El 14 de Noviembre de 1.990 falleció “Nenette”. Expresada así, la noticia puede no decir mucho; si aclaramos que el nombre de Nenette era Antonieta Paula Pepin Fitzpatrick, es posible que sigamos igual. Si decimos que Nenette (Nenita, Niñita, apelativo familiar desde la infancia) usaba el seudónimo Pablo del Cerro, comenzamos a entender que estamos recordando a la pianista, concertista y compositora que fuera esposa de Atahualpa Yupanqui.
Nenette era francesa, aunque nació en nuestro continente. Es una muestra más del colonialismo, que sigue vivo en el mundo, a pesar de los discursos y comisiones armadas por los propios colonialistas.
El caso patente de colonialismo que tenemos en territorio argentino es el asentamiento británico en las Islas Malvinas.
Actualmente, Francia tiene territorios en América. Ellos son: Guayana Francesa, Martinica, Guadalupe, San Bartolomé, San Martín, San Pedro y Miquelón.
San Pedro y Miquelón son islas ubicadas en América del Norte, cerca de la isla Terranova. En ese archipiélago que está bajo bandera francesa, nació Antonieta Paula Pepin Fitzpatrick durante 1.908. Pocos años después, su familia se trasladó a Francia. Desde niña mostró su talento para la música, especialmente como pianista. Con veinte años de edad, se trasladó a Buenos Aires con su padre. Su hermana ya estaba en Argentina. La madre había fallecido años antes en Francia.
En Buenos Aires siguió estudiando piano en el Conservatorio Nacional de Música. Años después, durante una gira como concertista de piano, conoció en San Miguel de Tucumán a quien se convertiría en su amigo y luego en su pareja: Atahualpa Yupanqui.
La pareja no solo formó una familia, sino que creó una parte importante del cancionero folclórico argentino. Pero… no podía ser que una extranjera, europea, fuese coautora de obras folclóricas. Como compositora criolla, Antonieta Paula cambió su nombre por Pablo y su apellido por Del Cerro, pues el corazón de ambos ya estaba aquerenciado en el Cerro Colorado, provincia de Córdoba.
Entre otras tantas creaciones que Don Atahualpa Yupanqui comparte con Pablo del Cerro, podemos nombrar: Chacarera de las Piedras, El Alazán, Guitarra Dímelo Tú, Indiecito Dormido, Sin Caballo y en Montiel, Baguala del Pobrecito, Burruyacu, Basta Ya, Chacarera del Pantano, Chaya Triste, Córdoba Norte, Cuando Duerme la Guitarra, De Aquellos Cerros Vengo, De Tanto Dir, El Cielo Está Dentro De Mí, El Niño Duerme Sonriendo, El Primer Verso, El Vendedor de Yuyos, Eleuterio Galván, La Copla, La Flecha ya Está en el Aire, La Lluvia y el Sembrador, La Montaraza, La Pura Verdad, La Tarde, La Vuelta al Pago, Los Dos Abuelos, Madre del Monte, Mi Pago Viejo, Mi Tierra Te Están Cambiando, Milonga del Paisano, Monte Callado, Paisaje con Nieve, Payo Solá, Pobrecito mi Cigarro, Ranchito de Colalao, Yo Quiero un Caballo Negro, Zamba del Otoño, Zambita del Buen Amor.
Nennette falleció en Buenos Aires por causa de un infarto. ¿Tal vez Atahualpa Yupanqui habrá pensado en esa ocasión como Martín Fierro?: “Les juro que de esa pérdida, jamás he de hallar consuelo.”
Para Don Atahualpa Yupanqui, el haber tenido esta compañera en la vida ha sido fundamental. Ese tramo en que parecieron quedar definitivamente en el Norte Cordobés, está expresado en la Chacarera de las Piedras: “Aquí canta un caminante/ que muy mucho ha caminado/ y ahora vive tranquilo/ en el Cerro Colorado.”
Las andanzas de Atahualpa Yupanqui se parecen en gran parte a las del autor de Martín Fierro, especialmente en las huídas hacia Uruguay o Sur de Brasil en momentos de persecusión.
Nennette fue un gran apoyo para Don Atahualpa Yupanqui. Carolina González del Solar, la esposa de José Hernández, ha sido también un importante apoyo en su vida familiar y en su lucha. En Martín Fierro está claro el concepto del escritor criollo respecto a la mujer.
En la obra cumbre de la literatura gauchesca, el Viejo Vizcacha personifica a lo que tenemos de malo en nuestro ambiente; eso se manifiesta en su modo de ser y en los consejos que, estando ebrio, daba al segundo hijo de Martín Fierro. Uno de esos consejos del viejo aprovechador y desconfiado decía que debía ser soltero para vivir tranquilo, pues la mujer tiene el corazón "como barriga de sapo" (frío).
Por otra parte, Martín Fierro dice así respecto a su familia desintegrada: "¡Tal vez no te vuelva a ver/ prenda de mi corazón!/ Dios te de su protección/ ya que no me la dio a mí,/ y a mis hijos, dende aquí/ les echo mi bendición."
Refiriéndose a la mujer, Martín Fierro dice: "Cuanto el hombre es más salvaje/ trata pior a la mujer;/ yo no sé que pueda haber/ sin ella dicha ni goce./ ¡Feliz el que la conoce/ y logra hacerse querer."
En general, José Hernández opone al Viejo Vizcacha con Martín Fierro para advertirnos sobre lo malo que nos puede ser inculcado por frases ingeniosas de un egoísta experimentado.
Martín Fierro reclama que el cantor cante opinando. Atahualpa Yupanqui no solo describe paisajes, personas y hechos, sino que su canto es fundamentalmente de denuncia y opinión. Guitarra Dímelo Tú, Milonga del Paisano, Mi Tierra te están cambiando, son una serie de versos con reclamos y opiniones fuertes, bellamente musicalizados por "Pablo del Cerro".
A la luz de los acontecimientos que marcaron el Día de la Tradición en nuestro país durante este fin de semana, en los que se pudo percibir el sentimiento de nuestro pueblo para con el legado de José Hernández, podemos decir: "Mi tierra, te están cambiando, o te han disfrazao que es pior, pero tenemos mucha gente valiosa, gente que sabe ser criolla como Fierro, Atahualpa o Nennette".
13 de Noviembre de 2.012.