismo, la cultura popular y la lengua quichua. Parecía que un fuego interior lo impulsaba y lo urgía para aprovechar su paso por la vida, a fin de dejar un legado para el querido suelo santiagueño y su gente.
Es evidente que en Felipe Corpos ardía una llama y se formaban cálidos rescoldos que reventaban en coplas y en prosa. Por alguna razón, en su poesía hay varias alusiones al fuego. Por tomar solamente algunos ejemplos, podemos recordar que en la chacarera Mi Tata Sabía Cantar, letra compartida con Don Sixto Palavecino, decía en una estrofa: "Sepan que en cosas de amores/ siempre estoy listo pal quiero./ Como rescoldo que espera/ que alguien le arrime un ushpero." (Ushpero = Que se pone debajo de la ceniza, que en quichua es Ushpa). Una variante de la misma estrofa dice: "Sepan que en cosas de amores/ siempre estoy listo pal gasto./ Como brasita que espera/ que alguien le arrime un churrasco."
En una parte del gato El Amoroso (música de Alberto Pérez), dice: "Soy todo amor, brasita del querer./ Adonde voy, quemo y me ven arder."
En el gato Atizando mis Amores (música de Don Sixto Palavecino), el título nomás ya tiene una alusión al fuego, que en este caso sería una comparación con el amor, que se atiza o aviva para evitar que decaiga. Además, hay un tramo que dice: "... en tu boca, morena, se quema mi amor..."
Seguramente, la obra más conocida de Felipe Corpos y Don Sixto es la chacarera La Ñaupa Ñaupa. La tercera estrofa de este tema es también alusiva a los fuegos de la vida: "Me han de quemar los engaños/ y han de chamuscar mi vida,/ pero yo reviento en coplas/ como flor de maíz pishinga."
A comienzos de Diciembre de 1.974, una explosión accidental en la casa de comercio donde trabajaba quemó su desprevenido cuerpo, por lo que fue internado en Santiago y luego trasladado a la ciudad de Buenos Aires, donde finalmente falleció el 13 de Diciembre.
Entre las muchas muestras de pesar en el velorio y sepelio en nuestra ciudad, la escritora Marta Cartier de Hamann dijo, alterando intencionalmente el estribillo: "Chacarera Ñaupa Ñaupa,/ vieja como mis amores,/ pero yo te siento nueva,/ nueva como mis dolores."
La Profesora estaba sintetizando el sentimiento dolido de la comunidad santiagueña, que tenía un nuevo y quemante dolor, tan fuerte como para dejar en segundo plano los viejos buenos momentos cargados de amor a nuestro Santiago
En ese final de año, a Felipe Corpos se le chamuscó la vida pero, tal como anunciara, su existencia reventó en coplas que aún se recuerdan, cantan y recitan.
Nos cabe ahora la responsabilidad de mantener viva la memoria de este prócer de la cultura santiagueña. Por momentos es muy difícil luchar contra los olvidos, ya sean éstos intencionales o por falta de atención. El olvido es duro como una piedra, pero el recuerdo y la evocación, con la persistencia de un goteo, puede dar buenos resultados, como decía Corpos en la chacarera Coplitas Para tu Llanto (música de Don Sixto): "Gota a gota, ablanda piedras,/ el agua en sus golpes lentos..."
Vamos a ablandar la piedra del olvido, para que florezca la memoria en coplas y en prosa, para que valoremos a nuestros músicos, poetas, bailarines, docentes, difusores y, en general a quienes pusieron todo de sí por el bien de nuestra Patria.
Felipe Benicio Corpos falleció el 13 de Diciembre de 1.974. Cantemos, recitemos, recordemos, hagamos que su recuerdo sea imborrable.
10 de Diciembre de 2.013.