El 10 de Noviembre es Día de la Tradición en la República Argentina. José Hernández nació el 10 de Noviembre de 1.834 en la Chacra de Perdriel, provincia de Buenos Aires, propiedad de Juan Martín de Pueyrredón, hermano de la madre del escritor gauchesco. Es evidente que su tío no influyó en Hernández en cuanto a ideas políticas, pues si leemos sobre los objetivos perseguidos por ambos percibiremos enormes diferencias.
Don Rafael Hernández, padre de José, trabajó en campos del hacendado Juan Manuel de Rosas, federal autonomista que llegó a ser Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Es posible que, sin haber caído en el rosismo, José Hernández haya tenido coincidencias con algunas de las ideas sustentadas por Rosas.
Su condición de activo federalista lo movilizó hacia el combate y lo lanzó a los caminos. Para referirnos a la lucha de Hernández, podríamos tomar un fragmento del Himno a Sarmiento, su acérrimo enemigo, y decir que luchó “con la espada, con la pluma y la palabra”.
Su palabra resonó fuerte y clara en las sesiones de la Legislatura de Buenos Aires, también en diversos mitines y debates. Debió desenvainar la espada en batallas entre unitarios y federales.
Con la pluma luchó desde el periodismo, soportando todo tipo de resistencias y agresiones por parte de los centralistas. Escribió La Vida del Chacho, indignado por el asesinato del caudillo federal riojano Ángel Vicente Peñaloza; pero su mayor alegato escrito es Martín Fierro, con quien reclama por el gaucho de la gran Patria.
Hay fuertes afirmaciones de que gran parte de la obra cumbre de la literatura gauchesca argentina ha sido escrita por José Hernández en Santana do Livramento, Río Grande do Sul, Brasil. Santana do Livramento (o Sant’Ana do Livramento) es una ciudad fronteriza, que forma un conglomerado urbano con la ciudad de Rivera, en la República Oriental del Uruguay. La región donde se encuentra tal ciudad ha sido durante mucho tiempo parte del Virreynato del Río de la Plata o del Brasil en forma alternada, hasta que finalmente fue cedida por el Gobierno del Uruguay al Imperio del Brasil en 1.852.
En 1.871, luego de una frustrada revolución federal en la que participó, Hernández se refugió en territorio brasileño. Es muy posible que en la quietud del exilio, su rebeldía se haya canalizado hacia la protesta en versos. O puede ser que esa misma quietud le haya permitido continuar lo que ya vendría escribiendo en los descansos mientras cabalgaba bregando por el federalismo nacional. Parece ser que las correcciones finales de la obra fueron hechas por Hernández en la ciudad de Buenos Aires.
Otro libro de José Hernández es Instrucción del Estanciero, publicado dos años después de La Vuelta de Martín Fierro. Muchos de los consejos e indicaciones que vierte en este libro aún siguen vigentes. Fue una novedad en la época, pues todo lo relacionado con la actividad rural se daba por sabido a causa del conocimiento empírico.
El folclorista Carlos Alfredo López nos cuenta en la publicación El Palenque, que en 1.938 la agrupación Bases propuso a la Cámara de Senadores de la Nación que el 10 de Noviembre fuese declarado Día de la Tradición, en homenaje y reconocimiento a José Hernández. Ambas cámaras del Congreso de la Nación aprobaron en forma unánime el proyecto.
La implementación del cumpleaños del escritor luchador como Día de la Tradición, y en muchos casos, el reconocimiento de cada Noviembre como el Mes de la Tradición, son triunfos póstumos de quien defendió con vehemencia la causa nacional y federal.
El diccionario nos enseña que Tradición es la transmisión de un conjunto de hechos históricos y socioculturales, de generación en generación. Con el tiempo, las tradiciones van enriqueciéndose por aportes firmes, que no responden a modas. La moda es algo pasajero, mientras que la tradición es duradera.
El poema de José Hernández, de tanto ser leído, forma parte de las tradiciones argentinas. Además, en el mismo relata hechos tradicionales de nuestros connacionales. Muchos de los refranes y dichos contenidos en el Martín Fierro ya formaban parte de las costumbres tradicionales de la época, mientras que otros se incorporaron a las tradiciones argentinas a partir de la lectura del poema en las pulperías y todo ámbito criollo.
Uno de los dichos de Martín Fierro está incluido en la estrofa que relata: “Allí quedó de mojón/ y en su caballo salté;/ de la indiada disparé,/ pues si me alcanza me mata,/ y al fin me les escapé/ con el hilo en una pata.” Escaparse “con el hilo en una pata” equivale a salvarse por poco, igual que un pollo atado para ser sacrificado, que si consigue cortar el hilo va a escaparse con éste aún amarrado a una pata.
“Seguiré esta relación/ aunque pa’ chorizo es largo” ha tomado forma tradicional en ese segundo verso. Cuando considera que algo está demorando mucho o sin posibilidad cercana de terminarse, el paisano afirma: “Esto, para chorizo es largo”.
“Dentro en todos los barullos/ pero en las listas no dentro” ha sido adoptado como forma de reclamo por quienes consideran que sus esfuerzos no han sido retribuidos. “Sin perro que los ladre” es otra expresión tradicional que encontramos en El Gaucho Martín Fierro, como indicativo de una absoluta soledad o falta de amparo.
“No era de arriar con las riendas” es otro dicho tradicional que encontramos en el poema. Un equivalente que escuchamos por nuestros pagos sería: “No es de montar en pelo”. En ambos casos, nos referimos a alguien con quien no es fácil lidiar con la palabra o con los hechos.
“Por su hermana, que por la mía no hay cuidao” es una expresión usada por Martín Fierro y por muchos de nuestros paisanos para responder a quien le diga “cuñao” (cuñado) sin serlo. “No se han de morir de antojo” le dijo Fierro a la partida que pretendía sorprenderlo de noche en el campo. Es otra frase que ya era tradicional o se hizo tradicional en nuestro país a partir de la obra de Hernández.
Leyendo “La Biblia Gaucha” encontraremos una gran cantidad de dichos, refranes y sentencias. Todo ese bagaje de sabiduría popular contenido en pocas palabras rimadas o dichas con ingenio o ironía han venido a enriquecer la tradición argentina.
La descripción de paisajes, personajes y costumbres es también un gran aporte para la reafirmación de nuestro conocimiento transmitido de generación en generación. Lamentablemente, las injusticias que relata José Hernández también parecen ser parte de nuestra tradición, por lo arraigadas.
La tradición es toda una herencia, a la que podemos y debemos enriquecer agregando buenos elementos, al tiempo que procuremos erradicar lo nocivo que haya en ella. José Hernández y Martín Fierro son un ejemplo de este modo de obrar.
08 de Noviembre de 2.011.