Al hablar de una artista esencial de la cultura criolla y principal heredera del legado de Atahualpa Yupanqui, indudablemente nos estamos refiriendo a Suma Paz, Fiel seguidora y difusora de la obra de Atahualpa Yupanqui, a quien ella consideraba como su "maestro".
Nació en Bombal, provincia de Santa Fe, el 5 de abril de 1939. A los seis años comenzó a tocar la guitarra, aprendiendo música en su ámbito familiar, y posteriormente con profesores.
Estudió Filosofía y Letras y se graduó en la Universidad del Litoral.
A partir de Atahualpa pero no sólo aferrada a él ni sumisamente convertida en una repetidora, Suma se acercó a otras propuestas de la música nativa para llevar los alcances de ese aprendizaje por diversas texturas folclóricas.
El canto surero, la milonga, el estilo y la zamba fueron algunos de los géneros que le surcaron el pulso de la guitarra y un canto sin estridencias, pleno de precisión, profundidad y belleza.
Para completar las herramientas de las que dispuso para nutrir su devenir, está la poesía, que plasmó en los libros "Pampamérica", "Al sur del canto" y "Ultima guitarra" y una intensa labor difusora la cual se vio reflejada en el programa de radio "Pampeanías" que durante seis años se emitió por radio Nacional y sus 40 filiales.
Fue reconocida en innumerables distinciones por no ceder a los ataques de la cultura dominante que condenó a las márgenes a muchas expresiones musicales de raíz.
En la última edición del Festival de Cosquín recibió el Premio Especial a la trayectoria.
Además en 2006 fue distinguida como "Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires" Como así también, recibió el Kónex de Plata como una de las "Cinco mejores intérpretes de folklore".
Para Suma, estos reconocimientos significaron "casi un acto de resistencia al dominio tremendo del dinero que ha invadido el mundo y también tomó los ámbitos de la cultura. Esta situación ha sucedido y sigue sucediendo pero uno sigue haciendo lo de uno porque así debe ser".
Quizás su arte no goce de las prebendas de la cultura convertida en industria. Pero eso no evitó que Suma Paz siguiera su camino "áspero y solitario", como alguna vez le vaticinó Yupanqui.
Camino que lamentablemente llegó a su final hace unos meses cuando falleció a los 70 años el 8 de abril de 2009 en Buenos Aires.