Dice una parte de El primer comandante, una creación de Marcelo Salvatierra en letra y música, grabada por el Dúo Quichuamanta.
Hoy recordamos que, el 10 de Junio de 1829, Luis Vernet se instaló oficialmente en la Isla Soledad, la más oriental de las dos Islas Malvinas grandes, pues hay otras de menor extensión que Gran Malvinas y Soledad. Ese día, Vernet fue nombrado Primer Comandante Político Militar en las Islas Malvinas.
Mucho antes de este hecho histórico documentado, aparentemente antes del paso de europeos por estas islas, habrían llegado a las mismas algunos yámanas, aborígenes que habitaban Tierra del Fuego y eran expertos navegantes en sus canoas de madera. No se conoce concretamente que los yámanas hayan navegado en mar abierto, pero el hecho es que en las Malvinas fueron encontrados vestigios de flechas con punta de piedra.
Hay quienes especulan que Américo Vespucio habría avistado las Islas Malvinas en 1501. Puede ser o no. Después pasaron por las islas españoles, franceses, ingleses, holandeses, pero las islas siguieron estando en la plataforma continental, formando parte de este territorio que estaba siendo colonizado por España.
En 1766, España designó un gobernador para las Islas Malvinas. Ese gobernador y los siguientes, residieron en Puerto Soledad, en la isla Soledad. El 10 de Junio de 1770, una flota española rindió y desalojó a una guarnición de ingleses que se habían instalado meses antes en las islas.
En 1790, 1793 y 1794, España y Gran Bretaña firmaron las Convenciones de Nutca, para zanjar pacíficamente sus controversias por territorios en América del Norte y, en cuanto a América del Sur, quedó establecido que los británicos no harían nuevos asentamientos en las Islas Malvinas, que estaban ocupadas por España.
Cuando comenzaron los movimientos independentistas en las colonias españolas, las tropas que estaban en las Malvinas volvieron al Río de la Plata, para reforzar a la Banda Oriental del Uruguay.
En 1820, el gobierno criollo de Buenos Aires envió la fragata Heroína para tomar posesión de las Islas Malvinas e impedir la explotación ilegal de ballenas. En 1823, el guaraní argentino Pablo Areguatí se hizo cargo de la Comandancia Militar de las islas, enviado por el gobierno de Buenos Aires. Ningún país, incluido Gran Bretaña, hizo objeción alguna contra la toma de posesión argentina.
Mientras tanto, en ese mismo año 1823, James Monroe, presidente de Estados Unidos, dictó la doctrina que años después llevaría por nombre Doctrina Monroe, por la que su país se opone a cualquier colonialismo europeo en el continente americano. En 1829, empresarios británicos comenzaron a pedir a la corona de su país, la apropiación de las Malvinas para instalar emprendimientos ganaderos y explotar la fauna natural. Entonces, el gobierno británico pisoteó los acuerdos anteriores y reclamó por la designación de Vernet.
Instalado en las islas con su establecimiento ganadero y a cargo de la Gobernación, Luis Elías Vernet se dedicó a combatir la captura ilegal de fauna marina. Eso causó un incidente por un navío foquero estadounidense, lo que causó el ataque militar naval de los Estados Unidos, que destruyó las instalaciones argentinas en las islas, capturó a gran parte de la población y dejó el territorio “servido” para la invasión inglesa.
Buenos Aires envió una pequeña dotación a bordo de una embarcación de mediano porte. Cuando llegaron los ingleses con un gran buque de guerra que triplicaba la capacidad de la goleta Sarandí, no les fue difícil invadir las islas y quedar como dueños del territorio, ignorando durante casi ciento cincuenta años los reclamos diplomáticos argentinos y las órdenes de la Organización de las Naciones Unidas, creada por ellos y países aliados.
El 2 de Abril de 1982, tropas argentinas desplazaron al gobernador británico y a su guarnición militar, recuperando así Las Malvinas para nuestro país, sin causar daño alguno al enemigo, que se rindió sin sufrir ninguna baja. Ante tal atrevimiento de un país despreciado durante toda su existencia, Gran Bretaña envió una expedición que debía recuperar el control de las islas, como quien pasear.
El paseo se convirtió en pesadilla para las fuerzas británicas que, recién el 14 de Junio de ese año, lograron la firma de un alto el fuego por el General argentino que oficiaba de gobernador. Durante los 74 días de ocupación argentina en las islas, hubo actos de guerra de toda índole por parte de nuestros valientes cuadros y tropas de tierra, aire y mar, por una parte, y de Gran Bretaña por otra.
Debe continuar la lucha por la recuperación de ese territorio argentino, poblado ahora por británicos y chilenos, por los medios diplomáticos y dejando de ser complacientes con el enemigo. Nuestro enemigo es quien retiene desvergonzadamente el territorio que es nuestro. No debemos dejar que nos colonicen también la cabeza y el corazón.
10 de Junio de 2025.