¿Cuál abuela? Prácticamente todas, pues por las actividades que eran necesarias en la casa o fuera de ellas, muchos chicos tenían más contacto con la abuela que con la madre.
En tiempos no muy pasados, en muchas familias, por no decir en todas, el padre debía ir a trabajar muy temprano por la mañana y, cuando volvía estaba tan cansado que apenas si podía conversar o escuchar relatos de lo ocurrido en la casa. La madre tenía que limpiar la casa, atender el gallinero, la huerta, lavar la ropa, cocinar, planchar y ver que los hijos cumpliesen con sus tareas escolares.
Cuando la abuela venía a vivir con la familia de su hija o de su hijo, era generalmente porque había quedado viuda y sola. Si su salud estaba bien, se unía a las tareas de la madre de los chicos, que era la hija o la nuera de esta señora mayor. Poco a poco, de protagonista pasaba a ser solamente ayudante en las tareas de la casa, pero ya se perfilaba como la educadora de sus nietos en la casa. Se valoraba mucho el tiempo de vida por el cúmulo de experiencias vividas por las personas mayores.
Esto no significa que el hombre de la casa, y muchas veces el abuelo, no aportase en la formación de los menores, especialmente de los varoncitos. El abuelo solía tener frases motivadoras, como “Usted puede, porque es de esta familia, de gente fuerte y capaz”. La madre y la abuela, enseñaban “cosas de mujeres” a las niñas y, a todos en general, enseñaban valores morales, entre los que destacaba el tener buen comportamiento, especialmente fuera de la casa.
Cuentan que un niño memorista, siguiendo al pie de la letra la enseñanza recibida, había llegado a la casa de un vecino y había recitado de un tirón: “Buen día si es de mañana, buenas tardes si es de tarde, buenas noches si es de noche”. Algo que solían recordar con énfasis las señoras mayores era la importancia del saludo al encontrarse con alguien. También era fundamental el comportamiento a la hora de comer. “Respeten la mesa”, solían decir advirtiendo que al estar sentados a la mesa había que guardar compostura: No jugar, ni gritar, incluso no cantar cuando se estaba desayunando, almorzando, merendando, cenando.
Las palabras soeces o gestos de esa índole estaban prohibidos enfrente de los mayores y se aconsejaba no utilizarlos en ningún momento. Ante la mención de algunas posibles faltas, los mayores solían advertir, en tono amenazante: “¡Que yo no me entere!” Como quien dice: “¡Es mejor para ti que yo no sepa que has hecho algo así!” Esta advertencia solía darse especialmente a los muchachos, a los adolescentes, los que podrían andar en malas compañías o adquirir alguna mala costumbre. Los abuelos solían recordar a Martín Fierro, diciendo: “Por igual es tenido quien con malos se acompaña” o “Y sepan que ningún vicio acaba donde comienza”.
En el ámbito laboral hay normas de conducta, que exigen a cada uno ocuparse del trabajo que le corresponde, evitando todo tipo de distracciones. Si es alguien que atiende al público, no debe distraerse, para lograr clientes satisfechos. En los sectores productivos, el rendimiento ocupa el centro de la atención. En general, quien presta atención evita errores, no sólo en el trabajo.
En esos tiempos no muy lejanos, el vocabulario los medios de comunicación debía ser correcto y claro, evitando modismos o expresiones tomadas “de la calle”. Era el tiempo en que se decía que los medios de comunicación masiva debían informar, educar y entretener, en ese orden de prioridades. Llegó un momento en que el vocabulario que ocasionalmente utilizaba algún cómico, sonaba también en la voz de un comunicador “serio”. En un principio, esos deslices que se insinuaban pero no se concretaban, se usaban para sorprender, pero cuando pasó la sorpresa, lo que era una insinuación se hizo explícito y cotidiano en muchos casos.
Era como si hubiesen faltado los abuelos y los padres exigiendo guardar compostura. Poco y nada vale quejarse y añorar tiempos ido, cuando uno es un espectador pasivo de aberraciones, sin quejarse por temor al insulto, a la burla, a la desaprobación.
Ante el insoportable avance de los malos modos, tal vez sería mejor no enterarse.
06 de Mayo de 2025.