Joven nomás me vine a vivir a la ciudad de Santiago desde Medellín (departamento Atamisqui). Tendría entre 23 y 25 años de edad y, mientras trabajaba, como me gustaba mucho la musica, me iba a ver artistas en peñas y en radios; entre ellas sabía ir al Alero Quichua.
Ahí lo conocí a Don Sixto; recuerdo que lo saludé y le dije que yo era hijo de Felipe Vicente, que habíamos tenido un molino harinero en Los Peraltas, cerca de Salavina. Vivíamos rodeados de bañados; yo tendría 11 años, por ahi de los años 60 y pico cuando encauzaron las aguas. Se había hecho el dique de Las Termas y la gente que sembraba trigo y otros productos, emigró a Buenos Aires. Nosotros, toda mi familia, nos fuimos a Medellín. Fueron épocas difíciles pero lindas a la vez, digo por la gente.
Después de mi relato, Don Sixto me dijo: "Cómo no lo voy a conocer hombre; si somos amigos". Seguramente mi padre lo visitaba en Salavina, por que siempre íbamos a la Villa. A veces íbamos a caballo y cuando se podía en un camioncito de esas épocas que teníamos. Íbamos a fiestas, a las cuadreras, etc.
A partir de esa conversación en la radio, me iba a su peluqueria en avenida Belgrano casi Alsina; me hice cliente de él y un día me contrató para modelo suyo en un concurso que se hizo en el Grand Hotel, que hoy es el Hotel Carlos V.
Entre la radio y la peluquería, conocí a Don Felipe Corpos. Un día fui a verlo en Frasogo, el negocio en que él trabajaba. Le dije que era sachamúsico y se rió. Le dije que me mandaba don Sixto, por que necesitaba que me ayudase con la letra de una canción, para que me la mejore.
Me dijo: "Pero sí hombre, cómo no." Le dejé la letra y, cuando me la entregó terminada le agradecí, lo abracé y le dije que la iba a registrar; a la letra la iba a poner en nombre de él y mía la música. Ahí nomás me dijo: "No mi amigo. La cancion es tuya... pero fijate vos, no faltaba más. Vaya y registre; y cuando necesite algo vuelva a verme. No se pierda ¿eh?" Le dí las gracias y me fui.
A la canción la titulé Canción de la Lejanía y la grabó Carmen Palavecino en su disco Corazón de Mishtoles. Gracias a esa grabación me hice Socio Representado en SADAIC.
Tengo un recuerdo grato del Alero Quichua Santiagueño, de Don Sixto, Felipe Corpos y Carmencita.
Omar Vicente. Santiago del Estero. Mayo de 2.014