“Triste y con penas me voy. Voy cantando una canción.” Así comienza la letra que Don Pedro Evaristo Díaz puso a la zamba Siete de Abril. Mucha gente suele preguntar: “¿Por qué se llama así la Siete de Abril?” 

Una de las zambas argentinas más conocidas e interpretadas es la que tiene por nombre Siete de Abril. Se trata de una creación musical instrumental popular recopilada por Don Andrés Chazarreta y publicada en su primer Álbum Musical Santiagueño en 1.916. Existe una versión musical muy parecida, publicada por Manuel Gómez Carrillo, a la que Leda Valladares le ha puesto letra. 

Hay una serie de comentarios respecto a la zamba Siete de Abril: Que el compositor era tucumano, que era santiagueño, que la letra no es de Don Pedro Evaristo Díaz, que sí es… la escasez de registros y la abundancia de opiniones crea confusión alrededor de “la Siete de Abril”. 

Cuenta la Historia Argentina que el 7 de Abril es aniversario de un levantamiento contra Juan Manuel de Rosas, iniciado en Tucumán y encabezado por el Dr. Marco Avellaneda. 

Marco Manuel Avellaneda era nacido en Catamarca, hijo único del primer Gobernador de esa provincia, quien en la misma fuera hombre destacado de la Revolución de Mayo de 1.810. Vivió en San Miguel de Tucumán desde los diez años de edad. Formado Doctor en Jurisprudencia en Buenos Aires, volvió Tucumán por pedido de su familia. En poco tiempo pasó a ser un importante hombre público de la provincia adoptiva, llegando a ser Gobernador. 

En ese tiempo en que era Gobernador de Tucumán, en plena época de enfrentamientos armados entre unitarios y federales por todo el territorio nacional, las autoridades provinciales se pronunciaron públicamente contra el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, al que las provincias le habían concedido la representación ante el exterior, por causa de la carencia de un gobierno central estable. En ese pronunciamiento del 7 de Abril de 1.840, la provincia de Tucumán desconocía a Rosas como Gobernador de Buenos Aires y le retiraba la representación exterior. Las demás provincias del Norte adhirieron al pronunciamiento, excepto Santiago del Estero, que tenía como Gobernador al federal Juan Felipe Ibarra. 

Meses después se formaba la Coalición del Norte, que manifestaba tener como objetivo la formación de un Congreso Constituyente. Una serie de hechos históricos llevó a una nueva serie de enfrentamientos armados, que culminó con la derrota de los unitarios y la disolución de la Coalición del Norte. 

Marco Avellaneda fue capturado y degollado en Metán, provincia de Salta, el 3 de Octubre de 1.841, y su cabeza llevada hasta la ciudad de Tucumán, para ser exhibida en una pica en la Plaza Independencia. Un monolito construido en el mismo lugar donde estuvo expuesta la cabeza de Avellaneda recuerda aquel hecho. Un hijo de Marco Avellaneda, de nombre Nicolás, fue Presidente de la Nación. 

En el Departamento Burruyacu, cerca del límite con la provincia de Santiago del Estero, existe una población crecida alrededor de una estación de trenes de nombre Siete de Abril, posiblemente recordando aquel levantamiento regional encabezado por Tucumán. La Ruta Nacional 34 pasa junto a Siete de Abril. 

A pocos kilómetros de Siete de Abril está Quebracho Coto, en el departamento Pellegrini, provincia de Santiago del Estero. El nombre de ese pueblo santiagueño es una hibridación de quichua y castellano. En el Noroeste Argentino se dice Coto a las protuberancias o bultos que pueden aparecer en organismos vivos; en este caso, el origen del topónimo podría ser algún quebracho en el que se destacaba un bulto, o coto. En nuestro Noroeste también solía llamarse coto al bulto causado por el bosio en el cuello de los paisanos.
Quebracho Coto es nombrado por Canqui Chazarreta en su zamba La Vuelta del Santiagueño. Siete de Abril es mencionado por Carlos Carabajal en la chacarera A Don Ponciano Luna, músico que supo tocar en acontecimientos de toda la región. Muy cerca de Siete de Abril pasa el Río Urueña, que nace en la provincia de Salta y se pierde en salitrales y bañados santiagueños, llegando ocasionalmente a desaguar en el Río Salado. 

Una coincidencia que llama la atención es que Marcelo Raúl Ábalos, el integrante del conjunto Los Hermanos Ábalos conocido como Machaco, falleció el 7 de Abril de 2.000. El tradicional conjunto santiagueño contaba en su repertorio la zamba Siete de Abril. Machaco supo visitar el Alero Quichua Santiagueño en varias ocasiones. El hecho de que el guitarrero y cantor haya entregado su cuerpo a la tierra justamente el 7 de Abril, no deja de ser llamativo. 

Respecto a la zamba Siete de Abril, no hay datos concretos respecto al porqué de su nombre. Si fuese una zamba tucumana como afirman en la vecina provincia, podría ser que el nombre fue puesto en homenaje a la proclama de Marco Avellaneda contra Rosas. Si la zamba fuese santiagueña, como a su vez decía gente de Santiago, no hay algo que nos indique el porqué del nombre. 

Por las dudas, no está de más aclarar que el barrio santiagueño 8 de Abril debe su nombre a la fecha de su inauguración; por lo tanto, el nombre del barrio no tiene ninguna relación con el día 7 de Abril, con el pueblo 7 de Abril o con la zamba Siete de Abril. 

Hay una serie de versiones respecto a la autoría de esta zamba. El hecho concreto es que ha sido recopilada por Don Andrés Chazarreta, posiblemente a fines del Siglo XIX. El trabajo del recopilador ha sido fundamental ante el enorme caudal cancionero que circulaba por los campos y montes. Muchas creaciones se han hundido en el olvido por falta de un registro escrito o una grabación sonora. 

La zamba Siete de Abril puede ser santiagueña o tucumana. Su autor parece haber quedado en el anonimato. Tenemos los datos del recopilador de la música y del autor de una letra muy posterior a la existencia de esa música. Es una de las zambas más bellas y conocidas de nuestro folclore nacional. 

Es evidente que la letra puesta por Don Pedro Evaristo Díaz no es la más apropiada para evocar un acontecimiento político desencadenante de una serie de enfrentamientos mortales, pero es la letra que está arraigada en el sentimiento popular; es la letra que viene a la cabeza del criollo argentino cuando se menciona la zamba Siete de Abril. 

Apenas uno escucha esa fecha devenida en nombre de zamba, comienza a cantar o bailar aunque sea con el pensamiento. “La Siete de Abril” ha hecho bailar a muchos criollos, por eso le decimos: “Zamba, sos mi canción.” 

03 de Abril de 2.012.