Respondió un vecino ante el comentario de que el cielo se veía enorme y hermoso. Mientras uno miraba hacia arriba. Ante la grandiosidad del primer día soleado después de mucha lluvia y cielos nublados, el otro hacía una observación no menos válida.
Estamos en los cuarenta días del año en que las sombras se verán más largas, por una mayor inclinación relativa de Inti, el Sol, respecto a la superficie terrestre del hemisferio en que vivimos. Es un detalle prácticamente imperceptible de un día para otro, pero sí es notable después de muchos días sin Sol. Los días nublados tienen sombras tan tenues que parecen no estar.
Estamos en los cuarenta días del año con las noches más largas. La noche más larga de este año dos mil veinticinco, se va a dar en la noche del Viernes 20 de Junio. Al amanecer del Sábado 21, ya estaremos en Invierno. Desde ese día, cada vez amanecerá un poco más temprano y oscurecerá otro poquito más tarde, aumentando la duración del día a razón de más o menos un minuto cada día. Mientras tanto, hasta entonces, cada día es más breve y cada noche más larga.
Esto se debe a que el planeta Tierra tiene distintos movimientos respecto al Sol. Uno de ellos es la órbita casi circular por la que hace una traslación de un año por cada vuelta alrededor del Sol. Otro movimiento es de rotación sobre su eje Norte – Sur, con una rotación completa cada 24 horas, lo que hace que cada jornada tenga una noche y un día. El día ocurre en la mitad de la Tierra expuesta al Sol, mientras que el lado momentáneamente oscuro tiene la noche.
Hay dos momentos en el año en que la duración del día y de la noche son exactamente iguales en cualquier punto de la tierra, salvo donde hay montañas que hacen sombra. Esos momentos son los equinoccios, que ocurren uno en Marzo y el otro en Septiembre. Es el momento en que la posición de la Tierra respecto a Inti, hace que los rayos solares lleguen en forma perpendicular a la línea imaginaria del Ecuador. Equinoccio es una palabra del latín y significa, literalmente, “noche igual”, porque en ese breve instante, la noche y el día tienen igual duración.
Pero la Tierra no está mucho tiempo en esa posición en que parece “ofrecer su panza” al Sol, al estar el Ecuador apuntando directamente hacia Inti. Apenas pasa el equinoccio de Septiembre sigue inclinándose, de tal modo que el Polo Norte parece alejarse del Sol, cuyos rayos caen cada vez más directos en el Hemisferio Sur, hasta el Equinoccio de Diciembre, cuando los rayos solares llegan directamente al Trópico de Capricornio, marcando en nuestro pago el comienzo del Verano. La línea imaginaria del Trópico de Capricornio pasa por el Norte de Argentina, unos 500 kilómetros al Norte de la ciudad de Santiago del Estero.
Inmediatamente después del equinoccio de Marzo, la Tierra sigue inclinándose como haciendo una reverencia al Sol con su Polo Norte, hasta que en la tercera semana de Junio, ocurre el Solsticio, cuando los rayos solares caen directamente sobre el Trópico de Cáncer, que está en el Hemisferio Norte. Para nosotros, es el día más corto del año, en que al Sol se lo ve lejano y las sombras son largas. Ese día marca el comienzo del Invierno para nosotros y es cuando el Sol empieza su lento “regreso” hacia nosotros.
En ese momento en que deja de alejarse y comienza el regreso, los astrónomos perciben una “quietud” del Sol en el espacio. Ese “Sol quieto” es lo que origina el nombre a latino Equinoccio.
Estos movimientos de “cabeceo” de la Tierra respecto al Sol, los hace sin dejar de girar y trasladarse. Todo esto es parte de la dinámica de nuestro planeta en su relación con Inti, el Sol, nuestra estrella cercana, y esos movimientos provocan los cambios de temperatura, vientos y mareas que propician las condiciones naturales que hacen posible la vida en la Tierra.
Estamos en los días de sombras largas y de días breves. Mientras Inti brille en el cielo, estamos muy bien, gracias a Tata Yaya.
03 de Junio de 2025.