El tractor es uno de los elementos visibles a diario en los campos labrados. En muchas tareas, el tractor ha reemplazado a los bueyes, a las mulas y a algunos caballos que aún se ocupan para las tareas de tracción pesada. Justamente, por la tracción que debe efectuar para cumplir con su función, es que este elemento de trabajo es llamado tractor.

En los comienzos de las civilizaciones, los trabajos de carga y tracción eran hechos por los propios humanos. Para las tareas más pesadas, esas antiguas civilizaciones utilizaron esclavos. Esas personas reducidas a la triste situación de servidumbre total eran cautivos tomados en las guerras, aunque también era (y es) común esclavizar a connacionales.

Luego se agregó la esclavización o domesticación de animales, pasando a cumplir con la parte más pesada del trabajo un animal doméstico. En Europa, los animales de carga y tracción fueron el caballo, la mula, el burro y el buey. En Asia, los mismos animales, con el agregado del elefante, el camello, el dromedario y el yak. En África, los animales esclavizados fueron mas o menos los mismos que en Asia, con excepción del yak, que es un animal bovino de las altas montañas asiáticas.

En América, desde épocas precolombinas, los pueblos inuit usan perros para tirar de los trineos en los helados territorios del extremo Norte, mientras que en Los Andes desde el Sur de Colombia hasta el Norte de Chile el animal domesticado hace siglos, para trabajos de carga, es la llama.

En nuestro país hay lugares interesantes para visitar; uno de ellos es Villa Carlos Paz, ciudad turística serrana ubicada 36 Km al Noroeste de la ciudad de Córdoba. En Carlos Paz se encuentra todo tipo de atractivos comunes a las ciudades turísticas. En las sierras cercanas hay toda una serie de circuitos para pasear.

Hace unas décadas, cuando Villa Carlos Paz estaba comenzando a crecer, el cantor salteño Gerardo Ramón López, entonces integrante del conjunto Los Fronterizos, compuso una bella pieza folclórica en ritmo de bailecito, inspirado en uno de los burros que ya en esa época eran alquilados para paseos en las sierras de Carlos Paz. Ese bailecito se llama Mi Burrito Cordobés.

Uno de los lugares interesantes para visitar en Villa Carlos Paz es el Museo de Tractores, ubicado en Ruta 38 y Vivaldi. En el museo se pueden apreciar modelos existentes desde 1.880, como el tractor a vapor, los tractores con ruedas totalmente metálicas, modelos de distintas potencias, de distintos aspectos y de distintas épocas.

Los primeros tractores funcionaban a vapor y eran bastante voluminosos. En 1.900 aparecieron los tractores con motor a combustión y comenzaron a reemplazar a los animales de tiro en las tareas rurales, especialmente para arar la tierra. Los tractores siguen siendo objeto de mejoras tendientes a presentar al usuario modelos confortables y útiles para todas las necesidades. Actualmente hay tractores muy chicos que parecen de juguete y los hay muy grandes, a los que se sube por una escalerilla. Hay tractores en los que el conductor va sentado a la intemperie y hay otros con cabina equipada con acondicionador de aire.

El tractor es un vehículo para trabajos rurales, por eso normalmente no se los ve transitando por las rutas, salvo que sean trasladados en un carretón hacia el lugar de trabajo. Por esa circunstancia es que no se ve en ellos la chapa impresa con el número de patentamiento que los autoriza a transitar por calles y rutas.

La forma característica del tractor es la de un gran motor, dos grandes ruedas traseras, dos ruedas delanteras pequeñas, un fuerte enganche en la parte posterior del vehículo y un asiento o cabina para el conductor en lo alto. Hay distintas variantes en el aspecto de los tractores: Las cuatro ruedas pueden ser igualmente grandes, las ruedas traseras e incluso todas pueden ser dobles o triples, dependiendo del tipo de tarea a cumplir.

Existen otros vehículos diseñados y fabricados para hacer trabajo de tracción. El remolcador aéreo es el avión que ayuda a los planeadores a alcanzar la altura necesaria. Es un avión que tiene un motor potente y la estructura reforzada para este trabajo.

En el agua encontramos otros tipos de remolcadores, como las lanchas y "motos de agua" que se usan para remolcar a los esquiadores. Las lanchas y barcazas remolcadoras son forzudos tractores acuáticos, que sirven para la entrada y salida del puerto a los grandes navíos. Es notable la diferencia de tamaño entre las pequeñas embarcaciones y los enormes buques a los que ayudan.

En los ríos navegables como el Paraná, suele verse embarcaciones muy peculiares conocidas como chatas, por su forma. Algunas chatas son autopropulsadas, mientras que otras necesitan de la fuerza de una lancha remolcadora o una lancha de empuje. Las chatas areneras son habituales en el gran río, remolcadas o empujadas dos o tres de ellas por una de esas poderosas lanchas robustas que son verdaderos tractores fluviales. Los tripulantes son criollos costeros que se autodenominan "embarcadizos".

Una figura importante en los relatos tradicionales de los campos criollos es el cuarteador, paisano propietario de uno o varios caballos con mucha fuerza. Ese caballo o yunta, o grupo de caballos, ayudaba a salir de barriales o de baches a carretas o carros pesados. Un caballo preferido para estas tareas de tracción con mucha fuerza fue el caballo percherón, de origen francés. El percherón es un caballo robusto y alto.

Cuartear, echar una cuarta o dar una cuarta, pasó a ser sinónimo de dar una ayuda para salir de una situación difícil, de algo que uno solo no puede resolver.

En el folclore tanguero bonaerense, la figura del cuarteador es la de un criollo que se dedica a sacar a los carros de barriales y, por extensión, es quien ayuda a otros para salvar situaciones difíciles.

En el léxico popular santiagueño, la palabra cuarteador sigue teniendo el sentido de ayuda, pero con cierto sentido malicioso. En ese caso, el cuarteador sería el que causa una infidelidad valiéndose de su picardía o malicia.

Es bueno recuperar para las palabras y expresiones el buen sentido con el que nacieron, sin ignorar por ello las diversas interpretaciones que les diera una parte del pueblo.

Cuando uno se ha quedado encallado en la ruta por algún problema del camino, es de esperar que aparezca el prójimo solidario con un tractor, con un percherón, o con su propia fuerza y en algunos casos con palabras de aliento, para superar el problema y seguir andando los caminos o labrando el futuro.

25 de Octubre de 2.011.