Una de ellas es Santiago del Estero, con fuertes precipitaciones sorpresivas que han provocado daños. Las lluvias nos toman desprevenidos, pese a que existen en la Tierra desde hace millones de años.

Cada gota de lluvia es muy parecida a las demás; son pelotitas de agua que, por causa de la velocidad con que caen, se nos figuran con una forma alargada o bien, valga la expresión, en forma de “gota de agua”. En el momento en que se desprende de una cantidad mayor de agua o de un sólido, la gota puede presentar el aspecto con que habitualmente es dibujada, a causa de su viscosidad, por la que parece resistir la separación del otro cuerpo.

Se llama goteo a la caída permanente de pequeñas porciones de agua, cuando escurre lentamente desde cierta altura sin una superficie por donde deslizarse. Si vemos un goteo en un lugar inesperado y no deseado, le llamamos gotera.

El agua, para caer en forma de lluvia, primero tiene que haber subido al cielo, pues la Tierra atrae a todo lo que la rodea, para tenerlo “pegado” a su superficie. El aire, esa masa gaseosa en la que vivimos inmersos, rodea al planeta por causa de la fuerza de gravedad. Normalmente no sentimos la presencia del aire, pues al tenerlo envolviéndonos en forma permanente, deja de llamarnos la atención, salvo cuando nos falta o cuando se desplaza a mucha velocidad por un huayra sinchi (viento fuerte).

En cuanto a la temperatura, habitualmente sentimos calor o frío cuando el aire está con una temperatura mayor o menor que la de nuestro cuerpo. El viento produce una sensación de temperatura menor a la real, por eso la sensación térmica está ligada a la velocidad del viento. Otro factor que incide en la sensación térmica es la humedad del aire, la que nos hace sentir un calor mayor a la temperatura que marca el termómetro.

El aire está formado por nitrógeno, oxígeno y otros gases, entre los que se incluye el vapor de agua, en una cantidad menor que el oxígeno y muchísimo menor que el nitrógeno. Nos enseñaron que el agua puede encontrarse en estado líquido, sólido o gaseoso. El aire admite en su seno una cierta cantidad de vapor de agua; ese vapor es invisible como los demás gases. A menor temperatura, es menor la cantidad de vapor de agua que el aire puede contener. Si el aire se enfría, se produce un exceso de vapor de agua, el que se condensará formando pequeñas gotas, tan pequeñas que uno puede verlas solamente por que son muchas; por su escaso tamaño, esas gotas flotan en el aire y las vemos en forma de nube.

Cuando una pava o tetera suelta aire muy caliente por su pico, ese aire caliente que viene cargado de vapor de agua (invisible), al apartarse unos centímetros (o milímetros) del pico del recipiente, se enfría y forma una nubecita bien visible. Esa nubecita está formada por gotas minúsculas, las que generalmente vuelven a evaporarse haciendo desaparecer la puyu utula (nube pequeña) por el calor del aire circundante.

Hemos visto en la escuela que los cuerpos tienden a dilatarse con mayor temperatura y a contraerse con temperaturas menores. Cuando un cuerpo aumenta su tamaño, disminuye su peso específico. Para igual cantidad de una materia, cuanto mayor volumen ocupe, menor será su peso específico. Un ejemplo clásico es observar cuánto volumen ocupa un kilogramo de plomo y cuánto ocupa un kilogramo de plumas. La diferencia de peso específico es el motivo por el cual una piedra se hunde en el agua, mientras que un corcho flota. También hay diferencias de peso específico en las maderas: El quebracho se hunde y el ceibo flota.

Cuando el Sol calienta a la superficie terrestre, ésta calienta al aire cercano, el que se dilata, tornándose más liviano. El aire caliente sube suavemente, o en días muy calurosos sube en forma de remolino (huayra múyoj = viento que gira). Ese aire caliente va portando una cantidad de vapor de agua. Al alejarse del calor del suelo, el aire se enfría y ya no puede contener tanto vapor, por lo que se forman nubes de gotas minúsculas. Si ese aire sube a una gran altura, esas gotas pueden congelarse, formando nieve o granizo, según ciertos casos y luego de un proceso particular. Dadas ciertas condiciones de inestabilidad atmosférica, las minúsculas gotitas que flotan en forma de nubes, se unen formando gotas de mayor tamaño, las que por su peso comienzan a caer, atraídas por la Tierra y venciendo corrientes ascendentes de aire cálido.

Cuando vemos caer las gotas de lluvia, las imaginamos todas iguales, pero si nos fuese posible analizarlas por separado, seguramente descubriríamos que son muy parecidas entre ellas, pero cada una tiene un tamaño ligeramente diferente, o se ha formado sobre un núcleo de condensación distinto, por lo que su contenido difiere al de las otras. Es muy posible que entre esa multitud de gotas que se dirigen velozmente hacia el suelo, haya muchas que son exactamente iguales entre sí; serían muchas, pero no todas.

Es muy posible que a simple vista, para los seres de otras especies, todos los humanos parezcamos iguales, pero nosotros sabemos de nuestras características individuales, lo que permite ser simplemente parecidos entre nosotros, pero no iguales. Además de las diferencias físicas, hay entre nosotros diferentes historias de vida y las lógicas diferencias de criterio.

Entramos en la segunda quincena del año y asistimos a fenómenos, naturales por un lado, y culturales por otro; ambos parecen ser estacionales. Muchos lugares de nuestra provincia y de nuestro país están bajo lluvia y, al mismo tiempo hay festivales artísticos en distintos lugares de la Patria. Muchos de esos festivales tienen nombres que sugieren la consagración a una determinada manifestación artística nacional y algunos cumplen con lo que dice su nombre. Hay gente que opina que todos los festivales artísticos son iguales, un poco por la repetición de los números centrales y otro poco por el gran parecido entre los distintos intérpretes.

Por más que los grandes negociantes procuren masificarnos en el aspecto y en el modo de obrar, tratando de arrearnos hacia el consumo masivo de ciertos productos, los humanos seguimos siendo como las gotas de agua: Parecidos pero no iguales.     

15 de Enero de 2.019.