“¿Qué sabes del pago?” Preguntó un obrero a otro, preocupado por que hacía tiempo debían haber cobrado el sueldo y no había ni noticias. Entre irónico y dolido, el otro le respondió: “El pago está lindo; ha llovido, las represas están llenas, los campos sembrados y el ganado gordo.”
El Diccionario nos enseña que se llaman homónimos las palabras que son iguales en su escritura y/o sonido pero diferentes en su significado. En el cancionero nativo y en la literatura criolla en general hay una gran cantidad de menciones al pago como quien se refiere a un paraje o una región definida. Es interesante preguntarse por qué la misma palabra define un lugar y también a la entrega de la recompensa por un bien o un servicio.
En los dos libros de José Hernández que habitualmente llamamos “el Martín Fierro”, encontramos la palabra Pago en un sentido: “… pues debe creerse al testigo/ si no pagan por mentir” o en el otro: “Soy pa rumbiar como el cerdo/ y pronto caí a mi pago.” “¡Ah, gaucho! – me respondió. – ¿De qué pago será criollo?”
El verbo pagar aparece hace mucho tiempo en la lengua castellana. Está definido como el acto de dar a alguien el dinero que se le debe. También se entiende como el hecho de cumplir un castigo o sufrir las consecuencias por alguna mala acción.
Unos pagan sus compras, los trabajos que han sido hechos por su pedido o mandato, pagan deudas contraídas, etc. Otros deben pagar con prisión u otro castigo las faltas o delitos que hayan cometido. Cuando la gente ve en desgracia a alguien que hizo cosas ruines, suele decir: “Está pagando las culpas”, o: “Todo se paga en vida.”
La creencia popular y la fe en una Justicia Divina, hacen que el criollo acredite que los beneficios o atenciones que se reciben y los compromisos asumidos deben saldarse, pagarse; si no, después el pago será doloroso y con creces. Y no es una forma de materialismo, pues suele considerarse que un favor recibido puede pagarse siendo gentil incluso con otra persona, distinta a quien nos hizo una “gauchada”. También se entiende que quien obra bien se está haciendo acreedor a recibir en algún momento los beneficios por su modo de ser. En este caso ya no se trata de pagar, sino de recibir un pago.
En el canto santiagueño encontramos muchas veces la palabra Pago para designar el terruño, como en el gato Para mi Pago (Fortunato Juárez), la chacarera De mis Pagos (Julio Argentino Jerez), Entre a mi Pago sin Golpear (chacarera de Pablo Raúl Trullenque y Carlos Carabajal), por mencionar algunos temas que contienen la palabra Pago en el título.
Si usamos con ese sentido la palabra Pago en cualquier provincia argentina, en parte de Bolivia y en Uruguay, la expresión será entendida sin problemas. En el folclore del Sur de Brasil escuchamos la palabra Pago en varios temas musicales, como en Um Canto de Amor Apenas, de Wilson Paim (Nas tardes quentes de Verão no pago…) (En las tardes calientes de Verano en el pago…).
Si averiguamos en otros países de nuestro continente, es muy posible que nos respondan que la palabra Pago se refiere a entregar un dinero, u otro bien, para saldar una cuenta. Para el otro significado que le damos en nuestro pago se usan las palabras del castellano Terruño, Comarca, Lugar, Región, Paraje, Poblado, Distrito…
Desde Perú, el yacháchej Apolinario Saldívar Bolívar nos sugiere que en Santiago del Estero y zona de influencia quichua podría ser que se usa la palabra Pago como denominación de un lugar, por causa de las palabras Pako, Paqo, Paku, P’aqo o Phaku, voces que nombran lugares en la región donde estuvieron los Chankas, pueblo de la región andina del Perú que interrelacionó con los Incas.
Hay visitantes de pagos lejanos que dicen sorprenderse por el hecho de que el santiagueño le cante a la tierra. Si vamos a ver la definición quichua para tierra, nos encontramos con la palabra ashpa, la que más al Norte se dice alpa y muchos santiagueños dicen allpa si a la ll la hacemos sonar como lo hacemos habitualmente en estos pagos. Como diría el Profesor Domingo Bravo: Hacemos sonar la ll como suena la g en la palabra Giorno de los italianos.
Pero es necesario aclarar que tanto ashpa, allpa como alpa, están definiendo a la tierra, esa tierra que podemos tomar en la mano, que vemos levantarse en tierrales cuando corre viento fuerte, la tierra que trabajamos para que las semillas germinen en ella.
Cuando decimos “no hay tierra como la mía”, “vuelvo a mi tierra”, “gente de la tierra” y otras expresiones que incluyen la palabra tierra, estamos hablando de la tierra en el sentido de “la tierra de uno”, que sería el terruño, aunque se use la palabra que define a la tierra como un objeto divisible en porciones ínfimas.
Por otra parte, no debemos olvidar que Tierra es el nombre del planeta que nos transporta por el espacio sideral.
En quichua hay una palabra más específica para referirse al pago, al lugar de uno en la Tierra, que es la palabra Llajta.
Podemos encontrar estas palabras en el cancionero santiagueño, por ejemplo, en las chacareras Llajtaymanta Llojserani (Salí desde mi Pago, Abandoné mi Querencia) y Ashpa Súmaj (Tierra Linda, Linda Tierra, Lindo Terruño).
Si consultamos un diccionario castellano, encontraremos que, además de la acción de saldar una cuenta, en España se utiliza la palabra Pago para definir un paraje de la campiña, especialmente si está plantado de viñas u olivares; también designa a un pueblecito o aldea. En España, un vino o un aceite de calidad puede tener apuntado entre sus características el pago de procedencia.
Buscando en un diccionario etimológico, encontramos que en el sentido geográfico, la palabra Pago deriva del latín Pagus, que designaba para los antiguos romanos un sitio rural. Los paganus (paganos) eran los habitantes de esos lugares alejados de los centros urbanos. Los paganos eran más apegados a las tradiciones que los citadinos y posiblemente fueron los últimos en cambiar sus antiguas religiones por el cristianismo.
Llajta, ashpa, terruño, tierra, pago, querencia, Patria… son muchos los nombres que se pueden utilizar para denominar el lugar donde uno ha nacido o ha crecido, o donde ha pasado los mejores momentos de su vida. El pago es el lugar al que uno considera que pertenece, el lugar donde quisiera quedarse o hacia donde quiere regresar. Si uno está lejos de su pago, puede volver en un transporte público, previo pago del boleto de viaje o por cualquier otro medio. Lo importante es poder regresar al pago.
13 de Septiembre de 2.011.