La gente bienintencionada afirma que los seres humanos hemos sido puestos en el Planeta Tierra para vivir como hermanos, en armonía entre nosotros y con todo el ambiente natural. La realidad nos muestra que el El Hombre, en algún momento de la historia, se ha convertido en un ser insaciable e insatisfecho, permanentemente ansioso por llenar el hueco dejado en su alma por alguna carencia. A esta misteriosa particularidad nuestra la ha pintado poéticamente Pablo Raúl Trullenque en La Pucha con el Hombre. Los casos de sojuzgamiento y esclavismo del hombre por el hombre están poblando las páginas de la historia mundial.

En su campaña para apropiarse de suelo sudamericano, los portugueses llegados a partir de Pedro Álvares Cabral intentaron esclavizar a los aborígenes, que vivían de lo que la Naturaleza les brindaba. Ante las dificultades para incorporar a los indígenas en su sistema de trabajo, los colonizadores optaron por eliminar las aldeas que ocupaban tierras aptas para la agricultura y traer esclavos africanos para que trabajasen en los cultivos de caña de azúcar, maíz, algodón y en todo lo que necesitaban para sostener su modo de vida europeo. Cuando los distintos países americanos abolieron la esclavitud, Brasil era un país independiente de Portugal, pero regido por una monarquía. Esto ocurrió el 13 de Mayo de 1.888, cuando la Princesa Isabel, coincidiendo con el natalicio de su bisabuelo, decretó la Ley Áurea (Ley Dorada), por la que se abolía oficialmente en forma definitiva la esclavitud en el entonces Imperio del Brasil. En nuestro país, la esclavitud fue desterrada por la Asamblea del año 1.813 y la Constitución de 1.853.

Muchos humanos somos dominados por un instinto esclavista y deseos de someter al prójimo. Estos aspectos negativos de nuestro ser parecen estar latentes, para manifestarse generalmente cuando nos consideramos poderosos. También hay que tener en cuenta que hemos nacido libres. Por eso es que en nuestro interior vive agazapada la rebeldía contra cualquier intento de esclavizarnos. Tal rebeldía se manifiesta según los casos y según las personas. Un caso heroico y trágico de rebeldía contra el poder explotador fue el de José Gabriel Condorcanqui Noguera, quechua hablante inmortalizado como Túpac Amaru, tras encabezar la primera rebelión contra las autoridades del Virreynato del Perú. Fracasado el intento independentista, Túpac Amaru murió descuartizado en Cusco el 18 de Mayo de 1.781.

Podemos recorrer las páginas de los libros de historia o las publicaciones de actualidad, y encontraremos numerosos casos de lucha permanente entre los hombres, unos por dominar a otros y éstos por no ser dominados. Estas pujas han inmortalizado a numerosos luchadores. Alguien a quien debemos tener siempre presente es al inolvidable maestro y periodista Don Pedro Bonifacio Palacios, más conocido por su seudónimo: Almafuerte. Nació el 13 de Mayo de 1.854. Su actitud rebelde ante las injusticias le llenó la vida de sinsabores, pero se mantuvo erguido hasta el final, sin doblegarse. Nos dejó escritos sus fuertes argumentos en forma de prosa y poesía. Tomando el comienzo de su conocido soneto Piu Avanti, podemos sintetizar su mensaje y, si queremos, incorporarlo a nuestra actitud ante la vida: “No te des por vencido, ni aún vencido. / No te sientas esclavo, ni aún esclavo…”

13 de Mayo de 2.008.