¿Cómo nace una canción? Es una pregunta que puede llegar a tener tantas respuestas cuanto canciones existen. Cada composición poética y musical tiene por lo menos una historia en su seno. Esa historia de la canción puede estar compuesta por otras series de acontecimientos y circunstancias.
Veamos una canción y algunas historias relacionadas con ella: Blas Parera, nació el 3 de Febrero de 1.776 en Murcia, capital de la provincia española del mismo nombre. En esa provincia se habla el murciano, que sería un dialecto intermedio entre el catalán y el castellano, idiomas españoles. Vivió casi toda la infancia en Mataró, provincia de Barcelona, donde se habla catalán. En Mataró nació Juan Larrea, que en Buenos Aires sería Vocal de la Primera Junta de Gobierno en 1.810.
Blas Parera (o Perera) se embarcó muy joven hacia América, afincándose en Buenos Aires, donde se desempeñó como músico y profesor de música. Fue defensor voluntario de la ciudad ante las invasiones inglesas. La biografía de Blas Parera merece mayor espacio, pero vamos a enfocarnos en la canción que hoy nos ocupa.
El compositor Blas Parera daba a conocer tonadillas y otras composiciones musicales al ávido público porteño en aquellos comienzos del Siglo XIX. Algunas de sus creaciones fueron Canto a la Memoria de Mariano Moreno, la obra lírica El 25 de Mayo, y la Marcha Patriótica (ésta con letra de Vicente López y Planes).
Para sintetizar lo referido a Blas Parera, podemos agregar que en 1.818, por nostalgia o por preservar su integridad física, volvió a España. Pasó sus últimos años en Mataró, con su esposa e hijos, todos argentinos. Falleció el 7 de Enero de 1.840 en Mataró. Años después, nacería en la misma ciudad Juan Bialet Massé, médico y abogado que tuvo en Argentina una trayectoria interesante.
Alejandro Vicente López y Planes nació el 3 de Mayo de 1.785. Fue un destacado escritor y político en los comienzos de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Fue Doctor en Leyes, Capitán del Regimiento de Patricios durante las invasiones inglesas, acción que le inspiró el poema El Triunfo Argentino. Participó del Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1.810. Fue uno de los impulsores del Primer Triunvirato. Fue miembro de la Asamblea de 1.813. Escribió la letra de la Marcha Patriótica, cuya música fue de Blas Parera.
Vicente López y Planes fue Presidente Provisional ante la renuncia de Bernardino Rivadavia. Se unió a la causa federal y estuvo muy cercano a Juan Manuel de Rosas. Falleció el 10 de Octubre de 1.856 en Buenos Aires.
Martín Jacobo Thompson nació en Buenos Aires en 1.777. Estudió en la Armada española, llegando a combatir en la batalla naval de Trafalgar. De regreso a su ciudad natal, debió vencer la oposición de toda la familia para poder casarse con su prima segunda Mariquita Sánchez. Fue designado Capitán de Puerto, y combatió contra los ingleses en las invasiones al Río de la Plata, obteniendo importantes triunfos navales. Como integrante del Cabildo Abierto apoyó la Revolución de Mayo de 1.810. Como Capitán de Puerto, organizó y reglamentó para el gobierno patrio varios aspectos de la actividad naval. En 1.816 viajó a los Estados Unidos en misión oficial. Cuando regresaba, en 1.819, falleció en alta mar. El Coronel Martín Jacobo Thompson es considerado el primer Jefe de la Prefectura Naval Argentina, por ser el primer criollo Capitán de Puerto en Buenos Aires.
María Josepha Petrona de Todos los Santos Sánchez de Velazco Trillo, nacida en Buenos Aires en Noviembre de 1.786, tuvo la osadía de oponerse a un matrimonio arreglado por su madre y luchar hasta conseguir casarse con su primo segundo Martín Jacobo Thompson. Conocida como Mariquita, estaba muy bien relacionada en la sociedad porteña. En su casa eran frecuentes las tertulias donde se consideraban y disfrutaban la música, la poesía y la literatura. Mariquita Sánchez de Thompson adhirió con fervor a la causa patriótica. Su famoso salón pasó a ser un foro de debate en la ciudad central de la nueva nación.
“Se levanta en la faz de la tierra/ una nueva y gloriosa nación/ coronada su sien de laureles/ y a sus plantas rendido un león.” Así decía una de las estrofas de la Marcha Patriótica de Vicente López y Planes que, aprobada el 11 de Mayo de 1.813 por la Asamblea General Constituyente, fue cantada por primera vez en el salón de la casa de Mariquita, esta mujer comprometida en las luchas desde los albores de la Argentina.
La Marcha Patriótica pasó luego a llamarse Canción Patriótica Nacional, después Canción Patriótica y, a partir de 1.847, Himno Nacional Argentino. Sabemos bien cómo su letra fue reducida, con fines prácticos, diplomáticos y otros.
Hoy es Día del Himno Nacional Argentino. En la escuela primaria nos lo han enseñado. Nos parábamos duritos, con los pies juntitos, concentrados en la música y conscientes de la solemnidad del momento, por que cantábamos El Himno. Esto ocurría y ocurre en las escuelas de las ciudades y de la campaña. El Himno Nacional representa nuestros sueños y anhelos colectivos. Representa nuestro orgullo nacional.
Con la misma música que conocemos, la de Blas Parera, el Himno Nacional Argentino ha sido grabado en guaraní, en mapuche y en quichua. No hemos podido encontrar grabaciones en otras lenguas aborígenes de nuestro país, lo cual no significa que haya sido traducido únicamente a los idiomas originarios enunciados.
La grabación del Alero Quichua Santiagueño está en la sección Temas Musicales de nuestra página. El payador quichuista Lázaro Moreno también ha hecho una grabación del Himno Nacional, con una prolija pronunciación en su lengua materna.
Podemos cantar el Himno en uno u otro de los idiomas argentinos, podemos cantarlo en una nota o en otra, podemos darle algún matiz instrumental, podemos entonarlo o desentonarlo, pero no debemos banalizarlo. El Himno Nacional Argentino nos representa. No lo cantamos para el público, para ganar aplausos ni mucho menos para vender discos. Lo cantamos para nosotros, para volver a hundir nuestras raíces en la Patria.
“Al gran pueblo argentino… ¡Salud!”
11 de Mayo de 2.010.