En muchos casos con la expresión adusta de quien está enseñando una verdad. Alguien que recorrió nuestra provincia, o que leyó el Manual Santiago del Estero, que se usaba en la escuela primaria para conocer la provincia en que vivimos, sabe que la geografía provincial es variada.

Si uno llega a Santiago por la Ruta Nacional 9 desde Córdoba, podrá notar que las serranías del Norte cordobés y las del Sur de nuestra provincia son similares, y al avanzar hacia el Norte, cerca de El 49 verá que la serranía va dando paso a la llanura, y que una vez pasado el río Saladillo, se extiende la llanura salada que unos kilómetros más al Norte deja el jumeal salitroso, el que es reemplazado por un bosque bajo que poco a poco va haciéndose más variado en cuanto a especies arbóreas.

En ese tramo de la ruta hay que transitar con especial cuidado, pues a veces cruzan tortugas, armadillos, zorrinos y otros animales que no son muy ágiles en el andar y pueden ser víctimas de las ruedas del vehículo, pues en general los animales no están adaptados a los inventos humanos, como los automotores, por ejemplo. Antes de Loreto veremos bosque nativo a los dos lados de la ruta, mientras que entre Loreto y la Capital provincial observaremos que se alternan los bosques con grandes campos labrados, campos muy productivos.

Siguiendo por la Ruta 9, si pasamos de la ciudad de Santiago del Estero hacia Las Termas de Río Hondo, a pocos kilómetros de andar comenzaremos a subir y bajar, por que nuevamente estamos en una serranía, que sería un extremo de las Sierras de Guasayán. Cerca de Rodeo de Soria estaremos en el punto más alto entre Santiago y “Las Termas”.

Si en vez de salir desde Santiago por la Ruta 9 hacia el Noroeste, lo hacemos por la Ruta Nacional 64 hacia el Suroeste, también encontraremos serranías. Iremos subiendo poco a poco, hasta encontrarnos con “Los Cerrillos” que están enseguida de Santa Catalina, a los que subiremos por camino sinuoso, rodeado de un paisaje serrano bellísimo por las alturas escarpadas bien arboladas naturalmente. Una vez pasados estos cerros que forman parte de las Sierras de Guasayán, bajaremos largamente hacia la llanura que nos lleva hacia el límite con Catamarca, en la ciudad de Lavalle.

Si al llegar a Santa Catalina, optamos por tomar la Ruta Provincial 24 hacia la izquierda en vez de subir al cerro. Marcharemos hacia el Sur con la parte alta de la sierra a nuestra derecha y el descenso de la misma hacia la llanura por nuestra izquierda. Pasaremos por Villa La Punta, lugar turístico tranquilo y de bellos paisajes. Kilómetros más al Sur veremos que la sierra va teniendo cada vez menos altura, pero cuando pasemos por Villa Guasayán y San Pedro de Guasayán estaremos tentados a quedarnos en esos lindos paisajes serranos, con agua termal como “yapa”. Más adelante encontraremos nuevamente la llanura y llegaremos a la ciudad de Frías, limítrofe con Catamarca.
De Frías al Oeste tendremos las Sierras de Ambargasta, que llegan a la zona de Ojo de Agua y Sumampa. Al frente, hacia el Sur, varios kilómetros más allá de Frías encontraremos parte de las Salinas Grandes, que sí es una llanura salada.

Entre los ríos Dulce y Salado, podremos encontrar algunas llanuras saladas, también campos bien sembrados y bosque nativo. También encontraremos muy buenos bosques y campos en el Norte de la provincia. Hacia el Este en el mapa provincial, entramos en la zona ganadera, donde miles y miles de animales vacunos y caprinos de razas escogidas son criados y engordados. En esa zona también veremos grandes campos labrados y algo de bosque.
Gran parte de nuestra provincia es llana, con serranías en el Sur y el Oeste o, mejor dicho, en una franja del Sur Oeste. Es como si estuviésemos en una zona donde termina totalmente la influencia de Los Andes, para pasar hacia la llanura con una muy leve pendiente hacia el Litoral Fluvial Argentino. El Río Salado va a desaguar hacia el Río Paraná, en Santa Fe. El Río Dulce corre hacia el Sur, para desembocar en la laguna de Mar Chiquita, provincia de Córdoba. El rumbo que toman los ríos es una guía fácil para saber hacia dónde hay una pendiente del suelo.

Si queremos belleza serrana en nuestra provincia, la buscaremos en Sumampa, Ojo de Agua, Ambargasta, Villa Guasayán, Villa La Punta, Santa Catalina, Guampacha, y otros lugares hermosos que podemos ir descubriendo en nuestro andar.

Las de Santiago del Estero no son grandes alturas como las de la Cordillera de Los Andes, con el Aconcagua como la mayor altitud de América, en Mendoza; tampoco encontraremos un pico tan escarpado como el Chaltén o Fitz Roy en la provincia de Santa Cruz, pero sí podemos encontrar belleza serrana.

Yendo a un extremo jocoso, en la chacarera Casas más casas menos, Los Hermanos Ábalos quieren equiparar a la Cordillera de Los Andes con Las Lomas Coloradas, barrancas que vienen a ser un escalón de varios metros de altura, que se puede observar desde el barrio Huayco Hondo y se prolonga en una barranca rojiza y alta sobre la margen derecha del Río Dulce. Es posible que el nombre del barrio (Huayco Hondo = Bajío Hondo) se deba a la observación desde la parte alta, que nos puede regalar muy lindas vistas de la ciudad, especialmente de noche.

La aparente tristeza de una llanura desértica es fuente de inspiración para poetas y músicos; desde esa imagen han surgido muy buenas creaciones en homenaje a Santiago del Estero. También hay respecto a otros paisajes santiagueños, aunque no tienen tanta difusión como la imagen de una provincia triste y desértica, cuya única alegría estaría en el canto y la danza.

Muchas veces se ha dicho que la belleza del paisaje santiagueño está en su gente. Es una afirmación bonita y sería bueno si logramos que sea totalmente verdadera, sin reservas. Está en nosotros los santiagueños el mejorar como personas, tratarnos cada vez mejor a nosotros mismos, al ambiente en que vivimos y a quienes nos visitan. Si a todo ello le agregamos los distintos paisajes que podemos disfrutar, podemos sentirnos tan altos como las montañas del Himalaya.

05 de Noviembre de 2019.