


Pablo Raúl Trullenque escribió la letra y Carlos Carabajal creó la música de la chacarera Pa estas fiestas vuelvo al pago. Esto ocurrió a mediados de Diciembre de 1971. Carlos Carabajal la ha grabado en 1973, y después la han grabado muchos otros intérpretes.
Esta chacarera refleja un sentimiento generalizado del provinciano migrante, el que suele ir a las grandes ciudades, principalmente a Buenos Aires, en busca de una vida mejor que la que tiene en su pago natal. En este caso, el autor se refiere al santiagueño, uno de los más viajeros y, como decían hace unos años, es muy andariego pero muy volvedor.
El santiagueño suele tener parientes y amigos radicados en Buenos Aires. Incentivado por los relatos de esos seres queridos, suele despertarse en quien vive en el pago, el deseo de ir también para deslumbrarse con las maravillas que le cuentan. En mayor o menor medida, todo en nuestro país pasa necesariamente por Buenos Aires. Los principales medios de comunicación están en Buenos Aires y, en las provincias, los medios locales difunden una gran cantidad de noticias y propagandas generadas en Buenos Aires y, por voluntad u obligación, casi todos los comunicadores del país procuran parecerse a los locutores de Buenos Aires, copiando incluso los peores vicios del habla que nos llegan desde el lugar central de nuestro país “federal”.
Con toda la propaganda directa o indirecta, Buenos Aires atrae a la gente de todo el país. Hay quienes no ceden a esa atracción. Los rebeldes aferrados a su tierra existen, aunque cueste creerlo; esa gente, por rebeldía o por amor a su pago, o porque en su lugar está bien, viaja a Buenos Aires o cualquier otro lugar, solamente porque quiere conocer.
Por el motivo que fuere, en cierto momento de su vida, el santiagueño que se siente atraído por Buenos Aires, deja su lugar y se va para la famosa gran ciudad. Con suerte, allá encuentra trabajo y empieza a tener una entrada de dinero. Para que el dinero no se vaya en alquileres, los primeros tiempos vive en casa de algún pariente, mientras busca un terreno donde construir su casa. Los terrenos más accesibles están en lugares lejanos y despoblados.
La rutina del santiagueño en Buenos Aires, suele ser: Trabajo de Lunes a Viernes, partiendo de donde vive antes del amanecer y volviendo de noche. Durante el fin de semana, se dedica a construir su casa en un terreno lejano. Esa construcción le ocupa todo el tiempo disponible y le lleva todo el dinero que queda después de haber pagado el transporte de todo el mes y los frugales gastos de la familia. Por unos años, no puede volver al pago, hasta que la casita esté en condiciones. Entonces sí, el santiagueño vuelve; aunque sea por pocos días, vuelve a su pago.
Cada vez que puede, viene para carnaval, para la fiesta de Mailín, para el aniversario de su lugar de origen, para algún acontecimiento familiar y, por supuesto, para las fiestas de fin de año. Es poco probable que el paisano y su familia puedan venir para todas las fiesta enumeradas, pero cada año tratan de venir siquiera a una, aprovechando vacaciones en su trabajo y en la escuela de los hijos.
El santiagueño vuelve al pago cada vez que puede y, si las circunstancias lo permiten, regresa definitivamente una vez jubilado. Motivan su regreso, el lugar mismo al que pertenece, su familia, sus amistades, la añoranza de un tiempo pasado. En especial, el criollo viajero quiere ver a la madre, por eso dice la chacarera: “Pa estas fiestas vuelvo al pago, antes de la Nochebuena. Quiero estar junto a mi mama para cantarle una chacarera”.
Feliz año dos mil veintiséis.
30 de Diciembre de 2025.
